El Ourense CF bate al Zamora y se apropia de su licencia para soñar (1-0)

 Cuatro victorias, cinco goles a favor y sin encajar. El Ourense CF sigue de dulce y el Zamora también mordió el polvo: 1-0.

El choque de trenes que se preveía en O Couto vino marcado además por la triple oportunidad que tuvieron los visitantes a los cuatro minutos del duelo, cuando se encontraron con un Raúl Marqueta gigante bajo palos. El arquero desvió a la madera el primer remate de Álvaro Romero y también repelió los posteriores de Tresaco y Pito Camacho. Esa trepidante andanada rojiblanca intensificó los retoques desde la banda de Pablo López y David Pérez. Los azulones tenían dificultades para sacar el balón, ante la presión de los hombres dirigidos por Juan Sabas, y optaron por buscar la referencia de Carbonell en largo.

El enfrentamiento se trabó y el esférico circuló a los pies de ambos conjuntos sin acercarse demasiado a las porterías. La intensidad era alta en las marcas y los espacios mínimos para los atacantes e incluso para los encargados de generar fútbol. Así, el juego no era vistoso y la afición local solo se sobresaltó en cierto sentido a punto de llegar al intermedio, cuando Alberto Gil destiló un centro con música desde la derecha, que el ariete Carbonell bajó con clase para rematar. Se encontró con una parada de reflejos de Fermín Sobrón, justo antes de que Miguel Prado se quejara amargamente por el derribo del defensor que buscaba con él la pelota rechazada. El árbitro no dudó y señaló el camino a vestuarios poco después.

De vuelta al tapete verde, Sabas modificó su alineación con la entrada de Guille Macho y el punta Roni, pero el asturiano estuvo tan atado como antes Pito Camacho. Aunque el visitante Sergio Camacho fue el primero en ensayar un disparo que se le fue desviado por poco, el aldabonazo local lo inició Raúl Marqueta con un saque en largo que bajó con su conocida habilidad Javi Carbonell, a la vez que le ganaba la espalda a Adrián Bolo. Encaró a Sobrón por el perfil derecho del área y le cruzó el cuero lejos de su alcance para alojarlo en el fondo de la red.

La diana del madrileño encendió todas las alarmas en el banquillo zamorano, desde donde no tardaron en dar entrada a Kike Márquez y a Campabadal. Marqueta tuvo que sacar otra mano prodigiosa a remate de Carlos Ramos y los zamoranos adelantaban filas buscando grietas que los ourensanos no permitían, sellando cada centímetro de su parcela. Al contrario, respondieron otra vez con velocidad y, tras un rechace de la zaga, Fullana lanzó un derechazo con efecto que se fue rozando el palo.

En todo caso, el que arriesgaba más era el conjunto de la Ruta de la Plata, que intentaba rebelarse contra el marcador adverso. Aún con el paso de los minutos y adelantando a sus centrales para colgar a la olla, las fisuras del elenco local eran mínimas. Un regate de Tresaco dentro del área le permitió un chut que detuvo Marqueta, siempre bien colocado y seguro frente a su portal.

Desde la banda blindaban todas las líneas de los de azul, con Juanma Bravo en la medular y Andrada en banda, para centrar a Prado en la retaguardia, al tiempo que refrescaba piernas arriba con Álex Gil, Blesa o Di Renzo. Las expectativas zamoranas se redujeron a un envío lateral de Guille Macho que remató Bolo por encima del travesaño.

El Ourense se plantó ya en los 45 puntos, a dos del play off de ascenso y dejando atrás la franja de descenso, con un colchón de ocho. Y todo antes de viajar a O Carballiño para el derbi.

---

---

---