
Depedro, Dulce Pontes, Ariel Rot y Tanxugueiras despiden el evento
01 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El Festival de la Luz completó ayer una nueva cosecha después de cultivar durante tres días entre maíz y pacas de hierba seca un evento que es capaz de combinar música de todos los géneros con actividades tan dispares como las demostraciones culinarias del chef André Arzúa, los pequeños saltando a la comba, las risas con el monólogo de Carlos Blanco, la lectura de libros y la adquisición de piezas artesanales.
Y aunque el apartado musical es referente —ayer incluyó, entre otras, las actuaciones de Depedro, Dulce Pontes y Ariel Rot—, el resto de ingredientes lo hacen especial. «Venimos por primera vez por recomendación de unos amigos. No es tanto por el cartel como por el festival en sí», explicaba Belén Trabazo, de Marín, en un grupo con niños de entre ocho y once años.
Pese a ser el último día, parte del público ya aguardaba en el acceso para no perderse nada desde los primeros compases de la Banda de Música de Arzúa, encargada de abrir una jornada en la que la anfitriona, Luz Casal, volvió a subirse al escenario para interpretar junto a Depedro Te sigo soñando. Entre la intensa lluvia ofreció parte de su concierto Dulce Pontes, pero, finalmente, hasta el arco iris asomó para poder disfrutar sin chubasquero. El colofón correspondía a Tanxugueiras, que ya se subieron el sábado al escenario para actuar junto a Rozalén. Ellas eran las encargadas de poner el broche a una cosecha que dará frutos lejos de Boimorto, ya que esta vez el Festival de la Luz dedicará los fondos solidarios a que la música vuelva a sonar en las aulas y escuelas afectadas por la dana en Paiporta y otras localidades. Lo hará a través de la Federación de Sociedades Musicales de la Comunidad Valenciana.