Encuesta de Sondaxe: El PSOE podría mantener sus alcaldías ante un BNG que le gana un edil en cinco urbes, y el PP sube

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

El avance de los populares no les permite sumar mayorías más allá de Ferrol; los nacionalistas se benefician de una menor fidelidad del electorado socialista

25 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Los alcaldes de las siete ciudades gallegas podrían seguir en sus mismos puestos si hoy se celebrasen elecciones municipales, según la última encuesta de Sondaxe, elaborada en el ecuador del mandato, coincidiendo con un período de planicie electoral en Galicia. El estudio, con todo, concluye que cambiaría de color un concejal en todas las ciudades salvo en Pontevedra. Esas tendencias dejan un escenario más abierto para los comicios de mayo del 2027.

PSdeg-psOE

Menor fidelidad. El Partido Socialista pierde estimación de voto en todas las ciudades, salvo en A Coruña, Ferrol y Pontevedra, donde está estable. La caída más acusada, según Sondaxe, se da en Santiago, donde baja 3,8 puntos con respecto a las municipales del 2023 tras la ruptura del grupo municipal y la expulsión del partido de cuatro de sus seis ediles. Con esos resultados, en la capital de Galicia perdería un concejal. Lo mismo le sucedería en Ourense y en las tres ciudades que gobierna: Lugo, A Coruña y Vigo. Todo ese movimiento, cinco ediles en otras tantas ciudades, iría íntegro al Bloque. Pero el PSdeG mantendría sus tres alcaldías porque el BNG seguiría por detrás en concejales.

De los grandes partidos, el PSdeG tiene más problemas de fidelidad de su electorado. Esa tendencia es muy marcada en Santiago, donde apenas el 47 % de sus votantes volverían a elegir su papeleta. Solo en Vigo supera el 80 %, y rozan esa cifra en Lugo (78,3 %), donde Miguel Fernández es el tercer regidor en dos años, tras la marcha de Lara Méndez al Parlamento y la muerte de su sustituta, Paula Alvarellos, en marzo.

El principal beneficiario de esa tendencia es el BNG, que en Ourense o Santiago asimila más de 10 puntos de los votantes del PSOE. La fuga hacia el PPdeG es de menor tamaño, pero la hay.

Vigo vuelve a ser el principal bastión socialista. Abel Caballero se dejaría un edil y algo más de dos puntos de estimación de voto, pero, partiendo de que en mayo del 2023 obtuvo el 61 % de los sufragios y 19 actas de 27, el desgaste —si lo hay— es mínimo.

La única subida del PSdeG en representación se daría en Ferrol, donde el exalcalde Ángel Mato ya ha sido confirmado como candidato. Su estimación de voto no mejora, pero le ganaría un edil a Ferrol en Común por la caída de esta marea.

Partido popular

Al límite de las mayorías. Los populares suben de forma generalizada, con la única excepción de Ourense, donde se dejan medio punto. Pero su crecimiento no se traduciría en más alcaldías. Son primera fuerza en todas las plazas salvo en la ciudad de As Burgas y en Vigo, donde solo aspiran a mejorar sus resultados.

Sin partidos aliados, el PP necesita mayoría absoluta, y solo la obtendría, con un refuerzo de 2,3 puntos, donde ya la tiene, en Ferrol con José Manuel Rey Varela. La siguiente plaza que ven más cerca, a un edil, es Lugo, donde Elena Candia obtendría el 43,7 % de los votos. Tienen A Coruña, Santiago y Pontevedra a dos concejales, una distancia algo mayor, pero no insalvable a dos años vista. La encuesta los sitúa como segunda fuerza en el complejo escenario político ourensano. Por delante tendrían a Democracia Ourensana, que mantendría sus diez concejales pese a perder 1,5 puntos de estimación de voto.

En esta ciudad es la única en la que el PP pierde espacio y en la que registra su menor fidelidad de voto, un 69,2 %. También es Ourense la única urbe en la que el partido está dirigido por una gestora. A la espera de un congreso, el PPdeG ha ido reforzando a Ana Méndez Gil, que fue designada portavoz y coordinadora del grupo municipal y después presidenta de actual jefatura.

Aunque no han proclamado sus candidatos, por lo que no se pueden descartar cambios, sus liderazgos en el resto de las ciudades parecen consolidados.

Con esa excepción de Ourense, la fidelidad de su electorado es elevada; oscila entre el 74 % de Vigo y el 88 % de Ferrol. Sus principales transferencia vienen del PSdeG, de los escasos restos de Ciudadanos y de las fluctuaciones de votos con Vox. La formación de Santiago Abascal (sin concejales en Galicia, tras la baja de la que tenía en Avión), obtendría un 3 % de los votos en Pontevedra, un 3,3 % en Lugo y un 4,6 en A Coruña. Esos porcentajes no le otorgarían representación, pero son claves para el PPdeG, que en el 2023 atribuyó no lograr la presidencia de la Diputación de A Coruña a la división del voto con ese partido. Limarla será parte de su estrategia para el 2027. 

Bloque nacionalista galego

Más cerca del PSdeG. Los nacionalistas crecen en todas las ciudades. Suben más de tres puntos en A Coruña, Lugo, Santiago y Ourense, y ese ímpetu se frena en Vigo, Pontevedra y Ferrol, donde apenas ganan medio punto. Con esos resultados, Miguel Anxo Fernández Lores, que ya ha anunciado que repetirá, mantendría la alcaldía pontevedresa. Lo mismo ocurre con Goretti Sanmartín en Compostela, donde lograría una ventaja de dos ediles sobre el PSdeG, al que en el 2023 arrebató la alcaldía por la mínima, con las mismas seis actas, pero más votos.

En el escenario global, la encuesta sitúa al Bloque como la referencia de la izquierda en plazas donde el PSOE era dominante. En Lugo se aprieta el resultado. Solo hay tres puntos de estimación de voto de separación con los socialistas. En Ourense igualarían al PSdeG en escaños y los superarían en sufragios por más de un punto, pero sin posibilidad de gobernar.

Las diferencias en Vigo y A Coruña son mucho más amplias, aunque la subida del Bloque hasta la mitad de los escaños del PSdeG ampliaría su legitimidad para condicionar más el gobierno de Inés Rey.

Aunque el flujo ha descendido, el BNG sigue asimilando voto de las mareas. Ese movimiento, sumado a las divisiones del espacio electoral entre afines a Podemos y a Sumar, mantendría a esas formaciones de la izquierda alternativa sin representación en las ciudades. Las excepciones son Ferrol y en Santiago. Compostela Aberta aguantaría con dos ediles pese a que la fidelidad de sus votantes no llega al 46 %. El Bloque no sufre ese problema. Según Sondaxe, su electorado menos fiel es el de Lugo, con un 72,5 %, y supera el 85 % en Vigo, Ferrol y Ourense. Así está cada urbe:

Abel Caballero mantiene su holgada mayoría absoluta en Vigo casi sin erosión

PSOE tendría 18 de los 27 concejales, el PP se mantendría en 5 y el BNG subiría a 4 al ganar uno

Diego Pérez

La holgada mayoría absoluta de Abel Caballero en Vigo permanece inalterable. Nada amenaza la hegemonía del socialista en el ecuador de su quinto mandato como alcalde. El barómetro de Sondaxe para La Voz de Galicia dibuja un escenario muy similar al actual. El PSOE obtendría el 58,7 % de los votos (en mayo del 2003 fue el 60,9 %) y lograría 18 de los 27 concejales de la Corporación, uno menos. El PP de Luisa Sánchez mantendría los cinco que sacó con Marta Fernández Tapias, con una ligera mejoría en intención de voto. Y el BNG arañaría un edil, al subir de tres a cuatro.

La erosión de Caballero es mínima. A sus 78 años y tras 18 en el poder municipal, confiesa su intención de seguir mientras el cuerpo aguante (recuérdese aquel «a mí del Concello no me echan ni con lanzallamas»). El regidor vigués mantiene el listón muy por encima de los 14 concejales que marcan la mayoría absoluta y hace inútil cualquier esfuerzo de la oposición por abrir el debate sobre cambios de tendencia o fines de ciclo. La encuesta refleja que estos no se perciben por ningún lado.

Caballero es el alcalde mejor valorado, con un 6,8 (los votantes de PP y BNG lo siguen aprobando), y la gestión del gobierno local merece un 6,4. Su horizonte parece despejado a dos años vista del nuevo veredicto de las urnas, con proyectos aprobados para adecentar trescientas calles más en la ciudad y con un Plan Xeral a punto de aprobarse para tratar de hacer frente a la mayor preocupación ciudadana, que es la carestía de la vivienda.

Hay en la encuesta un dato que, si acaso, le puede generar cierta inquietud al dirigente socialista: casi el 26 % del electorado dice que no piensa votar, y el porcentaje de indecisos se aproxima al 20 %. Que se dé por hecha su victoria y eso genere una desmovilización de parte de sus seguidores podría favorecer a sus rivales. En intención de voto —aquellos encuestados que responden directamente porque tienen claro que irán a depositar su papeleta y dicen, además, a quién apoyarán—, el PSOE vigués mantiene un 32,3 %. Es decir, un tercio de los votos los tendría garantizados. Un colchón sobre el cualquier candidato quisiera recostarse.

El PP vigués tiene trabajo por delante. No solo porque siga en los cinco concejales, muy lejos de cualquier opción de gobernar en la ciudad más poblada de Galicia, sino también por la necesidad de consolidar un proyecto local tras varios intentos fracasados. Luisa Sánchez lleva apenas tres meses como presidenta y líder de la formación. Su margen de mejora es evidente: ahora mismo solo la conocen el 35,6 % de los encuestados

El Bloque mantiene una línea de moderado ascenso. El grupo que lidera Xabier Pérez Igrexas mejora dos puntos y medio en estimación de voto respecto a los comicios de mayo del 2023, lo que le otorgaría cuatro concejales y dejaría en condiciones de disputarle al PP el liderazgo de la oposición. Sin embargo, está muy lejos de los datos que logró hace solo un año en la ciudad. Los nacionalistas ganaron por primera vez unas elecciones en Vigo, con Ana Pontón como candidata a la Xunta en las autonómicas. Aprovechar al menos una parte de ese caudal de papeletas (más de 56.000) es el reto que afrontan. Queda por comprobar que los nacionalistas sean capaces de arrebatar a Caballero apoyos de la izquierda no nacionalista.

Inés Rey con un edil menos, volvería a necesitar al BNG para gobernar A Coruña

Los nacionalistas ganan un edil respecto al 2023, y el PP sube más de tres puntos en estimación de voto

A. Andrade

Sin grandes cambios respecto a las elecciones de mayo del 2023, cierta estabilidad define por ahora el panorama político municipal de A Coruña a la vista de los datos del barómetro de Sondaxe en el ecuador del mandato. Sin embargo, hay matices que parecen avanzar un escenario más abierto en el 2027. La principal novedad es la pérdida de un concejal por parte del PSOE, que baja de 11 a 10, una tendencia que ya se recogía en el barómetro de Sondaxe que La Voz de Galicia publicó hace un año. Ese edil que cederían los de Inés Rey (que gobierna en solitario) se lo llevaría el BNG que encabeza Francisco Jorquera, que de esta manera pasaría a tener 5.

Si estos datos se mantuviesen dentro de dos años, el PSOE podría volver a gobernar la ciudad, pero solo con el apoyo del Bloque. La afinidad entre los dos grupos de izquierda se mantiene, a pesar de que el mandato ha estado trufado de conflictos puntuales que han tensado las relaciones. El momento más delicado llegó el pasado mes de febrero, cuando BNG y PP votaron juntos contra la cuestión de confianza a la que Inés Rey vinculó los presupuestos de la ciudad. Esto abrió un plazo de un mes para una posible moción de censura, que no se presentó porque los nacionalistas cerraron por completo la vía. Pero dejó a la vista las tensiones entre los dos partidos.

El edil que ganarían los nacionalistas —según la encuesta de Sondaxe— les daría más influencia todavía sobre el ejecutivo de Rey. Pese a la pérdida de ese concejal, el partido del gobierno se mantiene estable en intención de voto (31,5 %, frente al 31,4 % de mayo del 2023), aunque con un trasvase de cuatro puntos a los populares (el del PP al PSOE es del 3,5 %).

Respecto al BNG, la ganancia de un concejal tiene que ver, primero, con la fidelidad de sus votantes, la más alta, con un 79,4 %, casi 3 puntos más que los populares y 12 más que los socialistas. Y, segundo, con la caída de Marea Atlántica y de otras mareas vinculadas a Sumar o Podemos, ya muy disminuidas en las pasadas elecciones y cuyos votos sigue recogiendo el Bloque.

El Partido Popular sigue clavado en los 12 concejales que obtuvo en mayo del 2023, pero tiene en la estimación de voto su principal argumento para pensar en algo más. Es el que más crece en la ciudad, donde ha ganado desde entonces 3,2 puntos, hasta situarse en el 39,7 %, con una fidelidad de voto del 76,7 %. Su portavoz, Miguel Lorenzo, sabe que necesita todavía dos concejales más, porque la mayoría absoluta es en la práctica la única vía posible para alcanzar el mando en María Pita.

Este barómetro de Sondaxe recoge también la caída de Marea Atlántica y del ex de marea José Manuel Sande (2,3 y 2,6 % de estimación de voto hoy, respectivamente), y la subida de Vox, que pasa del 3,9 % de sufragios en mayo del 2023 al 4,6 %.

Ninguno de los tres líderes municipales obtiene calificaciones relevantes. Inés Rey es la única que llega al aprobado, con un 5 raspado, y es, además, la que goza de mayor notoriedad, casi el 88 %. Un 4,6 es la nota de Miguel Lorenzo, según el barómetro, y un 4,35, la de Francisco Jorquera. La alcaldesa socialista, como el portavoz popular, cosecha el mayor número de adeptos entre los votantes mayores de 65 años. A Jorquera lo apoyan sobre todo los del tramo de edad de 30 a 34 años.

Jácome resiste en Ourense, pero se mantiene lejos de la mayoría absoluta

Democracia Ourensana y el PP se mantienen, y el PSOE perdería un edil, que iría para el BNG, que superaría a los socialistas en estimación de voto

Miguel Ascón

Si las elecciones municipales se celebrasen hoy, el partido de Gonzalo Pérez Jácome volvería a ser el más votado en Ourense, pero seguiría lejos de la mayoría absoluta. El escenario que dibuja la encuesta de Sondaxe es prácticamente el mismo que salió de las urnas en el 2023. El PP también repetiría resultado y el único cambio sería el intercambio de un edil entre PSOE y BNG, que perderían los socialistas y ganarían los nacionalistas.

Los dos primeros años de mandato —que se suman a los cuatro del período 2019-2023— no han provocado casi desgaste en Democracia Ourensana, que mantendría los diez concejales logrados en las últimas elecciones. La absoluta, que se sitúa en catorce ediles, es por ahora inalcanzable para Jácome. Sondaxe prevé para DO una estimación de voto del 32,2 %, menos que en el 2023.

Sería la primera fuerza y el segundo puesto, de nuevo, iría para el PP. Esta formación está en la oposición, pero es el principal apoyo para el gobierno de Jácome cuando el alcalde necesita sacar adelante sus proyectos. Ese entendimiento ha generado tensiones. Su candidato en el 2023, el exalcalde Manuel Cabezas, dimitió al arrancar el mandato por el acuerdo para repartirse Diputación y Ayuntamiento. En su ausencia fue portavoz la concejala Sonia Ogando, pero un nuevo pacto con Jácome con el que no estaba de acuerdo acabó con su relevo. Ahora la portavocía popular la ejerce Ana Méndez, directora de Galicia Calidade, y a nivel interno el partido se debate entre seguir en la oposición o volver a gobernar en coalición con DO. En este contexto, según la estimación de Sondaxe, el PP obtendría el 24,4 % de los votos y mantendría los siete concejales que tiene actualmente.

El PSOE sufre un desgaste mayor. Estos dos años desde las últimas elecciones también resultaron complicados para los socialistas. Su candidato, el exalcalde Paco Rodríguez, se echó a un lado y, aunque no ha dimitido, lleva sin asistir a los plenos desde el inicio del mandato. Ha asumido el liderazgo la responsable de la agrupación local, Natalia González. Según la encuesta, el PSOE obtendría un 17,9 % de los votos, con un punto y medio menos de apoyo que en el 2023. Los socialistas bajarían de seis a cinco concejales, y ese edil lo ganaría el BNG, que subiría de cuatro a cinco representantes. La formación nacionalista es también el único partido que mejoraría porcentajes. La estimación de voto de Sondaxe le da un 19,2 %, tres puntos más, y superaría así en estimación de voto a los socialistas. Cabe destacar, en todo caso, que uno de cada cuatro encuestados se muestran ahora mismo indecisos o no quieren revelar sus preferencias.

El BNG de Goretti Sanmartín crece en Santiago a costa de un PSOE en crisis

La regidora nacionalista sube, igual que el PP, que sigue aún a distancia de lograr una mayoría absoluta

S. Lorenzo

Las municipales del 2023 marcaron una nueva etapa en una alcaldía de Santiago por la que, en menos de diez años, han pasado sucesivamente las cuatro formaciones con presencia en la corporación. En ese baile de la silla, la última en acceder al asiento fue la nacionalista Goretti Sanmartín. Por vez primera una mujer tomaba el bastón de mando en el pazo de Raxoi y, además, lo hacía al frente de unas siglas inéditas en la asunción de esa responsabilidad, las del BNG. Dos años después, aquel bipartito hilvanado con seis concejales del Bloque y dos de Compostela Aberta (CA), afianza su posición, y lo hace a costa de un PSOE inmerso en su travesía por el desierto, tras una sonada ruptura de su grupo municipal en la que aún quedan capítulos por escribir en los tribunales.

Pero, más allá de la estimación del reparto de concejales, el barómetro de Sondaxe aporta muchos matices a la situación política en Santiago. El sondeo sitúa al BNG con siete ediles, uno más. Es un acta que gana a costa del PSOE, que pasa de seis a cinco. Y ahí se acaban los cambios respecto al escenario que salió de los comicios locales.

El BNG es la fuerza que más crece, con un 26,8 % en estimación de voto, 3,2 puntos más que en las urnas. Es un avance apreciable, aunque deja un ligero signo de desgaste respecto al barómetro que Sondaxe realizó hace un año, en el que el Bloque saltaba hasta los 8 concejales y un 28 %. Ese mínimo traspiés también aflora en la valoración de Sanmartín, con un 5,07 frente al 5,26 que tuvo hace un año.

La encuesta, realizada entre el 12 y el 22 de mayo, retrata el impacto de la detonación de la crisis socialista, con la expulsión del partido de cuatro de sus seis ediles y su paso a la condición de no adscritos. Pese al drama, la verdadera debacle de un PSOE que fue determinante en la construcción de la Compostela moderna, y que gobernó en el anterior mandato, tuvo lugar en las urnas. Ahora, con un 17,9 % en estimación de voto, recuperaría incluso uno de los dos ediles que cedía en el barómetro de hace un año.

Así que, en la correlación entre izquierda y derecha, son ajustes de suma cero que mantienen a la fuerza más votada en el 2023 lejos aún de atisbar el poder. Porque el PP de Borja Verea algo avanza, con casi dos puntos más en intención de voto, pero ni su líder (con una valoración de 4,6) ni su labor de oposición (4,36) terminan de convencer.

El bipartito PSOE-BNG podría seguir gobernando en Lugo

El socialista Miguel Fernández cedería un edil al BNG, y el PP de Candia se quedaría de nuevo cerca de la alcaldía

María Guntín

El PP volvería a ser el partido más votado en la ciudad de Lugo, pero seguirá en la oposición, mientras que los socialistas, con el alcalde Miguel Fernández al frente, perderían un concejal que se iría al BNG. El resultado de la última encuesta de Sondaxe refleja un trasvase de voto a favor de los nacionalistas, encabezados por el teniente de alcalde Rubén Arroxo. En todo caso, está por ver si en las municipales del 2027 la corporación sube de 25 a 27 ediles por el incremento de población (al superar los 100.000 vecinos), y el impacto que tiene en el reparto de concejales.

El PSOE ha sufrido dos años de movimientos en la alcaldía, primero con la marcha de Lara Méndez al Parlamento medio año después de ser elegida, y posteriormente con el fallecimiento de su sucesora, Paula Alvarellos, un año después de coger el bastón de mando. Desde el 11 de marzo de este 2025 el alcalde es Miguel Fernández.

Una sucesión de acontecimientos en el bastón de mando que, por ahora, no parecen no desgastar al bipartito. Enfrente está el PP de Elena Candia, que sigue fuerte en la urbe. La estimación de voto para los populares sube en una décima, pasando de un 43,6 a un 43,7 %. Conservaría sus doce concejales y se quedaría nuevamente a solo uno de la mayoría absoluta cuando faltan dos años de mandato. Un margen lo suficientemente pequeño como para que se abran nuevos escenarios de cara a las municipales de 2027.

En el bipartito, solo tres puntos de estimación de voto separan ahora los socialistas de los nacionalistas. Miguel Fernández pasaría de una estimación del 27,7 al 26,1 % frente al BNG, que subiría de un 19,9 a un 23,1 %. Eso sí, los nacionalistas tienen en Lugo al electorado menos fiel de entre todas las grandes ciudades gallegas, y eso les puede pesar en un escenario apretado.

El bipartito BNG-PSOE afronta ahora su segundo mandato gobernando la ciudad, aunque con un panorama diferente al de hace dos años, cuando era Lara Méndez la regidora. Tras unos meses con el bastón de mando, Miguel Fernández tiene en su contra —frente al resto de líderes políticos—, el grado de conocimiento más bajo. Apenas supera el 68%, cuando la popular Candia roza el 80 % y el nacionalista Arroxo está en el 78 %. A su favor: es el que tiene la nota más alta entre los tres. Posiblemente todo lo anterior explica que el actual regidor esté pisando con mucha regularidad cada uno de los barrios de la urbe. Tendrá que vigilar el crecimiento del Bloque, y a la vez a una Elena Candia que no ha dejado de trabajar ni de hacer campaña desde el minuto uno en que aterrizó en la ciudad, a la que llegó para imponer orden dentro de las filas populares.

Lores podría repetir en Pontevedra los mismos resultados del 2023

El actual alcalde anunció que se presentará a un octavo mandato y mantendría los nueve ediles de los anteriores comicios en un escenario con el PP subiendo ligeramente, pero sin sumar actas

Christian Casares

Pontevedra es un tablero fijo. Nada se mueve. Miguel Anxo Fernández Lores, que este mes anunció que optará a un octavo mandato encabezando las listas del BNG en el 2027, repetiría ahora el resultado de las elecciones de hace dos años. También mantiene prácticamente la intención de voto, y obtendría los mismos concejales que el barómetro de Sondaxe le otorgaba hace un año. Volvería a lograr los nueve ediles que consiguió en el 2023 y con los que gobierna desde entonces en minoría. El PSOE, en quien se apoyó para su investidura —aunque sin firmar un pacto de gobierno— también repite con cinco ediles, y el PP se queda asimismo en los once de hace dos años, aunque subiría en apoyos.

No hay erosión ni en la acción de gobierno. Y eso que el inicio de mandato ha sido convulso, con un Lores sacando los presupuestos por la mínima, ligados a una moción de confianza. Ahora, con las aguas más calmadas con los socialistas y con algunos acuerdos encauzados, la situación política no varía. Lores sigue gozando de un aprobado largo entre los pontevedreses, que le dan un 5,46 y suspenden a los líderes del PSOE, Iván Puentes (4,28), y PP, Rafa Domínguez (4,53). Solo son ligeramente más críticos en la franja de los mayores de 65 años, aunque tan ligeramente por debajo del cinco está la nota que le otorgan los pontevedreses más veteranos a Lores que puede considerarse un aprobado (4,97).

Entre los elementos que causan desencanto entre el electorado destacan el reproche a no haber cumplido lo prometido o un abandono del rural y de los barrios en beneficio del centro urbano. Elementos, sin embargo, que no desgastan a un Lores que ha venido revalidando la alcaldía de Pontevedra desde 1999.

La mayoría absoluta de Rey Varela en Ferrol no se resiente

El proyecto de abrir Ferrol al Mar, la agilidad de los trámites municipales y el desarrollo del suelo cedido por Defensa refuerzan la posición del PP

Andrés Vellón

La llegada al ecuador del mandato no pasa factura a la mayoría absoluta lograda en el 2023 por el PP de José Manuel Rey Varela. Si acaso, la robustece. La encuesta de Sondaxe indica que los populares consolidarían hoy sus 13 ediles sobre 25, y su intención de voto subiría del 45,3 al 47, 6 %. Los frutos ya visibles de parte del proyecto de abrir Ferrol al Mar; más agilidad —aunque aún insuficiente— en trámites urbanísticos; el incipiente desarrollo de suelo cedido por Defensa... Y sobre todo un contacto de calle muy intenso con el tejido asociativo son algunas de las claves para el PP. Pero quedan deberes: fijar un modelo claro de movilidad en el centro; hacer más contundente la exigencia de mejora del tren a A Coruña; o habilitar suelo industrial. Por ejemplo.

Por la izquierda aparece un cambio que podría parecer pequeño, pero es notable. El PSOE del exalcalde Ángel Mato sube de siete a ocho concejales, con una intención de voto del 27,3 % frente al 27, 4% obtenido en el 2023. Un edil, pero importante. ¿Por qué? Porque llega a costa de la caída —que aún sigue— de aquella marea de Ferrol en Común. Jorge Suárez como líder toca fondo y se quedaría con un edil, frente a los dos actuales. Y su estimación de voto baja al 6,7 %, cerca de quedarse sin representación.

Para el BNG de Iván Rivas, la vida sigue igual. Sin variar ni un ápice sus argumentos políticos de anteriores mandatos, mantendrían los tres concejales actuales y subirían un punto en estimación de voto (11,2 %). Poco si se compara con la tendencia global del Bloque.

Dos años, en resumen, en los que la encuesta pone al PP más cerca de ampliar su mayoría absoluta que de perderla. Pero, ojo. Porque un solo edil le daría la vuelta a todo.

Ficha técnica

Ámbito: Ciudades de Vigo, A Coruña, Ourense, Lugo, Santiago, Pontevedra y Ferrol. Universo: Población empadronada en cada municipio de 18 o más años de edad. Muestra: 400 entrevistas en cada ciudad. Tipo de entrevista: Técnica mixta; telefónica asistida por ordenador (sistema CATI) y personal asistida por tabletas (sistema HAPI). Afijación y selección de las entrevistas: Para el campo telefónico selección de los hogares mediante semilla de aleatorización de una base de teléfonos del municipio; para el campo personal sistema de rutas aleatorias en los municipios; en ambos casos, cuotas de edad y sexo para seleccionar la persona a entrevistar. Margen de error: +/- 4,98 %. Fecha del trabajo de campo: Del 12 al 22 de mayo del 2025. Instituto responsable: Sondaxe