La conserva dice que etiquetar en braille como exige Consumo encarecerá las latas
SOMOS MAR

Insta a los operadores europeos a recurrir para paralizar la normativa
26 jun 2025 . Actualizado a las 04:45 h.La patronal conservera, Anfaco-Cecopesca, ha expresado su preocupación al conocer que el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 ha enviado su proyecto de real decreto sobre etiquetado accesible sin atender ni una sola de las alegaciones presentadas, ni por la conserva ni por cualquier otro de los colectivos afectados, asegura la entidad. En un comunicado, el secretario general de Anfaco, Roberto Alonso, reafirma su «compromiso con la igualdad», pero al tiempo subraya que el modo en que la propuesta de legislación enviada por España a la Unión Europea exige que se etiquete en braille pone en riesgo «la viabilidad técnica y comercial del futuro real decreto».
La norma planteada establece que en los productos de consumo debe figurar en braille la denominación o nombre comercial, naturaleza y categoría del producto; las advertencias de peligro o atención en caso de sustancias y mezclas peligrosas, y los datos relativos a ingredientes que causen alergias o intolerancias. El resto de la información, como calidad, cantidad, fecha de producción y demás, puede ser facilitada a través de un código de respuesta básica (QR) u otro sistema análogo. Pero la patronal considera que hay alternativas digitales «más eficientes, accesibles e integradoras, como códigos QR parlantes, etiquetas inteligentes o aplicaciones móviles como NaviLens», a fin de cuentas «solo un 10 % de las personas ciegas afiliadas a la ONCE, unas 10.000 en España, utiliza braille de forma habitual». Esa cifra «invita a reflexionar sobre la proporcionalidad de una medida que representa un elevado coste para las empresas y una limitada efectividad para los consumidores objetivo», apuntan.
Porque lo que está claro es que se encarecerá el producto. El sobrecoste estimado de «aplicar el stick braille en una lata de conserva puede alcanzar entre un 0,5 y un 1 % del precio final del producto, considerando la inversión en maquinaria especializada y la ralentización de las líneas de producción».
Además de aludir a las alternativas digitales al braille, Anfaco apuntaba en sus alegaciones diversas particularidades, como la diversidad de formatos de envasado con difícil solución técnica de etiquetado —tales como bolsas de plástico o latas litografiadas—, la necesidad de identificar claramente el estuche exterior como soporte del etiquetado accesible y la exclusión de productos temporales vinculados a campañas especiales.
Pero nada de eso ha sido tenido en cuenta, según apunta Anfaco, que reprocha al Gobierno que «no solo ignora las aportaciones del sector, sino que impone soluciones técnicamente ineficaces, ambientalmente cuestionables y económicamente gravosas», dice Roberto Alonso.
Y es que, según la tesis de los conserveros, la propuesta contradice los objetivos de sostenibilidad que Europa promueve al requerir soluciones como sticks plásticos adhesivos en latas o aumentar el grosor de envases para poder aplicar el braille, «lo que genera un impacto ambiental y un mayor uso de materiales no reciclables».
Además, el proyecto, tal y como está redactado, «rompe el marco normativo comunitario y el reconocimiento mutuo de normas entre Estados miembros, al exigir que productos importados desde otros países de la UE cumplan con estas obligaciones específicas de etiquetado», algo, aclara Anfaco, que podría contravenir el reglamento sobre reconocimiento mutuo de mercancías.
Así las cosas, la patronal española ha instado a sus asociados europeos a examinar el proyecto con detenimiento y presentar observaciones, ya que su aprobación «podría sentar un precedente muy problemático para el mercado único».