«Sí quiero» en una isla, concierto de Lady Gaga y todos los detalles de la boda blindada de Jeff Bezos y Lauren Sánchez
SOCIEDAD
El broche de oro a los tres días de celebración será una fiesta en el Arsenale donde no se descarta que también actúen Elton John y Beyoncé
28 jun 2025 . Actualizado a las 18:59 h.El fundador de Amazon y tercera persona más rica del mundo, Jeff Bezos, y la periodista Lauren Sánchez, cuentan las horas para el final de su boda de tres días. Después «sí, quiero» que se daban este viernes en el Teatro Verde de la isla de San Giorgio Maggiore, este sábado concluyen las celebraciones con una fiesta en la que cantarán Lady Gaga y, casi con toda probabilidad, Elton John.
Aunque inicialmente la boda estaba prevista en la Scuola Grande della Misericordi, la ceremonia se trasladó por tratarse de un enclave más controlado desde el punto de vista de la seguridad, según informan los medios locales.
Una ceremonia con lírica
Durante la ceremonia del «sí quiero» hubo música en directo. El artista fue Matteo Bocelli, hijo del cantante lírico Andrea Bocelli, que cantó Can't Help Falling in Love, de Elvis Presley.
Como en toda boda que se precie hubo tarta, pero no una cualquiera. La creación fue una escultura del pastelero francés Cédric Grolet, que se cortó delante de los 250 invitados de la pareja, que no pudieron acceder al espacio con su teléfono.
Fue en esta ceremonia cuando se pudo ver el vestido de Lauren Sánchez (que ahora se llama Lauren Sánchez Bezos, como ha cambiado en su cuenta de Instagram). La propia periodista publicó dos fotos con el diseño realizado por Dolce & Gabbana, mientras que Bezos llevó un esmoquin negro de Armani con pajarita.
El vestido de Sánchez, un modelo sirena de encaje con cuello alto, supuso 900 horas de trabajo, llevaba 180 botones forrados y una cola de cuatro metros.
Durante la fiesta, la informadora mexicana, lució otros dos vestidos.
La parte que no se vio tuvo que ver con el despliegue de seguridad en el que se pusieron en marcha estrictos controles de acceso terrestre, fluvial y aéreo, sistemas anti-drones y vigilancia reforzada. Y es que presentes estaban jefes de Estado, como Rania de Jordania, pero también estaban dos de los hijos de Donald Trump, Donald junior e Ivanka.
El regalo de los invitados
A la larga lista de celebrities invitadas a la boda no les faltó de nada, como ha sucedido desde su desembarco en Venecia.
Los invitados llegaron a la isla de San Giorgio en 38 taxis acuáticos desde los cinco hoteles de lujo reservados para ellos y fueron recibidos con un regalo: una elegante bolsa arabesca con un colgante y un recuerdo de boda de cristal de Murano, una caja con galletas de la pastelería veneciana más famosa y una libreta de recuerdos.
La traca final
Este sábado, en el Arsenale, el espacio donde se celebran las bienales de Arte y Arquitectura, se celebrará la fiesta grande, que pondrá el broche de oro a la boda de las bodas. Los novios han planteado un evento al estilo «El Gran Gatsby», con máscaras, en el que ofrecerán un menú veneciano que incluye platos fríos y calientes a base de marisco y otra serie de platos típicos de la región del Véneto.
Los medios italianos aseguran que la agencia de planificación de bodas Lanza&Baucina, confirma que, tras la cena, habrá un concierto privado encargado a Lady Gaga y Elton John. No se descarta tampoco un novedad de última hora y que actúe Beyoncé.
El espacio ha sido elegido también con todo detalle, porque es otro punto de la ciudad que garantiza la privacidad y la seguridad de la pareja y los suyos.
Venecia, colapsada
El matrimonio de Jeff Bezos, dueño de Amazon y tercera persona más rica del mundo, con la periodista Lauren Sánchez ha convertido a Venecia en la capital internacional de los millonarios y famosos.
La ceremonia del viernes en la isla de San Giorgio Maggiore ha propiciado manifestaciones. Y es que el espacio, ubicado frente a la céntrica plaza de San Marcos y con posibilidad de ofrecer una gran privacidad, ha encendido los ánimos entre aquellos que creen que esta boda supone el símbolo extremo del impacto que el turismo provoca sobre la Ciudad de los Canales, un lugar tan bello como frágil.
El jueves ya hubo protestas por parte del grupo local «No Space for Bezos», cuyos miembros proyectaron con láser un mensaje en contra de la boda sobre el campanario de la basílica de San Marcos. Los activistas de Extinction Rebellion, que tratan de concienciar sobre el impacto del cambio climático, organizaron por su parte una movilización teatral frente al citado templo en la que denunciaron la influencia del fundador de Amazon sobre los medios de comunicación, la justicia, los gobiernos y los negocios. «La riqueza de los supermillonarios como Zuckerberg, Musk y Bezos no hace más que aumentar, así como su influencia sobre la política y la libertad de información, agravando la crisis climática y amenazando el funcionamiento de nuestras democracias», denunciaron.
El día a día de los invitados
Alejados de estas manifestaciones por unas medidas de seguridad extremas y acunados por el lujo extremo de los hoteles donde se han hospedado, los más de 200 invitados llevan desde el miércoles de fiesta en fiesta. Entre ellos hay multimillonarios como Bill Gates y celebridades del mundo del cine, la música y la televisión como Oprah Winfrey, Mick Jagger, Lady Gaga, Elton John, Eva Longoria, Katy Perry y las hermanas Kardashian. También ha acudido al enlace Ivanka Trump, la hija del presidente de Estados Unidos.
Cara y cruz
A diferencia de los activistas y de algunos vecinos, hartos de los controles y retenciones que propicia en Venecia la presencia de tantos famosos, las autoridades italianas están encantadas con la visibilidad internacional y el retorno financiero que supone el matrimonio. «Es una oportunidad extraordinaria para la imagen y la economía», afirmó en una nota Daniela Santanché, ministra de Turismo, que ha encargado un estudio según el cual el enlace generará un impacto económico de alrededor de 957 millones de euros. Esa cifra supone el 68% de la facturación anual de todo el sector turístico veneciano. «Eventos como este refuerzan nuestra imagen global y atraen nuevos flujos turísticos cualificados», señaló Santanché, refiriéndose a la voluntad de la Ciudad de los Canales por escapar del turismo de bajo coste.
Para tratar de reducir las masificaciones provocadas por los visitantes que no pernoctan y solo pasan el día en Venecia, el Ayuntamiento puso en marcha el año pasado un sistema de control de los accesos que prevé la reserva y el pago de un billete de 5 euros durante las fechas de mayor afluencia.
«La boda de Bezos es una clara señal de la creciente relevancia de Italia en el panorama turístico internacional», comentó la ministra, que añadió que «ahora más que nunca necesitamos dejar atrás las polémicas y centrarnos en las oportunidades. Este no es solo un evento privado, sino un motor concreto para todo el sector. Venecia tiene todas las credenciales para transformarlo en una oportunidad de relanzamiento y promoción», explicó.