María Josefa y María Jesús se despiden de Conservas Antonio Pérez Lafuente tras medio siglo de «trabajo esencial»
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La empresa agasajó con camelias de plata a las dos veteranas operarias, a las que ha agradecido la lealtad demostrada en sus cinco decenios en la empresa
29 sep 2025 . Actualizado a las 18:17 h.Lunes de despedida en las dependencias de Conservas Antonio Pérez Lafuente. María Josefa y María Jesús, dos «trabajadoras esenciales» según las define la empresa, se jubilan tras cinco décadas de entrega y compromiso en la empresa familiar. Las dos, nacidas en el año 1960, se incorporaron a la empresa siendo poco más que unas niñas, en septiembre de 1974 y 1975 respectivamente. Sus padres tuvieron que acompañarlas a la hora de firmar el contrato laboral, ya que solamente tenían 14 y 15 años cuando comenzaron a trabajar. Desde entonces, dice la compañía, «han formado parte activa de la historia de la conservera Vilanovesa, contribuyendo con su esfuerzo y conocimiento al crecimiento y evolución de la compañía». En ellas se condensa y se simboliza «la responsabilidad y la capacidad de sacrificio de toda una generación».
Para agradecerles todo el trabajo desarrollado en sus años en la empresa, la dirección de la misma les ha hecho entrega de una camelia de plata, el reconocimiento conmemorativo que desde hace años reciben las empleadas al finalizar su etapa profesional en la conservera. Es, explican, «un símbolo del respeto y agradecimiento a tantas décadas de fidelidad y trabajo». En el caso de María Josefa y María Jesús, «encarnan el espíritu de la compañía: tradición artesanal, compromiso y transmisión generacional de saberes. Su historia se suma a la de otras compañeras que dedicaron décadas de esfuerzo y compromiso ininterrumpido a la misma conservera».