Manuel Bouzas, arquitecto: «Cuánto más construyas en madera, más carbono estás capturando»
FORESTAL
El comisario de españa en la Bienal de Venecia defiende que los edificios de este material son lugares de confort y calidad
28 oct 2025 . Actualizado a las 08:48 h.Durante toda la mañana de hoy, la Fundación Arume celebra una nueva edición de Piñeiros, una jornada que se ha convertido en lugar de encuentro y debate para el sector forestal gallego. Allí estarán, este año, Roi Salgueiro y Manuel Bouzas, arquitectos y responsables del proyecto de España en la Bienal de Venecia. Ellos representan a una nueva generación de arquitectos que quiere reducir la huella ambiental de la construcción. Y ahí, la madera, juega un papel imprescindible.
—¿Cómo es el proyecto que han llevado a la Bienal de Venecia?
—Es un proyecto con Roi Salgueiro que hicimos para la Bienal de Arquitectura de Venecia, que es la más importante del mundo y se celebra cada dos años. En ella, Carlos Rati propone un tema, que es cómo se puede enfrentar el cambio climático a través de la inteligencia. Nosotros le proponemos Internalities, que es una palabra inventada para definir la actitud de una nueva generación de arquitectos españoles que quiere sacar fuera de la ecuación todos los impacto negativos que la construcción tiene al medio ambiente e incorporar eso a sus líneas de trabajo. Reunimos a 50 participantes que nos cuentan, a través de sus obras, que en España se está trabajando con recursos locales, de bajo impacto e incluso regenerativos, como la madera. Lo que nos diferencia de otros pabellones es que España consiguió presentar 16 obras de arquitectos que demuestran que es posible hacerlo.
—La madera es uno de esos recursos imprescindibles para lograr la descarbonización de la construcción.
—De entre todos los recursos, la madera es la que tiene mayores ventajas, por su trazabilidad, que es de las más legibles. Y permite absorber más carbono del que emite, porque la mitad del peso seco de cualquier producto de madera es carbono. Cuanto mas construyas en madera, más carbono estás capturando y las casas se convierten en almacenes de carbono. Así, las ciudades se pueden convertir también en una forma de limpiar la atmósfera. Siempre y cuando, claro está, esto se haga con una gestión adecuada y centrada en los productos locales. No servirá de nada si vamos a destruir el Amazonas para construir en madera.
—¿La madera está de moda en la construcción?
—En realidad siempre lo ha estado. No hay que olvidarse de que las cubiertas de las catedrales eran de madera y de que existe una gran tradición constructiva con este material. Pero ahora no es cuestión de construir como lo hacían en el pasado. Este producto se ha actualizado y se ha industrializado para sacarle el máximo rendimiento. Ahí está el CLT, con el que se están haciendo grandes edificios. Permite construir rápido y de forma eficiente y levantar un edificio de veinte platas de forma muy ágil. Está de moda, sobre todo, en viviendas y hay muchos ejemplos, sobre todo en Cataluña. En Galicia se corta la mitad de la madera de España y ahora tenemos uno de los dos grandes productores de CLT, que es Xilonor. Pero aquí no se ve tanta vivienda social, tantos edificios, porque entiendo que todavía hay cierta desconfianza y competencia en precios. Pero estoy seguro de que los veremos dentro de muy poco.
—Sin embargo, también es un material que todavía genera cierta desconfianza entre los consumidores.
—La desconfianza de las personas es algo muy habitual cuando algo nuevo se está desarrollando. Hay otros lugares que no desconfían tanto y por eso la construcción en madera se ha implantando en el norte de Europa, por ejemplo. En Galicia nos cuesta creerlo, pero basta con visitar un edificio de estas características para que todos sus miedos se disipen. Yo les diría que se acerquen a ver uno de estos grandes edificios que se han construido en Galicia, como la sede de la Universidad de Vigo, en el Berbés. Son espacios de confort, belleza y calidad. La pared blanca y neutra es fría e impersonal, pero una pared de madera da confort. Y cuando hablamos de costes, miramos siempre el coste personal, el que nos va al bolsillo. Pero hay otro coste, que es el que paga el planeta, y ese es invisible. Debemos sospechar, cuando las cosas son demasiado baratas, quién está pagando el coste real.
—¿Qué tipo de consumidor es el que más demanda este tipo de construcciones?
—A todos los gusta comer bien, con productos de calidad y de cercanía que podamos pasar horas cocinando. Y comparamos eso con los precocinados, que no tienen ningún aporte nutricional y que no son igual de buenos. Y yo me pregunto ¿por qué nos preocupamos de lo que metemos dentro de nuestro cuerpo y no de lo que lo envuelve? Hay una batalla contra las nuevas fuerzas y más madera es una de las grandes soluciones de Galicia. Así que yo animo a la gente a que venga a Piñeiros, consulte Internalities y vea la cantidad de excelentes ejemplos de buena arquitectura que hay. Hay muchos ejemplos de edificios públicos de madera, no es un nicho concreto, ni para unas personas concretas. Son viviendas sociales, no para ecofanáticos, para gente que ha ahorrado y quiere tener una buena vivienda.
