
El entrenador vio a un Celta «valiente y agresivo», en su «mejor versión» de lo que va de temporada y lamenta que dejaran escapar dos puntos
28 ago 2025 . Actualizado a las 00:31 h.El entrenador del Celta, Claudio Giráldez, señaló que su equipo fue «de menos a más» frente al Betis, resaltando la dificultad de medirse a un rival con «el talento, la calidad, la movilidad por dentro». Admite que en la primera parte no lo hicieron bien y les «faltó precisión», jugando demasiado acelerados y precipitados, lo que les condujo a estar «demasiado tiempo en fase defensiva». «A estas alturas, todavía es más importante no estar tanto tiempo (en fase defensiva), por el desgaste físico y mental que supone», observa.
De todas maneras, se queda con que fueron capaces de «defender bien en bloque bajo», con le pero del gol recibido en la recta final del primer acto. «Tenemos la mala suerte de encajar en balón parado en la última acción. Pero en la segunda parte he visto nuestra mejor versión hasta ahora, he reconocido a mi equipo, valiente y agresivo; es lo que quiero ver», sostiene. Así, su sensación es que «se escapan dos puntos, cuatro en los últimos dos partidos», en referencia a que de Mallorca se fue con una impresión muy similar.
Sobre las impresiones del técnico rival, que consideró justo el empate, Giráldez señala que entiende y respeta su punto de vista, y que las opiniones de ambos importan poco, porque lo que cuenta es el reparto de puntos final. «Si nos paramos a ver cada parte, ellos fueron mejores en la primera, pero creo que nuestro dominio se ha materializado más en la segunda», después de que en la primera, reconoce, no pasara lo que querían. «Después, hemos tenido más ocasiones y llegadas», repasa.
Cree que el hecho de que Hugo Sotelo y Hugo Álvarez terminaran el partido pese a las molestias físicas que arrastraban «habla del alma y el corazón de los jugadores, de las ganas de aportar y competir». Valora que sus futbolistas sean «capaces de sufrir cuando toca» y ve los repliegues y los esfuerzos individuales como la mejor muestra de ello. «Estoy contento con la imagen del equipo y porque creo que vamos en línea ascendente», celebra el técnico celeste.
En lo relativo a los cambios en el once, asegura que no los cuenta y que hace los que considera «adecuados»; en este caso, siete respecto a Son Moix. «Teniendo de reojo el partido contra el Villarreal, pensamos en sacar dos onces competitivos. El equipo ha estado bien, en un tono físico muy bueno», incidiendo en la «pena» de no llevarse los tres puntos. «No es importante quién juegue, sino mostrar la identidad de la segunda parte para recibir ahora al líder con la idea de que, con la imagen y la idea de la segunda parte, podemos ganar juegue quien juegue», valora.
Sí repitió centro del campo, con Hugo Sotelo e Ilaix Moriba, de los que comenta que «casan bien». «Tenemos cinco mediocentros muy buenos, distintos entre ellos», de modo que se decanta por unos u otros en función el tipo de partido. «Hemos estado ordenados. La idea es que el equipo esté sólido juegue quien juegue», mantiene.
Respecto al cambio tras el descanso, asegura que no se debió a ningún tipo de tirón de orejas a sus futbolistas. «Dan lo que tienen y confío mucho en ellos, en que creen que lo que proponemos y las cosas pueden salir mejor o peor, tiene que ver con situaciones tácticas». Apunta que tuvieron miedo a «saltar y apretar convencidos», probablemente porque las primeras veces no salió bien, no fueron «ajustados y eso hace que tengas menos ímpetu». Lo corrigieron en la segunda, con el resultado del empate y de rozar el 2-1.