Siete comunidades de montes ejemplares

Pedro Rodríguez
pedro rodríguez VIGO / LA VOZ

FORESTAL

Oscar Vázquez

Coruxo, Teis, Camposancos, Vincios, Covelo,Viladesuso y Meira destacan en un atlas de Galicia y Asturias por su lucha contra especies invasoras, el uso de animales para prevenir incendios o proteger el patrimonio

19 oct 2025 . Actualizado a las 03:30 h.

Las comunidades de montes de Vigo son activos imprescindibles en la gestión forestal del los espacios naturales que rodean a la ciudad. Son las herederas de un modo de gestión comunal que hoy pervive en 14 comunidades diferentes, con cerca de 3.500 miembro y que aglutinan un 17 % de la superficie total de Vigo. Dos de estas comunidades, Coruxo y Teis, acaban de ser incluidas en el Atlas das Comunidades Locales Conservadas, un documento que destaca la gestión de 33 entidades de Galicia y Asturias. Este documento nació al amparo del proyecto de Comunidades Activas y Paisajes Resilientes a Incendios Forestales y Cambio Climático (Caprif-CC), que tiene el objetivo de «promover una gestión forestal sostenible en áreas de alto valor natural y superficies quemadas con iniciativas innovadoras de aprovechamiento del monte».

El atlas destaca la labor de los comuneros de Coruxo en la regeneración del bosque autóctona y la creación de cortafuegos verdes. Recuerdan que la ola de incendios de 2017 que cercó Vigo «demostrou a importancia destas infraestruturas naturais de defensa contra incendios e o efecto das mesmas na resiliencia do territorio fronte ao lume». De las cenizas, la comunidad de montes de Coruxo apostó por aumentar el bosque autóctono con el objetivo de alcanzar las 80 hectáreas y de reducir la presencia del eucalipto a solo 30. El atlas también pone en valor la apuesta de Coruxo por el voluntariado y la educación ambiental. Los comuneros están desarrollando con la ayuda de personas desinteresadas un proyecto piloto para eliminar la acacia mientras crece un bosque autóctono. Utilizan la especie invasora como nodriza de los árboles atlánticos para que proteja a los retoños del sol. Una vez han crecido, los comuneros y voluntarios retiran el tronco seco de la acacia. Este programa también ha sido destacado por el atlas.

Teis, como Coruxo, se distingue por su fuerte apuesta por erradicar la acacia. Este es el primer punto que ponen el valor el nuevo atlas. Cuando los comuneros recuperaron la propiedad de su monte, la mayor parte estaba invadido por esta especie. «A comunidade destinou gran parte do seu esforzo á súa erradicación e control, ensaiando múltiples métodos, optando fundamentalmente polo arrincado mecánico e a plantación de árbores autóctonas con densidades altas para xerar sombra», destacan. Además, desde el Caprif insisten en que los comuneros de Teis han innovado en la lucha contra la especie creando. El atlas incide también en su labor para adquirir terrenos privados abandonados para gestionarlos correctamente y por apostar por suscribir convenios con propietarios privados para poder cuidar sus parcelas. Además, inciden en la importancia de los acuerdos que establece Teis con entidades locales y asociaciones ecologistas.

Fuera de Vigo, el atlas destaca también el trabajo de los comuneros de Camposancos (A Guarda), Vincios (Gondomar), Viladesuso (Oia), Covelo y Meira (Moaña). De la comunidad que gestiona también parte del monte Trega destacan su control de la acacia con cabras y su proyecto «Un bosque para unha bolboreta», que nació con la Asociación Naturalista Baixo Miño en 2007 y que ha ayudado a recuperar la presencia en la comarca de la mariposa Charaxes Jasius. Esta asociación y los comuneros también han colaborado para recuperar y crear pozas para anfibios.

El atlas destaca de la comunidad de Vincios su apuesta por proteger sus espacios naturales como el monte de O Galiñeiro, que en 2024 fue propuesto como Espazo Privado de Interese Natural (EPIN). También ponen en valor su gestión forestal con ganado en semilibertad y su labor de divulgación del patrimonio inmaterial de la zona. Además, el atlas incide en que «a Comunidade de Vincios foi a primeira a inscribir un proxecto de absorción de carbono no rexistro de proxectos de absorción do Ministerio para a Transición Ecolóxica».

En Viladesuso el atlas pone como ejemplo su apuesta por convertir las Sobreiras do Faro en Espazo Privado de Interese Natural. Presentaron su propuesta a la Xunta en 2008 y se convirtieron así en la primera comunidad de Galicia que lo hacía. El documento de Caprif incide también en los proyectos de los comuneros para preservar a los garranos, los caballos salvajes que resisten en la Serra da Groba, y la recuperación del patrimonio histórico a través del proyecto Costa dos Castros.

En la parroquia de Meira se destaca la recuperación de las masas forestales integradas por árboles autóctonos, la conservación de los nacientes y de las traídas de aguas vecinales, la apuesta por la restauración del yacimiento medieval de la Torre de Meira y, por último, la reintroducción del ganado cabruno para la limpieza del monte. «Actualmente contan con tres recintos de 15, 12 e 6 hectáreas nos que se realizan rotacións cunha cabana dunhas 70 cabras de raza galega, acompañadas sempre dun burro e mastíns», destacan.

De Covelo, el atlas destaca la protección de sus turberas, los acuerdos y restricciones de la caza, la eliminación de eucaliptos y la conservación y la divulgación del patrimonio natural y cultural del municipio.