El cónclave para elegir al sucesor de Francisco comienza el 7 de mayo

valentina saini ROMA / E. LA VOZ

SOCIEDAD

El cardenal Christoph Schonborn abandona el Vaticano tras un encuentro
El cardenal Christoph Schonborn abandona el Vaticano tras un encuentro FABIO FRUSTACI | EFE

Los cardenales decidirán si apuestan por perpetuar el legado de Francisco

29 abr 2025 . Actualizado a las 08:47 h.

El cónclave para elegir al nuevo papa comenzará el miércoles 7 de mayo. Así lo anunció ayer la Santa Sede, que también comunicó que pronto se iniciarán los trabajos para equipar la grandiosa sala de la Capilla Sixtina, con los magníficos frescos pintados en el siglo XVI por Miguel Ángel, de cara a la reunión de al menos 133 cardenales que, congregados en estricto secreto, elegirán al nuevo pontífice. Por supuesto, nadie sabe quién será designado sucesor de Francisco por los príncipes de la Iglesia, llegados a Roma de todos los rincones del mundo.

Lo que es seguro es que este será un cónclave extremadamente concurrido. Baste recordar que en la primera votación del cónclave del 2005, en el que finalmente se eligió a Benedicto XVI, participaron 115 cardenales, mientras que en el cónclave de 1978 (del que salió papa Juan Pablo II) fueron 111. También es sabido que la mayoría de los cardenales electores de este cónclave, 108 concretamente, fueron nombrados por el propio Francisco. Esto, en principio, debería llevar a la elección de un papa que asegure una cierta continuidad con su predecesor argentino. Por ejemplo, este domingo el influyente cardenal y teólogo alemán Walter Kasper (que, al haber superado los 80 años, no podrá participar en el cónclave) dijo al diario italiano Repubblica que está convencido de que «avanzaremos siguiendo los pasos del papa Francisco».

Según varias fuentes con las que ha hablado La Voz, el próximo papa tendrá que mirar a las periferias y al cambio climático, tener un enfoque algo más cauto que Francisco pero ser capaz de despertar el entusiasmo de los fieles de todo el mundo. Además, tendrá que ser un papa con instinto geopolítico y que reconozca más la aportación de la curia: a muchos en el Vaticano no les gustó la conocida declaración de Francisco cuando, a los pocos meses de su pontificado, describió a la corte como «la lepra del papado». Sin embargo, en Italia hay un antiguo proverbio que dice: «Quien entra en el cónclave como papa, sale como cardenal». Por ejemplo, en el cónclave de 1978 parecía probable la elección del cardenal Siri, arzobispo de Génova, o la del cardenal Benelli, arzobispo de Florencia, pero finalmente fue elegido Karol Wojtyla.

Según muchos analistas, la homilía que el cardenal Giuseppe Battista Re pronunció durante el funeral de Francisco trazó el perfil del próximo pontífice: un papa «atento a lo nuevo» y capaz de tender puentes en un mundo donde la paz está cada vez más amenazada; sobre todo, un papa que pueda guiar «una Iglesia deseosa de hacerse cargo de los problemas de las personas y los grandes males que desgarran el mundo contemporáneo».

Los medios italianos consideran probable la elección de un cardenal de origen italiano. El país transalpino, tierra de papas, lleva demasiado tiempo sin tener un pontífice. Según fuentes consultadas por La Voz, el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado bajo el pontificado de Francisco, llega al cónclave con un paquete de 42 o 43 votos. Parolin es un candidato «centrista»: diplomático de gran experiencia, conoce bien el pensamiento de Bergoglio, pero al mismo tiempo respeta a la curia. También aparecen como «papables» el arzobispo «progresista» de Bolonia, el cardenal Zuppi, y Pizzaballa, un poco más conservador. Sin embargo, este último tiene el inconveniente de tener solo 60 años, por lo que podría dirigir la Iglesia durante veinte años o más, demasiado tiempo para algunos. Muchos aprecian al cardenal filipino Tagle, pero otros señalan que es jesuita y que no se pueden tener dos papas jesuitas consecutivos. Los más tradicionalistas podrían apostar por el cardenal Erdo, arzobispo de Budapest. Pero también podría ser elegido un candidato de compromiso, como el estadounidense Prevost o el sueco Arborelius..

Lo que está claro es que muchos de los cardenales nombrados por Francisco no se conocen. Por eso son tan importantes las Congregaciones Generales de estos días: permiten a los cardenales conocerse, forjar alianzas y comprender quién podría ser el próximo Vicario de Cristo.

El cardenal Giovanni Angelo Becciu finalmente no participará en la elección

Según informó la prensa italiana en la tarde de ayer, el cardenal Giovanni Angelo Becciu, originario de Cerdeña, no asistirá al cónclave. Como aseguran los medios del país transalpino, se trataría de una decisión que el propio Becciu tomó tras una cuidadosa reflexión y después de consultar a colaboradores y otros cardenales. Esto no sería una admisión de culpabilidad, sino una elección destinada a proteger la imagen de la Iglesia. La historia de Becciu es bien conocida en Italia. Influyente clérigo con una importante experiencia internacional (fue nuncio apostólico primero en Angola y luego en Cuba), había sido ordenado cardenal en el 2018 por Francisco, que también lo nombró prefecto de la Congregación para las causas de los santos. Tras verse envuelto en un escándalo relacionado con la compra de una propiedad de lujo en Londres, Becciu conservó el título de cardenal pero en el 2020 el fallecido papa aceptó su renuncia al cargo de prefecto y a los derechos y prerrogativas inherentes.

Condena y multa

En el año 2023, fue condenado a cinco años y seis meses de prisión y a una multa por malversación de fondos tras una sentencia del Tribunal de primera instancia del Vaticano. Según asegura el exdirector de L'Osservatore Romano, Giovanni Maria Vian, existen dos cartas, supuestamente firmadas por el difunto pontífice y que el cardenal Pietro Parolin le mostró recientemente, que excluirían a Becciu de participar en el cónclave.