Llorar, llorar y volver a llorar

OPINIÓN

AFP7 vía Europa Press | EUROPAPRESS

14 mar 2025 . Actualizado a las 10:19 h.

Vale que el polaco Marciniak nos pareció a todos un marciano con el disparate de anular el penalti de Julián. Nadie lo vio, pero el VAR está para eso. Y es un disparate, sí, pero las quejas son para el verano, que es cuando se reúne el comité de las chorradas de la FIFA y la UEFA que dirige el vetusto Wenger. El gol fue anulado y noqueó a un Atlético tan frágil que, pese a tener todo a favor, con un campo lleno, el mejor equipo de la última década y hasta un gol a los 27 segundos, fue incapaz de apuntillar a su bestia negra, que salió al Metropolitano con numerosas bajas, Mbappé a medio gas y un Vinicius que parece tan desnortado que no se encuentra fuera del cariño hogareño del Bernabéu. El Cholo regaló 120 minutos esperando un zarpazo que podía llegar, sí, pero para el que no hizo más méritos que defenderse como gato panza arriba. Si en Lisboa fue un gol en el 93, en el Metropolitano fue un penalti disparatado. La leyenda del Pupas no es casual. No sé qué más tiene que pasar para que la suerte les sonría. Todos los eslóganes les salen de cine. Y los anuncios, ya ni te cuento. Pero la bronca al árbitro es la misma de la que se reían cuando los madridistas protestaban por los favores del noruego Ovrebo al dream team de Guardiola en Stanford Bridge. El Madrid ganó porque tiene un porterazo y porque cuando oye la musiquita de la Champions le entra un frenesí que parece que haya engullido la poción mágica en la que se cayó Obélix. El atlético más señero, Luis Aragonés, decía que el fútbol era ganar, ganar y volver a ganar. Simeone prefiere llorar, llorar y volver a llorar. Una pena.