Sanidade no controla la comida que se sirve en festivales y fiestas populares

A CORUÑA

La feria medieval de A Coruña
La feria medieval de A Coruña ANGEL MANSO

El sector de la hostelería reclama las mismas inspecciones que pasan los bares y restaurantes para evitar incidentes como el ocurrido en el Trasan Fest

02 jul 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

En plena temporada de festivales, romerías y fiestas populares, un brote de salmonelosis ha abierto la caja de los truenos en el sector de la hostelería. La Consellería de Sanidade elevaba ayer a 162 los afectados por la intoxicación del Trasan Fest, un evento musical celebrado el pasado sábado en Oza-Cesuras. Las pesquisas apuntan a que unas tortillas fueron las culpables de que llegase a haber hasta 22 ingresos hospitalarios. Según el presidente de los hosteleros de A Coruña, Héctor Cañete, «es raro que no se produzcan este tipo de intoxicaciones con más frecuencia».

Este profesional considera que hay una diferencia abismal entre las medidas higiénico-sanitarias que están obligados a cumplir los bares y restaurante en Galicia y lo que se les reclama a los puestos ambulantes de eventos al aire libre —menciona eventos emblemáticos de A Coruña como el Oktoberfest o la feria medieval— que, en muchos casos, atraen a miles de personas en un par de días. «Sanidade es muy estricta con nosotros y, aunque a veces nos quejamos de que nos inspeccionan con lupa, sabemos que hacen lo correcto; de hecho, por eso esto es noticia, ya que no suele haber problemas de este tipo en los bares. Sin embargo, es lógico que pase en un festival porque no hay control de ningún tipo. He llegado a ver pulpos y ensaladillas tostándose al sol sin que pase absolutamente nada».

La Consellería de Sanidade ha confirmado a La Voz que los establecimientos ambulantes se encuentran en un «vacío legal». Como explica José Ángel Viñuela, el jefe de servicio de Seguridade Alimentaria del departamento que dirige Antonio Gómez Caamaño, «hay un decreto autonómico pendiente de aprobación que nos va a permitir registrar operadores como casetas de mercados, ferias y food trucks». Además, este experto añade que «son los ayuntamientos los que autorizan los eventos donde hay estos puestos ambulantes. Se supone que cuando conceden los permisos son conocedores de qué requisitos deben seguir aquellos espacios no permanentes que sirven comida, pero la mayoría de veces no tienen recursos».

El grueso de estos eventos se celebran durante el verano, precisamente la época en la que las temperaturas pueden causar más estragos en productos como la mayonesa —recuerda Viñuela que en los años noventa un real decreto, ya derogado, prohibía el uso de huevos en platos que no se cocinan— y, por supuesto, las tortillas.