TVE rebosa rigor y calidad

Javier Armesto Andrés
Javier Armesto CRÓNICAS DEL GRAFENO

OPINIÓN

SERGIO PEREZ | EFE

01 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Cárdenas, ¿se acuerdan? Fue el primer represaliado del nuevo Gobierno progresista, que entró en Televisión Española como un elefante en una cacharrería. Hora punta, el programa del periodista catalán, era suigéneris, por decirlo finamente: vídeos de humor, expertos en fenómenos paranormales, teorías de la conspiración, terapias alternativas, magos, mentalistas, abogados polémicos como Marcos García-Montes y entrevistas a personajes de actualidad con mayor o menor enjundia (más bien esto último). Todo en un formato desenfadado, de late night, para desengrasar de las noticias del Telediario y enlazar con el prime time, que en España empieza cuando en otros países ya están planchando la oreja.

Pedro Sánchez ascendió a los cielos el 1 de junio del 2018 y dos meses después Javier Cárdenas y su espacio de entretenimiento eran cancelados, a pesar de tener contrato en vigor para una temporada más del programa, que entonces era ya semanal. Hora punta no cumplía los estándares de calidad, independencia y rigor informativo que el nuevo presidente estimaba que debían caracterizar los contenidos del ente público, así que Sánchez cogió la escoba y se puso a limpiar. Le ha costado su tiempo, pero TVE ha quedado como una patena.

Los informativos de La 1 son ya el segundo plato después de los de Antena 3, que casi los duplica en audiencia; no solo han espantado al público, también los presentadores más reputados pusieron pies en polvorosa, como Ana Blanco (que se prejubiló) y Carlos Franganillo (se fue a Telecinco). La dosis diaria de partidismo, sectarismo y wokismo es tal que se hacen insufribles. Los magazines matinales, un batiburrillo que lo mismo llevaban de tertuliano a Pablo Iglesias que al vidente trans Maestro Joao (ahora Benita) son otro ejemplo de la nueva tele del régimen, que ha recuperado al polémico Jordi González y a Jesús Cintora, un Cárdenas del puño y la rosa. A punta de talonario se fichó a David Broncano —14 millones por temporada— y a Andreu Buenafuente, y la última apuesta es un cosa llamada La familia de la tele que supone trasladar el modelo Sálvame a la televisión pública con estrellas como Belén Esteban o Inés Hernand, famosa por sus flatulencias durante la retransmisión de los Goya. Sí, TVE rebosa por fin rigor y calidad.