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«America first» en pescados y mariscos también

e. a. REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

SAMUEL CORUM / POOL | EFE

La Administración Trump lanza una estrategia para convertir a Estados Unidos en líder mundial de productos del mar

28 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Para Donald Trump, EE.UU. debería ser el líder mundial en productos del mar. Tiene los mimbres, dice: más de cuatro millones de millas cuadradas de ricos caladeros de pesca «de primera calidad» y «los mejores mariscos del mundo» (sic). Y, sin embargo, resulta que el país importa casi el 90 % de los productos del mar que consume, arrojando su balanza un saldo comercial negativo que rebasa los 20.000 millones de dólares (unos 17.350 millones de euros). El 47 presidente de los Estados Unidos está convencido de que eso se debe al «exceso de regulación» que en cuatro años de mandato demócrata «ha aplastado a los pescadores», minando la competitividad del sector, con «sus límites de captura restrictivos, la venta de zonas de pesca a empresas extranjeras de energía eólica, la competencia desleal de la pesca IUU (ilegal, no declarada y no reglamentada) y la falta de modernización del sector.

Así es que Trump ha dicho basta con una orden ejecutiva llamada a «restaurar la competitividad de los productos del mar estadounidenses». En ella se detalla la America First Seafood Strategy, (estrategia de alimentos marinos América primero), que pretende rentabilizar unos stocks de peces que «gozan de buena salud» y unos «mercados viables» y se completa con un programa para «sensibilizar a los consumidores estadounidenses de los beneficios que el consumo de productos marinos tiene sobre la salud e incrementar su consumo en programas de nutrición».

La hoja de ruta está perfectamente planificada, con fechas, y encomienda de acciones a distintos departamentos del Gobierno. Involucra a Comercio, Agricultura, Salud, Seguridad Nacional e Interior, pues tan decidido está Trump a recuperar la competitividad del sector pesquero que no duda en revisar reservas marinas existentes y comprobar si esos espacios protegidos son o no compatibles con la actividad extractiva.

Freno a la pesca ilegal

Pero para eso todavía faltan 180 días, que es el plazo que la orden ejecutiva del presidente estadounidense recoge para la revisión de los espacios protegidos. Lo más urgente es la revisión normativa que atenaza a la pesca y la acuicultura, de ahí que haya dado 30 días al secretario de Comercio para identificar las pesquerías más reguladas y analizar medidas para reducir la presión, ya sea suspendiendo, revisando o derogando normas. Además, este cargo, ahora en manos de Howard W. Lutnick, evaluarán los problemas de competitividad de los pescados y mariscos del país y desarrollarán una estrategia para mejorar la exportación, al tiempo que se examinarán las prácticas comerciales de los países de los que importan para comprobar su posición sobre la pesca ilegal, su estándar ambiental y el trabajo forzoso, reforzando su sistema de control de productos pesqueros.

La modernización de la recopilación de datos y la incorporación de mejores tecnologías y más baratas y fiables es otro de los pilares de una estrategia en la que redundan otras decisiones ya tomadas con anterioridad. La primera es la orden ejecutiva firmada nada más llegar al cargo que paralizó todos los proyectos eólicos marinos para preservar la pesca; y la segunda, la que impone aranceles a productos pesqueros como el camarón para proteger la importante industria existente para esa especie.