Juzgan a una enfermera vasca acusada de simular la vacunación de 404 menores:  «Era extraño que fuera todo tan rápido»

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Padres de los niños afectados declaran que siempre ocultaba el brazo y hacía el procedimiento de espaldas. El valor de las dosis no suministradas y que fueron desechadas ascendería a 26.700 euros

16 sep 2025 . Actualizado a las 20:31 h.

Algunos de los familiares de los menores afectados por posibles irregularidades en el proceso de vacunación desarrollado en el ambulatorio de Cabieces (Vizcaya) entre el 2021 y el 2022 han destacado la «rapidez» con que la enfermera acusada ejecutaba el procedimiento, así como el hecho de que los niños no presentaban posteriormente reacciones adversas. Todos ellos han subrayado además que la procesada rellenaba las cartillas de vacunación, de tal forma que ninguno sospechó que no hubiera administrado los sueros.  Las vacunas que dejaba sin poner son las que aparecen en el calendario de vacunación infantil.

La sección primera de la Audiencia Provincial de Vizcaya ha acogido este lunes la primera de las cinco sesiones contra una sanitaria del Servicio Vasco de Salud-Osakidetza acusada de simular la vacunación de 404 menores entre febrero del 2021 y septiembre del 2022. El abogado de la acusación pide unas penas que oscilan entre los 12 y los 17 años de prisión por delitos de daños agravados, falsedad documental y malversación de fondos. Por su parte, la Fiscalía solicita para la encausada una pena de 7,5 años de prisión y otros tanto de inhabilitación, -misma petición que hacen Osakidetza y el Colegio de Enfermería- así como una sanción económica que supera en total los 50.000 euros.

En la primera de las sesiones han declarado nueve testigos, padres y madres de los menores objeto de vacunación, mientras que la acusada ha optado por posponer su interrogatorio al último día de juicio. En la mayor parte de los testimonios, los progenitores han asegurado que los menores no presentaban febrícula, rojez o reacción adversa alguna tras ser vacunados por la encausada, y han sido varios los que han advertido de la brevedad del proceso. «Era extraño que fuera todo tan rápido... resultaba raro porque con una hermana mayor el protocolo era más detallado», ha manifestado un testigo.

«Ocultar el brazo»

Otra de las progenitoras ha detallado, por su parte, que en su caso la enfermera habría llegado a «ocultar el brazo» de su hijo y llevó a cabo el procedimiento de «espaldas»: «No dudé, pero me pareció curioso cómo lo hacía... lo hacía muy rápido». Algunos de los progenitores han relatado cómo una vez publicado el caso en los medios de comunicación fueron ellos quienes se pusieron en contacto con Osakidetza para que les aclarase la situación en que estaban los menores, mientras que el resto recibió una carta del Servicio Vasco de Salud. En todos los casos se les revacunó.

Este caso fue instruido por el Juzgado de Instrucción número 4 de Barakaldo que dictó un auto para la apertura de juicio oral y será juzgada por delitos de daños, malversación y falsificación de documentos públicos. La fiscalía pide para ella, en total, una pena de prisión de siete años y medio, y las familias 12 años de cárcel.

La titular de ese Juzgado recogía que la investigada, que trabajó desde febrero del 2021 a septiembre del 2022 en el centro de salud de Kabiezes y, siendo la encargada de la vacunación de los menores, «introducía las agujas de las jeringuillas» en ellos, «sin llegar a inocular el contenido de las mismas, no realizando las vacunaciones, pero anotándolas como realizadas» en sus cartillas de vacunación e historiales médicos. El valor de las vacunas no suministradas y que fueron desechadas ascendía a 26.763,99 euros y, según el auto judicial, «desechó las vacunas de 404 menores».

La fiscalía pide para ella, en total, una pena de prisión de siete años y medio, de los que dos años y seis meses serían por un delito continuado de daños y cinco años por un delito continuado de falsedad documental. Asimismo, en concepto de responsabilidad civil, reclama que la encausada indemnice al Servicio Vasco de Salud con 26.763,99 euros por el valor de las vacunas y 5.382,46 por gastos de personal.

En el escrito, el ministerio público señala que la encausada «conscientemente» no inoculaba las vacunas que correspondían a los menores o lo hacía de manera distinta a la indicada en la Guía de enfermería pediátrica y en el procedimiento de enfermería del Manual de Vacunaciones de Osakidetza y desechaba «total o parcialmente» las dosis correspondientes. Posteriormente, a través del formulario de Osabide, registraba la vacuna en la historia clínica digital del menor y en la tarjeta de vacunación que entregaba a los progenitores. Como consecuencia de estos hechos, Osakidetza inició un proceso para vacunar a los menores a los que no lo había hecho la enfermera y el coste fue de 5.382,46 euros en materia de gasto de personal.

Por su parte, el abogado de las familias, Aitzol Lasa, en declaraciones a Radio Euskadi, ha indicado que, por suerte, no habido ninguna desgracia personal destacable pero ha asegurado que los delitos son «graves» y merecen una respuesta «contundente» porque «se ha puesto en riesgo la salud de muchos menores». Según ha explicado, lo que buscan las familias no es una indemnización o de resarcimiento particular sino que se «castigue» a esta persona.