La cesión de Donetsk, un trampolín para potenciales ataques rusos

Rostyslav Averchuk LEÓPOLIS / EFE

INTERNACIONAL

Un militar de la 82.ª Brigada de Asalto Aerotransportado Separado de las Fuerzas Armadas de Ucrania en una línea de frente en la región de Donetsk.
Un militar de la 82.ª Brigada de Asalto Aerotransportado Separado de las Fuerzas Armadas de Ucrania en una línea de frente en la región de Donetsk. Oleksandr Ratushniak | REUTERS

Mandos militares ucranianos ven un «suicidio» entregar una región fortificada que resulta clave tanto a nivel defensivo como logístico

22 ago 2025 . Actualizado a las 09:19 h.

La cesión total de Donetsk, que podría estar en la agenda de unas hipotéticas negociaciones entre el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y el ruso, Vladimir Putin, haría mucho más difícil para Ucrania organizar una defensa eficaz contra una nueva agresión y le daría a Rusia una plataforma que facilitaría sus avances hacia las regiones vecinas de Jarkov y Dnipropetrovsk.

Convencer al presidente estadounidense, Donald Trump, de que una zona fuertemente fortificada, todavía bajo control ucraniano después de años de combates, es fundamental para la defensa del país ha sido una prioridad para Ucrania, que enfrenta presión para ceder aproximadamente el 25 % de la región oriental.

«El Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia está tratando de convencer a Occidente de que su Ejército puede capturar toda la región de Donetsk este año», escribió el miércoles en Telegram el coronel Andrí Kovalenko, jefe del Centro para Contrarrestar la Desinformación del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania. Los combates son muy difíciles, reconoció, pero señaló que Rusia «no es capaz de capturar la región de Donetsk» donde pierde diariamente 1.200 soldados muertos o heridos.

Clave para la defensa

La zona que Rusia, según se informa, quiere arrebatarle a Ucrania ha sido fuertemente fortificada durante los más de 11 años que han durado los combates en Donetsk, incluidos los tres años y medio de la invasión a gran escala.

Con la ciudad de Pokrovsk bajo amenaza de cerco, ciudades clave como Kostiantinivka, Druzhkivka, Kramatorsk y Sloviansk siguen siendo centrales para la defensa de Ucrania, sirviendo como centros logísticos vitales y preparadas para transformarse en fortalezas si las fuerzas rusas avanzan más cerca.

Este territorio proporciona a las fuerzas ucranianas una combinación óptima de obstáculos naturales y artificiales, que muchos analistas militares ucranianos y extranjeros creen que podrían detener o limitar los avances rusos durante años. Los centros urbanos con grandes complejos industriales, rodeados de campos minados, también ofrecen una cobertura considerable a las fuerzas ucranianas.

Incluso si Rusia recurre a la aviación y la artillería para destruir gradualmente estas zonas, estas «fortalezas» pueden ralentizar significativamente su avance, como se ha demostrado en Bajmut y actualmente en Pokrovsk, donde Ucrania tuvo menos tiempo para establecer líneas defensivas similares.

Altos riesgos

Entregar estas ciudades relativamente intactas y permitir que las fuerzas rusas avancen 82 kilómetros hacia el oeste sería impensable para el ejército ucraniano, escribe Oleksandr Solonko, un operador de drones que lucha cerca de Pokrovsk, en su blog, comparando tal medida con un «suicidio». «Las ciudades proporcionan una plataforma ideal para desplegar fuerzas y prepararse para futuras ofensivas, ofreciendo múltiples ubicaciones para tropas, equipos, centros logísticos y sistemas de guerra electrónica», explicó.

Por tanto, estas ciudades servirían como trampolín para las probables ofensivas de Rusia hacia Pavlograd, Lozova e Izium en las regiones vecinas de Dnipropetrovsk y Jarkov, que carecen de barreras naturales y artificiales comparables. Su terreno menos urbanizado, con menos bosques para ocultar posiciones de infantería y drones, sería mucho más difícil de defender, lo que daría una ventaja a un enemigo numéricamente superior.

«Nos veríamos obligados a construir urgentemente fortificaciones desde cero en campo abierto, donde nuestras tropas estarían expuestas a bombas aérea», destacó por su parte Victor Taran, jefe de un centro de entrenamiento de operadores de drones, en la revista Ukrainian Week.

Zelenski, dispuesto a verse con Putin en Turquía, Suiza o Austria, exige saber antes las garantías de seguridad

Volodímir Zelenski está listo para mantener una reunión con Vladimir Putin para negociar un alto el fuego o la paz. Eso sí, el presidente de Ucrania exige conocer de antemano cuáles son las garantías de seguridad que Occidente ofrece a su país. «Queremos entender cómo queda la arquitectura de las garantías de seguridad en un plazo de siete a diez días», explicó Zelenski. Con esa propuesta sobre la mesa, el mandatario avanzó que podría reunirse con su homólogo ruso «en una semana o dos», marcando así un hito al que se podría sumar el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien el lunes discutió cómo proteger al país invadido con seis líderes europeos y el secretario general de la OTAN.

Zelenski incluso propuso tres posibles ubicaciones para el encuentro: Suiza, por su tradición de neutralidad y predisposición a ofrecer inmunidad a Putin, Austria y Turquía, donde ya se han celebrado tres reuniones bilaterales de menor nivel. El Kremlin, sin embargo, rebaja las expectativas cada día más. El ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, descartó celebrar la reunión en Europa, afirmó que se debe «preparar a conciencia» esa cita, e incluso dudó de que Zelenski, al que considera líder ilegítimo de «un régimen neonazi» esté preparado para ella, señaló.

Además, el presidente de Ucrania negó que Rusia fuese capaz de tomar todo el Dombás a final de año. Aseguró que ocupa actualmente entre el 67 y el 69 % y que, para llegar al cien, necesitaría cuatro años.