Exhaustos tras el maratón

X.R.C. VIGO

GRADA DE RÍO

Aspas, Javi Rodríguez y Hugo Álvarez, tras un partido de esta intensa temporada.
Aspas, Javi Rodríguez y Hugo Álvarez, tras un partido de esta intensa temporada. M. Moralejo

«Necesitamos vacaciones», fue el mensaje de Giráldez tras el vigésimo sexto partido en cuatro meses, en los que utilizó a 32 jugadores con Radu a la cabeza

22 dic 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

«El partido se resume en que necesitamos las vacaciones», comentó Claudio Giráldez después del 0-0 en Oviedo. A la contienda final del 2025 llegaron los vigueses con bajas de consideración, especialmente, en el frente de ataque, y con 25 partidos (dos de ellos, con prórroga) en sus piernas en 126 días, desde el 17 de agosto, cuando se midieron al Getafe. Desde entonces, jugaron un partido cada tres días salvo en los tres parones por selecciones y cuando el árbitro pitó en el Tartiere tenían 2.400 minutos de juego entre sus piernas.

La última semana de competición del 2025, el equipo apenas había entrenado. Una sesión para preparar el partido de Copa del Rey en Albacete y media antes de viajar a Oviedo, con dos días de descanso frente a la premura de fechas, porque Claudio consideraba que no merecía la pena bajar al césped de la Cidade Deportiva con el equipo tan al límite. Y eso que el reparto de cargas y minutos se han llevado desde el cuerpo técnico casi de un modo milimétrico.

Claudio Giráldez utilizó a lo largo de este tiempo a 32 jugadores, cinco de ellos en dinámica de filial y que fueron utilizados en las dos primeras eliminatorias de la Copa del Rey, a excepción de Ángel Arcos, que también dispuso de minutos en el partido de Bulgaria de la Europa League.

Como era de esperar, el jugador más utilizado fue Ionut Radu, con 21 partidos completos, los 17 de liga y cuatro de los seis de la Europa League quedándose inédito en la Copa, para la que no llegó ni a ser convocado. El jugador de campo con más protagonismo fue Ilaix Moriba, que participó en 22 contiendas, 16 como titular, acumulando 1.536 minutos. En total, doce fueron los jugadores que superaron los mil minutos de juego en tres meses: a mayores de Radu e Ilaix, también forman parte de esta relación Marcos Alonso, Carreira, Mingueza, Javi Rodríguez, Starfelt, Borja Iglesias, Iago Aspas, Bryan Zaragoza, Jutglà y Manu Fernández (1.018). En el caso de Bryan, por el momento no se cumple la premisa del 60 % de los minutos para que el Celta lo tenga que comprar en propiedad. El andaluz firma un 46,4 % después de ir aumentando su protagonismo de un modo paulatino.

Se quedan a las puertas de ese corte Fran Beltrán y Pablo Durán, que también tuvieron un importante protagonismo en la primera parte de la temporada. Miguel Román, que tardó en ganar protagonismo pero que se ha convertido en la gran relevación del curso, se quedó en 933 minutos repartidos en nueve titularidades y seis partidos saliendo desde el banquillo. Swedberg, lastrado por la lesión no pudo pasar de los 737.

Con respecto a la temporada pasada y pese a la carga de partido Damián Rodríguez es el jugador que perdió más protagonismo, participando solo en seis de los 26 partidos, una cifra que tan solo no mejoran Iván Villar (cinco partidos) y los dos jugadores que a priori no contaban pero que terminaron saltando al campo: Aidoo tuvo 208 minutos en cuatro participaciones y Cervi, 164 en tres, dos de ellas como titular en el torneo del ko. Desde el partido con el Sant Andreu, el argentino no tiene minutos.

Estos cuidados con la carga de partidos y minutos no ha podido evitar las bajas por lesión que se han concentrado en dos posiciones muy concretas: primero el carril izquierdo con Ristic, Hugo Álvarez y Williot tocados casi al mismo tiempo y ahora con el frente de ataque con los dos nueves (Borja Iglesias y Durán) que mejor entienden el juego de Giráldez fuera de combate. También Radu se perdió un par de partidos intersemanales por mor de una severa molestia en el dedo de una mano. Ahora toca recargar las pilas en los ocho días de competición y aprovechar la eliminación copera para pode entrenar a conciencia.