Iago Aspas, voluntario entusiasta para cada partido como cuando era recogepelotas

JAVIER MATÉ VIGO

GRADA DE RÍO

XOÁN CARLOS GIL

25 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Iago Aspas estuvo contra el Villarreal en su línea, genial, espectacular. Es cierto que va camino de los 38 años, pero tiene el cerebro de un niño entusiasmado que juega en el recreo en el corazón de su pueblo. Y eso es maravilloso. No me sorprende nada que mantengan ese entusiasmo. A esa edad, es normal que disminuyan las cualidades, pero él nunca ha vivido de eso. Claro que le ayudan en cuestiones como el cambio de ritmo, pero él siempre ha vivido de su talento. Y si se encuentra bien y está fresco, con el fútbol que tiene, es de esperar que siga fluyendo.

Creía que habiendo dos partidos en una semana, en alguno iba a ser titular, pero Claudio (Giráldez) es quien mejor sabe cómo se encuentra. Estoy firmemente convencido de que todavía tiene para darnos enormes satisfacciones al celtismo. Él es un mito y hay que tener cuidado de que se retire como tal. Porque yo creo que la dimensión de Iago se va a ver dentro de 20, 25 o 30 años, como la de todos los demás.

Aunque probablemente no esté para jugar en cuatro días dos partidos de 90 minutos. tiene muchas cosas que darnos, y el miércoles lo demostró. Evidentemente, no va a hacer desmarques defensivos para condenar líneas de 80 metros, pero eso difícilmente lo pueden hacer él, Durán, Borja o Fer, ya que es complicado. Pero tengo confianza en que va a seguir prolongando su aportación.

Por encima de sus goles, que son cifras y para él seguro que son importantes, hay otras cosas. Deja una asistencia de tacón con la que su compañero no hace más que prolongarla; la primera vez que entra en contacto con el balón, se da cuenta de que el portero está adelantado y se la tira al larguero. Si sales a cumplir el expediente y no estás concentrado, eso no lo ves, no se le hubiera ocurrido. Él sale con la batuta y lo tiene en la cabeza. Y es más importante que meter el penalti.

M. Moralejo

A esto le suma su celtismo, siempre cuento lo pesado que era de voluntario para ir de recogepelotas cada domingo. Eso ya quiere decir algo. Y hace tiempo que sabe que ha entrado por la puerta grande del Celta. Me alegra que siga apuntándose para todos los domingos a los 37 años, después de casi 30, para lo que en el Celta se estime oportuno.

Creo que para él no será cómoda la situación de ser suplente, pero Claudio tiene mucha personalidad y su Celta, sin Iago, también está demostrando saber hacer muchas cosas. Pero con Iago es diferente. Yo jugué con mitos como Manolo, Pichi Lucas, Gudelj, Atilano, Vicente... Nos ha hecho pequeños a todos. Además, es una alegría ver que tenemos presente y futuro, porque lo que viene es sensacional y tenemos la suerte de que Iago sigue aquí.