Vuelve el pulpo gallego, que solo dio para que cada habitante coma una ración en nueve meses
PESCA Y MARISQUEO

Tras concederle más tiempo que nunca para reproducirse, mañana llegarán a las lonjas los primeros de la temporada
30 jun 2025 . Actualizado a las 04:45 h.Con la maestría con la que se cocina en la gran mayoría de locales hosteleros de Galicia y con la que se trata y se presenta en las empresas de distribución gallegas, el pulpo triunfa en buena parte del planeta. Símbolo gastronómico y cultural de la comunidad autónoma, atender una demanda que no para de crecer sería imposible sin el cefalópodo importado de caladeros marroquíes, mauritanos, senegaleses o franceses. Ahora que el gallego vuelve este martes a las lonjas y a los mercados, los pescadores y los comercializadores desean que abunde más, sobre todo después de las 13 semanas que Galicia le ha concedido para reproducirse y criar. Saborear el Octopus vulgaris autóctono es un privilegio, y no solo por el precio. Sin ir más lejos, los 1,02 millones de kilos capturados en la campaña anterior solo darían para que cada una de los 2,71 millones de personas censadas en Galicia comiese unos 377 gramos en nueve meses.
De ese peso en bruto se aprovecha poco más de una ración del tradicional pulpo á feira, que suele ser de unos 250 gramos de tentáculos troceados, aunque algunas también rondan los 300. Depende del tamaño de la pieza, pero no hay que perder de vista que de un kilo se aprovechan menos de 700 gramos, una vez eviscerado y sin cabeza.
Expectación y más controles
En ese escenario, a las cinco de la madrugada de este martes comenzarán a zarpar de los puertos los naseiros que prueben suerte en el arranque de una campaña en la que podrían capturarlo alrededor de 2.800 embarcaciones. Arrancadespués de que, pese a la oposición de parte de los pescadores, la Consellería do Mar le haya dado al pulpo más tiempo que nunca para reproducirse y criar: tres meses, entre el paro biológico de abril y la veda de mayo y junio. Sobre las cuatro de la tarde, los pescadores ya tendrán a bordo el producto que poco después se subastará en las lonjas. Y hay expectación por saber cuánto han cogido, por el tamaño de los ejemplares y por la cotización en primera venta.
Sobre todo entre los consumidores, que desde el 1 de abril se han quedado sin el genuino pulpo gallego fresco, el Octopus vulgaris. Al menos no el vendido por los cauces legales, porque no se permitía que nadie cogiese ni una sola pieza. Pese a estar prohibido, o quizá por eso, furtivos trataron de sustraerlos.
Por eso Mar reforzó los controles por mar y tierra con Gardacostas. Solo en abril y en mayo decomisó más de 6.000 útiles para coger pulpo, parte de ellos nasas, si bien la mayoría eran cacharros, ilegales en Galicia y permitidos en Portugal. Estos artefactos resultan particularmente dañinos porque las hembras se refugian en ellos para desovar. En distintos operativos, Gardacostas ha logrado devolver vivos al mar más de 1.700 kilos de pulpo, apuntan desde la consellería. «Co fin de evitar as ventas ilegais», pide a las cofradías «estreita cooperación» para tratar de frenar a los furtivos «que poñen en risco a conservación deste prezado produto pesqueiro».
El kilo, a casi 11 euros en lonja
La petición se explica porque el objetivo de las 13 semanas de veto a la pesca del octópodo ha sido el de proteger a las hembras reproductoras y el desove, así como a los ejemplares juveniles que todavía no pesan un kilo, el mínimo exigido para venderlo. Además, Mar ha querido contribuir a mejorar las capturas ahora y a una «recuperación significativa» del recurso en las dos campañas siguientes.
Sin el 10 % de IVA ni tasas que rondan el 3 %, en las rulas gallegas el kilo cotizó en la pasada temporada a una media de 10,78 euros, un 16 y un 20 % más que en la dos anteriores. Entre otros motivos porque las ventas de julio del 2024 a marzo del 2025 fueron un 25 y un 49 % inferiores a las de esos mismos períodos en los años precedentes. Para los pescadores supuso bajar de 18 millones de euros en la antepenúltima campaña a casi 11 millones en la última.
Según la consellería, la escasez o la abundancia de pulpo «depende en gran medida das condicións ambientais que actúan sobre o recrutamento». Podría ser el motivo de la repentina aparición en la costa atlántica francesa en el 2021, cuando eclosionó, hasta el punto que los pescadores lo consideraron una plaga. Tras el rechazo inicial, optaron por sacarle partido y lo comercializan. Es la misma posibilidad que valoran los pescadores británicos del otro lado del canal de la Mancha, donde ahora inquieta la inusual abundancia.