Europa desbloquea el futuro eólico de Galicia
OPINIÓN

La reciente sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) supone un punto de inflexión para el futuro eólico en Galicia. Tras más de tres años de parálisis casi total del desarrollo eólico en la comunidad autónoma, el alto tribunal ha dictado que los procedimientos de autorización ambiental seguidos en los últimos años para la instalación de parques eólicos son compatibles con el derecho europeo. Una afirmación que restituye la seguridad jurídica a un sector estratégico para Galicia y para España. ¿Qué ha pasado en estos años de paralización de desarrollo eólico?
Durante este largo paréntesis judicial, casi 100 proyectos eólicos han quedado varados en un limbo de incertidumbre. Hablamos de inversiones ya comprometidas, de puestos de trabajo que no se han creado, de oportunidades para la industria y el entorno rural que han quedado bloqueadas. Mientras tanto, el conjunto del país avanzaba: entre 2020 y 2024 se han instalado 6.000 nuevos megavatios eólicos en España. En Galicia, apenas 171. El contraste no puede ser más evidente.
No es solo una cuestión de energía competitiva y sostenible. Es también una cuestión de desarrollo económico, de empleo cualificado, de cohesión territorial y de oportunidad para un entorno rural que necesita proyectos sólidos, sostenibles y generadores de valor añadido a largo plazo. Porque no estamos ante un escenario cortoplacista, estamos apostando por el futuro de siguientes generaciones, su empleo y el desarrollo de su región.
Cada parque eólico paralizado durante estos años ha sido una ocasión perdida para acercarnos a los objetivos de descarbonización que España y Europa han asumido como urgentes e irrenunciables, así como para atraer a la industria a una comunidad autónoma que no puede quedarse atrás.
Además, no debemos olvidar que los fondos europeos para la recuperación —y el propio marco del Clean Industrial Deal— exigen acelerar la transformación energética y transformar la industria gallega hacia una economía más sostenible y competitiva. Galicia debe contar con un entorno normativo estable y una voluntad clara de avanzar. La inacción o los bloqueos judiciales solo contribuirán a agravar el retraso acumulado en la instalación de potencia eólica, con costes difíciles de revertir.
Ahora que el TJUE ha despejado las dudas legales, es momento de actuar con responsabilidad y rapidez. Las instituciones deben reactivar de inmediato los expedientes pendientes. El Tribunal Superior de Justicia de Galicia tiene la oportunidad —y la obligación— de dar continuidad al fallo europeo y resolver con agilidad los procedimientos en curso.
Galicia tiene viento, tiene tecnología, tiene empresas preparadas y tiene un tejido rural que puede ser parte activa de la transición energética. Lo que no tiene —ni debe permitirse— es más tiempo que perder.