El PP de Santiago apoyaría a la exsocialista Mercedes Rosón en una moción de censura para descabalgar a la alcaldesa Goretti Sanmartín
SANTIAGO

Borja Verea asegura en Radio Voz que está dispuesto a poner en marcha un «Goberno de emerxencia» de 15 concejales, aunque la no adscrita enfría cualquier movimiento: «Non hai ningunha posibilidade, non queremos nada co PP». Mercedes Rosón ha rechazado esta posibilidad: «Non queremos nada co PP»
09 oct 2025 . Actualizado a las 18:34 h.El PP de Santiago ha recogido el guante de los cuatro concejales no adscritos expulsados del PSOE que ayer miércoles, al mismo tiempo que pretendían zanjar la posibilidad de una moción de censura para elevar a los populares a la alcaldía con sus votos, afirmaron que la única opción «coherente» para desbancar del Concello al bipartito de Goretti Sanmartín (6 ediles del BNG y dos de Compostela Aberta de un total de 25) pasaría por aupar a la exconcejala socialista Mercedes Rosón. Este jueves, en los micrófonos de Voces de Compostela, de Radio Voz, Borja Verea ha asegurado que estaría dispuesto a apoyar esta alternativa, dejando la pelota en el tejado de los cuatro no adscritos (Gonzalo Muíños, Marta Álvarez, MIla Castro y la propia Rosón), que tendrían a su disposición los once votos del PP.
Verea ha sido tajante: «Eu sempre dixen que a prioridade é Santiago. Eu sei que serei alcalde no 2027 e o máis fácil é esperar, pero quen non pode esperar é a nosa cidade. Eu respondo que estamos dispostos a poñer en marcha un goberno de 15 concelleiros -catro non adscritos e 11 do PP- porque estamos nunha situación de emerxencia. O importante é rescatar á cidade da parálise do BNG e Compostela Aberta», sostuvo el líder popular, que advirtió que a esa posibilidad solo le pondría dos condiciones. Una sería que los ediles del PP estén en ese gobierno, ya que no ve razonable dejar el gobierno en manos de cuatro ediles de 25. Y el segundo sería la aceptación de un decálogo de medidas «moldeable e negociable» con cuestiones concretas sobre la ciudad como puede ser la ampliación de la Policía Local, la negociación del contrato del agua, mejoras en la limpieza y recogida o la reducción de asesores del gobierno municipal, entre otras medidas.
Rosón: «Non queremos nada co PP»
Mercedes Rosón, la concejala a la que Gonzalo Muíños apuntaba como única candidata de los expulsados del PSOE a una posible moción, señalaba tras el anuncio de Borja Verea que no quieren nada con el PP. «Levamos dende o pleno de abril dicindo o mesmo, seguímolo dicindo hoxe e o dixo onte Gonzalo Muíños: non queremos nada co PP», zanja la concejala no adscrita. «E non querer nada é non aceptar baixo ningunha condición ese decálogo» que ha formulado el popular. «Non hai ningunha posibilidade» de una moción de censura con el PP, insiste Rosón, quien afirma que la declaración de su fomación de anteayer no fue para abrir la puerta a esa posibilidad, sino para dar carpetazo a esa posibilidad. Con el foco del PP puesto sobre ellos en las dos últimas semanas sobre la posibilidad de una moción de censura, los nos adscritos insisten en esa línea. «Deuse carpetazo, como se deu carpetazo no pleno último, no anterior e no de abril». Rosón advierte que Muíños lo dejó claro en el comunicado de ayer. «Non imos entrar nese debate. Ese debate está superado e o dixo onte expresamente», y aunque sí reconoce que la ciudad está «mal xestionada», no ve oportuna una moción de confianza.

La carambola no sería menor, porque significaría que el bastón de mando de la capital de Galicia cambiaría pasado el ecuador del mandato 2023-2027 para acabar en manos de una escisión forzada del partido que quedó en tercera posición en las elecciones municipales. Ahora se sabrá si esta alternativa que ha deslizado el no adscrito Gonzalo Muíños tiene solidez y recorrido o si solo se trataba de un comentario sin profundidad para mostrar fortaleza negociadora con el gobierno local, porque al tiempo que dejaba abierta esa puerta -por escrito, en una nota de prensa- también recordaba que su posicionamiento político está en las «antípodas» del de la formación liderada en Santiago por Verea. De hecho, Muíños se mostró muy crítico con los populares por los intentos recientes de azuzar una moción de censura con el apoyo de los exsocialistas -calificó esta posibilidad de «incomprensible» y de «esforzo estéril»- y aseguró que los vecinos no esperan un movimiento así por parte de los no adscritos, sino trabajo para impulsar proyectos «facendo unha oposición esixente, pero útil e construtiva».
Los partidos, atentos
El frente abierto por los no adscritos también ha propiciado la reacción de las fuerzas políticas gallegas. Esta misma mañana en A Coruña, el conselleiro de Presidencia de la Xunta y líder del PP provincial, Diego Calvo, ha reiterado que los populares están dispuestos a estudiar todas las posibilidades para poner fin a una etapa de una ciudad que está «bloqueada e sucia», de ahí que sea necesario analizar cualquier «alternativa» para generar una mayoría diferente.
Por su parte, el secretario general del PSOE de Santiago, Aitor Bouza, ha subrayado que su grupo municipal, que se ha quedado con dos ediles tras la expulsión de los cuatro no adscritos, no va a «mercadear co PP para pervertir o resultado electoral» del 2023. En declaraciones a Efe, el diputado socialista recién incorporado a la Cámara gallega ha ironizado con lo mal que envejecen los principios de algunos, en evidente referencia a sus excompañeros, a los que les devuelve una crítica recurrente de los no adscritos, que defendieron desde el inicio de la crisis que su proceso de expulsión solo buscaba hacer correr la lista socialista para hacerle un hueco al propio Bouza en la corporación compostelana. Ahora, con esa propuesta para impulsar a Rosón, considera que quedan «retratadas» las aspiraciones de los cuatro ediles que fueron expulsados del PSOE.