
La comunicadora, escritora y psicóloga ha hablado en el programa «Madres: Desde el corazón» sobre el dramático momento que vivió con la pérdida de su cuarto bebé
02 may 2025 . Actualizado a las 12:00 h.El 17 de octubre de 1991 un atentado de ETA cambió su vida para siempre. Cuando tenía doce años, Irene Villa perdió las dos piernas y tres dedos de la mano izquierda al explotar una bomba adosada al vehículo en el que se dirigía al colegio junto a su madre, que también perdió una pierna y un brazo. Lejos de compadecerse, se centró en los estudios y en el deporte para salir adelante en su nueva vida, sin rencor y sin odio, como ha contado en el programa Madres: Desde el corazón. «No se puede vivir sin perdonar. El perdón significa no tener a ese terrorista en tu casa para siempre», ha reflexionado Villa. «Soy una privilegiada, tengo la suerte de estar aquí. Sin piernas, pero viva».
Se licenció en Comunicación Audiovisual por la Universidad Europea de Madrid y posteriormente estudió Psicología y Humanidades. Colaboradora en diferentes medios de comunicación y conferenciante, plasmó sus experiencias en el libro Saber que se puede, fue delegada en Madrid de la Asociación de Víctimas del Terrorismo hasta el 2007 y fue esquiadora alpina paralímpica, formando parte del primer equipo de esquí alpino adaptado de España. En el 2011 ganó la Copa de España en modalidad de silla y en marzo del 2013 se convirtió en campeona de España de eslalon y subcampeona nacional de Súper Gigante y eslalon gigante.
En el terreno personal, en el 2011 contrajo matrimonio con Juan Pablo Lauro, con el que tuvo a sus tres hijos: Carlos (2012). Gael (2015) y Eric (2016). La periodista, escritora y psicóloga ha recordado la emoción de tener a su hijo en brazos. «Sentí por primera vez el olor a vida. Cuando vinieron a verle y a lo mejor alguien lo cogía, era como "devuélvemelo, dame a mi hijo, dámelo"».
En el programa, Villa se ha sincerado con Cruz Sánchez de Lara sobre su cuarto embarazo, un embarazo ectópico, una pérdida que le llevó a un momento muy dramático. «Me llevó a una etapa muy oscura de mi vida». Ocurrió en el año 2017. Dejó de tener la regla y supo que estaba embarazada de su cuarto bebé. «Estaba segura de que venía la niña», ha explicado durante la charla. Acudió al médico, que le confirmó el embarazo, pero también que no había bolsa gestacional. El bebé se estaba gestando en las trompas de Falopio. «Un poquito más y aquí no estoy yo para contarlo. Imagínate, no me ha matado una bomba y casi me mata mi cuarto bebé». Lejos de buscar ayuda, siguió con su vida. «No fui a terapia, no lo digerí. Seguí con mi vida, con mi "aquí no ha pasado nada", con el ski». Pero no estaba bien. «Yo veía bebés por todas partes, y pensé "no estoy bien". Esas cosas hay que masticarlas, digerirlas e ir al psicólogo». Aquello también provocó una criss en su matrimonio, que terminó separándose tiempo después.
Irene Villa y Juan Pablo Lauro —ahora prometido de Nuria Fergó— finalizaron su relación en el 2018, y tres años después ella conoció a su actual pareja, David Serrato, con el que se casó en septiembre del 2024 y con el que mantiene una relación LAT (Living Apart Together, por sus siglas en inglés). Residen cada uno en su propia casa: ella en Madrid con sus hijos y Serrato en Soria, donde trabaja. «David vive en Soria de lunes a jueves, el resto de la semana juntos en Soria o Madrid». Pasan cuatro días separados a la semana, y en ocasiones ni eso. «Si no tengo niños me voy con él. Es mejor echarse de menos que de más», ha asegurado. «Soy muy feliz en mi maternidad gracias a que sigo teniendo otras muchas vidas. La custodia compartida es una liberación».