Almeida apunta al colapso de la terraza como causa del derrumbe del edificio de Madrid

La Voz REDACCIÓN

ESPAÑA

Policía Nacional | EFE

Un juez investiga la tragedia, que ha dejado cuatro víctimas mortales

08 oct 2025 . Actualizado a las 21:14 h.

Las primeras investigaciones tras el colapso de las forjas de un edificio de la calle Hileras de Madrid arrancaron ayer y apuntan al desplome de la terraza como causa del desprendimiento que la noche del martes dejó cuatro muertos. Tras las labores de rescate, que concluyeron este miércoles, las autoridades pidieron cautela a la hora de barajar las causas que provocaron el derrumbe. Una tragedia por la que ya se han abierto diligencias.

El jefe de los bomberos del Ayuntamiento de Madrid, Miguel Seguí, detalló que el colapso del edificio, en reformas para transformarlo en un hotel, «es una suma de factores. Estaban trabajando sobre una estructura antigua, retirando tabiques y modificando cargas». Pero el alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida, aseguró que la hipótesis con la que se trabaja es que la acumulación de material de obra en la terraza del último piso forzara el colapso de las forjas superiores, que, tras su desprendimiento, habrían arrastrado las inferiores. El mismo Seguí indicó que «quedan zonas inestables y elementos colgantes», pero al haberse hallado los cuerpos sin vida de los cuatro desaparecidos, «el trabajo de rescate está finalizado».

Las investigaciones también apuntan al mal estado del edificio. Aunque Almeida reiteró que los permisos de obra estaban en orden y fueron acreditados el pasado mes de febrero, la secretaria del Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM), Eugenia del Río, advirtió de que en el registro del Ayuntamiento existe una inspección técnica del año 2022 en la que se situaban en estado «desfavorable» varios elementos de la construcción, entre ellos la «fachada, exteriores, medianeras, conservación de cubiertas y azoteas, así como de la fontanería y la red de saneamiento», recoge Europa Press.

«El Ayuntamiento no había actuado porque no habíamos recibido ninguna denuncia acerca de que se estuvieran vulnerando las condiciones de la licencia o las condiciones de seguridad», añadió por su parte el regidor.

Hacia los tribunales

Los fallecidos son Laura, la arquitecta del proyecto, y los trabajadores de la constructora Anka Dambéle, Alfa y Jorge, originarios de Malí, Guinea y Ecuador, y con edades comprendidas entre los 30 y los 50 años. El jefe de la empresa, Daniel Anca, declaró a los medios que se trató de un «accidente» y que las obras avanzaban lentamente porque, por la antigüedad del edificio, se dividió el trabajo por etapas: «Se va demoliendo una parte, se refuerza y se ejecuta. Se toman todas las medidas de seguridad».

No obstante, el juez de Instrucción número 43 de Madrid, Fernando Fernández, decretó la apertura de una investigación judicial para dilucidar si se cometieron posibles delitos en el proceso de reforma del bloque. Él mismo fue el que ordenó el levantamiento de los cadáveres de los fallecidos, un proceso obligado en casos de muerte no natural.

Jóvenes, profesionales y con familias fuera de España

La identidad de los cuatro fallecidos se dio a conocer ayer. Se trata de tres trabajadores de la obra y la arquitecta que supervisaba el proyecto. Laura Rodríguez Sabín, de 30 años, se encontraba en uno de los baños de la primera planta junto al despacho en el que trabajaba. Llevaba cuatro años y cuatro meses en la empresa Rehbilita, especialista en rehabilitaciones y construcciones de obra nueva. Nacida en Madrid en mayo de 1995, se licenció en la Universidad Politécnica de Madrid y se encargaba, además, de tareas administrativas y de gestión.

De entre los obreros, hay dos de origen africano, Dambelé y Alfa, oriundos de Mali y Guinea respectivamente. El primero tenía 40 años y cinco hijos en su país natal, que ahora quedan huérfanos de padre. Había llegado a España hace dos años y comenzó a trabajar como operario en la constructora Anka tras regularizar su situación. Era muy aficionado al Real Madrid, pasión que mostraba a través de su cuenta de TikTok, donde tenía 2.000 seguidores.

Alfa, cuyo nombre real es Diallo Mamadún, tenía 50 años y era el único trabajador en condición de inmigrante de entre los fallecidos, aunque no trascendieron más detalles sobre su origen. La última víctima mortal es Jorge, procedente de Ecuador y de edad similar a la de sus compañeros, aunque no se conocieron tampoco más detalles debido a que los forenses no habían terminado de identificar su cadáver al cierre de esta edición.