«Solo iré a Santiago», el peregrinaje frustrado de un papa que visitó 66 países, pero no España

Raúl Romar García
R. Romar LA VOZ

SOCIEDAD

El papa, durante su visita a Fátima, en Portugal
El papa, durante su visita a Fátima, en Portugal Pedro Correia / Global Imagens

Francisco tampoco se desplazó durante su pontificado a Argentina, su tierra natal. Sus prioridades eran otras: «Hay que ir a la periferia si se quiere ver el mundo tal cual es»

21 abr 2025 . Actualizado a las 16:12 h.

De Kazajistán a Emiratos Árabes, de Hungría a Brasil; de Portugal a Indonesia; de Mongolia a Canadá...  Francisco realizó 47 visitas apostólicas a 66 países durante sus casi doce años años de pontificado, en los que recorrió cuatro continentes. Pero aunque en Francia estuvo hasta en tres ocasiones y en Portugal en otras dos, nunca pisó España como obispo de Roma, aunque fue invitado en numerosas ocasiones. Tampoco vino a Galicia, pese a que con motivo del Año Santo 2021-2022 fue invitado por el entonces presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo. Fue una peregrinación frustrada.

Hubo un momento en el que la visita a Galicia, en concreto a Santiago, parecía más que probable. De hecho, sus dos antecesores, Juan Pablo II y Benedicto XVI, sí estuvieron en la comunidad. Francisco no, aunque su entorno desveló que esta posibilidad era real y que Jorge Bergoglio estaba muy interesado. El pontífice incluso se comprometió a estudiar la posibilidad en una audiencia que celebró con Alberto Núñez Feijoo en el Vaticano en junio del 2021, en la que dejó claro que solo iría a Compostela. «Sí voy a Santiago, pero no a España, que quede claro», llegó a decir el propio pontífice en una entrevista posterior con la Cadena Cope. Tampoco faltaron las invitaciones oficiales de la Conferencia Episcopal y del Arzobispado de Santiago para que acudiese a Galicia, que también le hizo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Sin embargo, su apretada agenda y su delicada salud frustraron este deseo de peregrinar a Santiago. El propio pontífice había concedido una prórroga del Año Jubilar, por lo que permitió que los fieles pudieran peregrinar a Compostela durante dos años seguidos. Nunca se había adoptado tal medida, aunque bien es cierto que el Jubileo 2021 había coincidido con el covid. Tampoco se ofrecieron explicaciones de por qué no vino a Galicia, aunque en su momento se hicieron interpretaciones de toda índole, desde el clima político a razones de salud. Quizás tampoco declinase la oferta, sino que le faltó tiempo para poder cumplirla. 

El pontífice ahora fallecido tampoco materializó ninguna de las otras propuestas que recibió para visitar España. Peticiones que fueron reiteradas en los distintos encuentros que mantuvo con los reyes Felipe VI y Doña Letizia y con otros representantes del Gobierno, desde el presidente Pedro Sánchez, al que recibió en dos ocasiones, a la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz, con la que se reunió otras dos veces. También acogió en el Vaticano a Mariano Rajoy, en abril del 2013 y del 2018

Si peregrinar a Santiago fue un deseo que Jorge Mario Bergoglio expresó en varias ocasiones, también lo fue viajar a Canarias para solidarizarse con los emigrantes que llegaban a la isla. «Quiero ir a Canarias», dijo en enero del 2025 durante la crisis migratoria que padeció el archipiélago.  De hecho, esta visita fue la que más posibilidades tuvo de concretarse, hasta que los problemas de salud empezaron a aparecer. Fue la última vez que manifestó su intención de visitar oficialmente España.

Durante su pontificado tampoco visitó a su país natal, Argentina. Tras la victoria de Javier Milei, y de haber sellado con él la pacificación tras los duros insultos del mandatario al pontífice, la visita por las reiteradas invitaciones parecía cercana, pero nunca ocurrió.

En realidad el santo padre italiano tenía otras prioridades. «No voy a ir a ningún país grande de Europa hasta que no termine con los pequeños», explicaba el papa cuando le preguntaban por qué no iba a España y subrayaba para evitar malentendidos que fue a Marsella o a Córcega, pero «no a Francia» y que tampoco había pisado Alemania. Lo suyo eran las periferias. «Hay que ir a la periferia si se quiere ver el mundo tal cual es. Para encontrar un futuro nuevo hay que ir a la periferia», aseguró. Sí acudió dos veces a Portugal, pero la primera por el centenario de la aparición de la virgen de Fátima a los pastores y la segunda, hace dos años, con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud.

Los lugares a los que Francisco visitó durante sus doce años de pontificado fueron fundamentalmente de minoría católica, como Egipto, Emiratos Árabes, Turquía o mismo Kazajistán. Quería demostrar que el papa es un líder mundial, no solo para los católicos. 

Sus últimos viajes fueron una gira por cuatro islas del Pacífico, en septiembre del pasado año: Papúa Nueva Guinea, Indonesia, Timor Oriental y Singapur y después Bélgica y Luxemburgo y un día en Córcega.

Visitó países de mayoría musulmana como Baréin, Jordania, Albania y Turquía, donde recorrió la mezquita Azul y se detuvo para un emblemático rezo con otros líderes musulmanes; además de Bosnia, Azerbaiyan, Egipto, Abu Dabi, Bangladés, Marruecos y Kazajistán. Y fue histórica su reunión en Irak en marzo del 2021 con el ayatolá Ali al-Sistani en Nayaf, lugar de peregrinación de decenas de miles de chiíes cada año.