El Orgullo, que se siente amenazado, toma Madrid en el vigésimo aniversario del matrimonio igualitario

alfonso torices MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

Representantes del PSOE y Sumar portaron la pancarta principal junto a caras conocidas del colectivo en una cita eminentemente festiva pero con componentes de crítica política
Representantes del PSOE y Sumar portaron la pancarta principal junto a caras conocidas del colectivo en una cita eminentemente festiva pero con componentes de crítica política Fernando Sánchez | EUROPAPRESS

Activistas y políticos aseguran que no darán «un paso atrás» en derechos

05 jul 2025 . Actualizado a las 21:08 h.

Como todos los primeros sábados de julio, el Orgullo tomó ayer las calles de Madrid. Cientos de miles de personas, rodeadas por banderas arcoíris, pancartas, charangas y batucadas, marcharon desde poco después de las siete de la tarde por el corazón de la ciudad, desde Atocha a la plaza de Colón, para reivindicar los derechos LGTBI. Lo hicieron en un año que se sienten especialmente amenazados y perseguidos, tanto dentro como fuera de España, por el crecimiento de la ola ultraderechista, su beligerancia contra estos colectivos y su intención declarada de devolverlos a la marginalidad.

De ahí que el lema elegido para la pancarta que abre la marcha fusione la celebración por los 20 años de la aprobación del matrimonio igualitario, la primera gran conquista LGTBI en España, que ha permitido ya la unión en igualdad de derechos y obligaciones de más de 75.000 parejas homosexuales, con la firmeza en la defensa de los avances conseguidos en las dos últimas décadas, fundamentalmente los derivados de la aprobación de la ley de derechos LGTBI-Trans. Los principales líderes y representantes de los colectivos de gais, lesbianas, bisexuales y transexuales, junto a activistas históricos, sujetan una gran tela en la que se lee «20 años avanzando en derechos: ni un paso atrás».

Las dos organizaciones promotoras de la marcha, la Federación Estatal LGTBI y Cogam, concentran las reivindicaciones de la jornada en la exigencia a partidos e instituciones de un pacto de Estado contra los discursos de odio, en el despliegue completo de la ley LGTBI-Trans y en el funcionamiento a pleno rendimiento de la recién creada Autoridad Independiente para la Igualdad de Trato y la No Discriminación.

Tras la pancarta principal, en una manifestación festiva que el año pasado reunió a no menos de 300.000 personas según cifras oficiales, desfilaron un centenar de grupos, ONG, asociaciones, partidos políticos y sindicatos, entre los que estaban confirmados al menos cuatro ministros, como el socialista Óscar López o las representantes de Sumar en el Ejecutivo Yolanda Díaz, Sira Rego y Mónica García.

47 carrozas

Pero el que está considerado el evento del Orgullo más importante de Europa, que está previsto que como en años anteriores atraiga a Madrid un millón de personas, enlazará de forma natural y sin rupturas la marcha netamente reivindicativa con el desfile bullicioso, festivo, colorista y plagado de purpurina de 47 carrozas repletas de gente y diversión de todo tipo de organizaciones, grupos y empresas.

La parte más política termina sobre las diez de la noche, con la lectura del manifiesto en la plaza de Colón, pero la fiesta continúa con el resto del desfile y con los conciertos musicales y verbenas que habrá durante toda la noche y madrugada al menos en seis puntos distintos del centro de la ciudad.

La toma total de Madrid por la fiesta del Orgullo ha obligado a cortar desde las cuatro de la tarde el tráfico en todo el eje de la marcha (Atocha, paseo del Prado, paseo de Recoletos y plaza de Colón), cortes que se mantendrán toda la tarde-noche y hasta la madrugada. Al menos una hora antes del inicio de la manifestación quedaron cerradas por seguridad las estaciones de metro de Sol, Chueca y todas las que jalonan el recorrido del desfile, pero el número de trenes y frecuencias del suburbano se han duplicado para facilitar la llegada al centro de los ciudadanos. Los mismos cortes de servicio o desvíos de itinerarios afectan a 47 líneas del autobús urbano y a 29 de sus los recorridos nocturnos.