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La flota gallega resiste en las Malvinas con solo 10.000 toneladas de calamar

Alejandra Pascual Santiago
Alejandra Pascual VIGO / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

El arrastrero congelador Falcon, uno de los que pescan calamar en Malvinas, en mayo del 2025, en A Pobra do Caramiñal.
El arrastrero congelador Falcon, uno de los que pescan calamar en Malvinas, en mayo del 2025, en A Pobra do Caramiñal. MARCOS CREO

El sector analiza con la comunidad científica la reducción del recurso disponible

06 sep 2025 . Actualizado a las 01:23 h.

La flota gallega que faena en el caladero de las islas Malvinas en busca del preciado calamar patagónico ha alcanzado esta semana las 10.000 toneladas capturadas después de treinta días en el mar. No es el mejor de los escenarios, pero en esta campaña, para sorpresa de las 16 embarcaciones que operan en esta zona del Atlántico Sur, se está dando la circunstancia de que «vamos de menos a más», acreditan fuentes del sector.

El pasado 7 de agosto, la autoridad de pesca de las Malvinas decidió cerrar durante 48 horas la pesquería de loligo después de que «las capturas disminuyeran rápidamente» tras el comienzo de la campaña. La decisión se justificó en la reducción de la estimación de biomasa por debajo de las 10.000 toneladas aconsejadas para asegurar la conservación y la sostenibilidad a largo plazo de esta familia de cefalópodos. Pero finalmente el Departamento de Pesca dio el visto bueno a que se reanudase la temporada tras reevaluar la biomasa a bordo del buque Prion y presentar resultados más esperanzadores.

Casi treinta días después, la flota gallega resiste en el caladero. Si todo se mantiene según lo previsto, tiene derecho a mantener la actividad hasta el próximo 30 de septiembre. Fuentes del sector agradecen que, si bien el nivel de capturas no es óptimo, sí están dando con recurso de buen tamaño. «De media, cada embarcación está pescando 25 toneladas diarias», indican.

Las 10.000 toneladas que por fin han logrado las sociedades mixtas en las Malvinas se suman a las 38.000 de la primera campaña del 2025. De manera que las 48.000 toneladas de calamar patagónico que han obtenido ya permiten mejorar las estadísticas del nefasto 2024, cuando la flota, aconsejada por la comunidad científica, se vio en la obligación de suspender su segunda campaña en el Atlántico Sur.

Otra lectura es el descenso paulatino que se está registrando en la pesca de esta simbólica especie en los últimos años, ya que antes del desplome del pasado ejercicio, en el 2023 las compañías gallegas regresaron con 69.000 toneladas y un año antes, con 101.000.

Los armadores insisten en la disposición que han mostrado a los técnicos y a los científicos para avanzar en el conocimiento de qué está ocurriendo con el descenso del recurso disponible. Dan por hecho que el escenario actual es resultado de varios factores, como la incidencia de cambios bioclimáticos que está provocando abundancia de merluza en el caladero y que el calamar se esté desplazando de las áreas en las que tradicionalmente se lo topaban, además de su alimento.

Hace apenas tres años que las 16 embarcaciones de empresas de capital mixto lograron renovar sus derechos de pesca en las islas Malvinas. Tres de estas firmas, participadas por Pereira, Pescapuerta y Copemar, activaron entonces una inversión que entre todas rebasa los 100 millones de euros para acceder a estas aguas con buques de tecnología punta y con menor impacto en el medio: el Argos Berbés, el Prio y el Hadassa Bay.