La nueva heroína de Estados Unidos

P. Medina / M. Rego MADRID / LA VOZ, COLPISA

INTERNACIONAL

Erika Kirk, durante su primera intervención tras el asesinato de su marido
Erika Kirk, durante su primera intervención tras el asesinato de su marido Turning Point USA | EFE

La mujer de Kirk avisa de consecuencias: «No tienen ni idea de lo que han desatado en el país»

14 sep 2025 . Actualizado a las 14:45 h.

Muchas personas se han pronunciado en los últimos días sobre la muerte de Charlie Kirk, pero hasta el viernes por la noche, con el presunto asesino ya detenido, no se había escuchado la voz de su esposa, Erika. «No tienen idea de lo que acaban de desatar en todo el país y en el mundo. No tienen ni idea», proclamó, entre lágrimas, desde el canal de streaming de Turning Point USA, la organización del fallecido que promueve ideas conservadoras entre los jóvenes. «No tienen idea del fuego que han encendido en esta mujer», insistió la emprendedora, con la que el líder trumpista tuvo dos hijos, cuyos nombres y rostros nunca han difundido.

Erika, que cumple 37 años en noviembre, se colocó ante las cámaras junto a la silla vacía de Kirk, que el pasado miércoles recibió un tiro mortal mientras ofrecía una charla en una universidad de Utah. «El llanto de esta viuda resonará en todo el mundo como un grito de guerra», advirtió en una intervención donde ensalzó la labor de su marido y prometió continuar con su legado. «Mataron a Charlie porque predicaba un mensaje de patriotismo, de fe y del amor misericordioso de Dios», afirmó con un crucifijo colgado en su cuello. Ella, que cursó Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales y quiere doctorarse en Estudios Bíblicos, dijo compartir idénticos pilares: la familia tradicional, la fe en Dios y el sentimiento patriótico por Estados Unidos.

«Charlie amaba la vida. Amaba su vida. Amaba a Estados Unidos», recordó Erika, quien destacó que el activista «se aseguraba de que supiera todos los días» que sus hijos, de 1 y 3 años, y ella misma estaban por encima de todo. «Con todo su corazón». La viuda de Kirk, que se hizo popular como Miss Arizona en el 2012 y actualmente presenta el pódcast Rise up, centrado en el liderazgo según la Biblia, se refirió a la relación del fallecido con el inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump, y su familia. «Señor presidente, mi esposo lo amaba. Y sabía que usted también lo amaba. La amistad que tenían era increíble. Usted lo apoyó muchísimo, y él también lo hizo por usted», agradeció. De hecho, el mandatario anunció tras el crimen que concedería la Medalla Presidencial de la Libertad al activista y pidió la ejecución de su asesino.

La viuda reconoció que a Charlie también le rondaba la idea de llegar algún día a la Casa Blanca. «Dijo que si alguna vez se postulaba, su máxima prioridad sería revitalizar la familia estadounidense», explicó Erika, quien le definió como un padre «perfecto». Esa era una de las ideas que el fallecido transmitía en las charlas a sus seguidores, una auténtica legión de jóvenes conservadores como los que el miércoles le escuchaban en Utah cuando Tyler Robinson le quitó la vida de un disparo. La mujer del activista se comprometió a seguir con su causa: «Él nunca se rindió. Uno de sus lemas era nunca rendirse. Así que quiero decir que nunca nos rendiremos». «En un mundo lleno de caos, duda e incertidumbre, la voz de mi esposo permanecerá viva», se comprometió.

Estatus de mártir

Movimientos nacionales e internacionales en apoyo al comentarista se hicieron notar junto a las palabras de su esposa. A efectos prácticos, Kirk ya es un héroe caído, un mártir de la causa MAGA. Y con todos los homenajes posibles. El féretro con sus restos mortales llegó a Phoenix, su ciudad natal en Arizona, transportado en el avión presidencial y escoltado por el vicepresidente estadounidense JD Vance junto a personal uniformado hasta trasladarlo a la capilla funeraria Hansen Mortuary Chapel. El propio presidente, Donald Trump, confirmó que asistirá a su funeral en respuesta a la petición de Erika. De hecho, concretó que se trata de una «obligación» por toda la ayuda que prestó Kirk a su movimiento político.

En la sede de Turning Point USA se pudieron ver homenajes florales, mensajes de solidaridad y apoyo a la familia del comentarista y banderas estadounidenses. Incluso en la iglesia Dream City, a la que solía asistir tanto para ritos religiosos como para organizar mítines políticos, se ofreció una misa en su honor y, en una de las lecturas, se le elogió como «un apasionado y una voz líder en defensa de la fe, la libertad y la verdad bíblica: una fuerza guía para una generación que buscaba claridad en un mundo complejo».

Incluso desde Vox, el secretario general, Ignacio Garriga, se lanzó a decir que el ataque a Kirk es «una muestra más de que la izquierda totalitaria está dispuesta absolutamente a todo con tal de censurar y de perseguir a quien está liderando la disidencia, ya sea en España o en cualquier nación europea o del mundo». En Vistalegre, junto a representantes del conglomerado ultraderechista internacional Patriots, aseguró que se «lanzarán a conquistarlo todo» porque «la izquierda está nerviosa, acelera la censura, manipula nuestro mensaje y tolera la violencia».

Contra los discursos de odio

La violencia política se ha convertido en una costumbre para los estadounidenses debido a los altos niveles de polarización política de la sociedad. Y mucho tiene que ver la batalla cultural en redes sociales. La Universidad de California encuentra en un estudio que el 80 % de los jóvenes americanos ha encontrado discursos de odio en plataformas como X, Instagram y TikTok.

El gobernador de Utah, Spencer Cox, tomó conciencia del asunto y lanzó un consejo a los juveniles del país: «Esto no nos hace bien. No es bueno consumir redes sociales; es un cáncer para nuestra sociedad en este momento. Animo a la gente a desconectarse, a apagar la luz, a dejar de pasar tiempo en línea, a salir y a hacer el bien en su comunidad» para evitar otros incidentes.

Un debate sobre tiroteos masivos y la comunidad trans, el último acto del activista

El comentarista conservador Charlie Kirk debatía con un asistente sobre la relación entre los tiroteos masivos y la comunidad trans instantes antes de que fuera asesinado el pasado miércoles en un evento universitario en el oeste de Estados Unidos.

«¿Cuenta o no cuenta la violencia de pandillas?», fueron las últimas palabras de Kirk, en respuesta a una pregunta lanzada por un miembro del público con el que intercambiaba opiniones acerca de cuántas personas transgénero habían cometido tiroteos masivos en los últimos 10 años. «Demasiadas», respondió el activista conservador y aliado del presidente estadounidense, Donald Trump, ante el aplauso de la multitud.

El asistente replicó que el total eran cinco y continuó: «¿Sabes cuántos tiradores masivos ha habido en Estados Unidos en los últimos 10 años?». Segundos después de responder, Kirk caía de la silla tras ser alcanzado por una bala en el cuello.

Un reto mortal

La última persona que conversó con el comentarista conservador antes de su asesinato fue un tiktoker liberal que, junto a un pequeño grupo de asistentes, estaba en desacuerdo con Kirk en casi todo lo que predicaba. «Quería retarlo», dijo el tiktoker, identificado como Hunter Kozak, de 29 años, en una entrevista recogida por The New York Times.

Kozak estudia educación matemática en la Universidad Utah Valley (UVU, en inglés), donde tuvo lugar el suceso, y llegó 90 minutos antes de que comenzara el evento para poder tener la ocasión de hablar con Kirk.

El activista conservador recibió el pasado miércoles un disparo en el cuello mientras participaba en un debate universitario frente a centenares de personas en UVU, ubicado en el estado de Utah, en el oeste de EE.UU.. El presidente estadounidense ha declarado su intención de asistir al funeral de Kirk, que se realizará en Arizona, aunque se desconoce por el momento la fecha y lugar.