María Becerra revela que sufrió un segundo embarazo ectópico y «una hemorragia interna con riesgo de vida»

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María Becerra, actuando en directo.
María Becerra, actuando en directo. Ricardo Rubio | EUROPAPRESS

La cantante argentina ya había tenido este problema en la gestación en el 2024, motivo por el que estuvo hospitalizada en septiembre

25 abr 2025 . Actualizado a las 11:30 h.

María Becerra ha sido intervenida de urgencia en Buenos Aires por un abdomen agudo con shock hipovolémico, una condición grave en la que el corazón no consigue bombear la cantidad de sangre necesaria para las funciones del organismo. Este miércoles, un comunicado en la cuenta de Instagram de la cantante reveló que el cuadro fue una complicación causada por un embarazo ectópico «que derivó en una hemorragia interna con riesgo de vida», el segundo que ha tenido la artista de 25 años. Actualmente, se encuentra en reposo y sus actividades profesionales y públicas se han suspendido por completo hasta nuevo aviso.

El comunicado en sus redes sociales explica que Becerra «salió sana y salva de la operación» y que, tras pasar por la UCI, donde recibió ventilación mecánica y una transfusión sanguínea debido a la hemorragia, se encuentra estable y en proceso de recuperación. En septiembre del 2024, ya había sido hospitalizada y sometida a una operación por este mismo motivo. «Fue un momento inesperado, sentí dolores muy fuertes en el abdomen», contó Becerra en esa ocasión, y añadió: «Fue muy duro emocionalmente todo lo que vivimos ya que nosotros ansiábamos ser padres y tener un bebé».

Qué es el embarazo ectópico

En un embarazo ectópico, el embrión se implanta fuera de la cavidad uterina, en la mayoría de los casos, en una de las trompas de Falopio. En estos casos, la gestación no es viable y se produce un aborto, ya que el óvulo fecundado no puede sobrevivir, y el aumento de tejido puede provocar un sangrado que ponga en riesgo la vida si no se trata a tiempo.

Los síntomas al principio pueden ser similares a los de un embarazo habitual, con ausencia de la menstruación, aumento de la sensibilidad en las mamas o náuseas. Si se realiza una prueba de embarazo, esta dará un resultado positivo, sin embargo, esto no debe interpretarse como una señal de que la implantación ha sido correcta.

A medida que el óvulo fecundado crece en el lugar inadecuado, los signos y síntomas se hacen más notorios. Suele presentarse un cuadro de dolor pélvico o abdominal junto con un sangrado vaginal. Si el embrión se ha implantado en una trompa de Falopio, podría ocasionar una ruptura de la trompa, con un sangrado intenso en el interior del abdomen, complicación que constituye una urgencia médica y es un evento potencialmente mortal. En estos casos, los síntomas pueden incluir:

  • Desmayo o sensación de desmayo
  • Presión intensa en el recto
  • Presión arterial baja
  • Dolor en el área del hombro
  • Dolor agudo, súbito e intenso en la parte inferior del abdomen
  • Si se presentan algunos de ellos, es importante acudir rápidamente al médico.

Tras una prueba de embarazo y una ecografía transvaginal, se confirmará, en primer lugar, el embarazo, con la presencia en sangre de la hormona gonadotropina coriónica humana (hCG). La ecografía permitirá conocer la ubicación exacta del embrión para determinar si la gestación es ectópica. Según la gravedad de los síntomas y el tiempo que lleve el embarazo ectópico, se puede tratar con medicación o de manera quirúrgica.

Si el embrión implantado está causando sangrado abundante, puede ser necesaria una cirugía de urgencia. Esto puede hacerse por laparoscopia o a través de una incisión abdominal (laparotomía). En algunos casos, la trompa de Falopio puede salvarse. Sin embargo, comúnmente debe extraerse la trompa si presenta una rotura.

 

Comunicado en la cuenta de Instagram de María Becerra.
Comunicado en la cuenta de Instagram de María Becerra.

Factores de riesgo

Entre 11 y 18 de cada mil gestaciones pueden ser embarazos ectópicos, según una investigación publicada en Clínica e Investigación en Ginecología y Obstetricia. Esta proporción ha aumentado en los últimos 20 años por causas como el tabaquismo o el uso de anticonceptivos como el DIU. Además, el riesgo es mayor en las mujeres que han tenido una enfermedad tubárica (obstrucción de las trompas de Falopio), un embarazo ectópico previo o un aborto, entre otros factores.

Las personas con endometriosis, antecedentes de cirugía abdominal previa o mayores de 35 años tienen, asimismo, un riesgo aumentado de sufrir un embarazo ectópico. Algunas infecciones de transmisión sexual, como la gonorrea o la clamidia, pueden provocar la inflamación de las trompas y otros órganos cercanos, incrementando el riesgo durante el proceso.

Algunas investigaciones han observado que las mujeres que se someten a tratamientos de fecundación in vitro tienen más probabilidades de tener un embarazo ectópico. Se cree que la propia infertilidad también puede aumentar el riesgo. En otros casos, la causa no se conoce. Aunque la prevención no siempre es posible, los médicos recomiendan a las pacientes fumadoras dejar el tabaco antes de buscar el embarazo para disminuir las probabilidades de sufrir esta complicación.

Casos como el de María Becerra no son infrecuentes, dado que haber sufrido un embarazo ectópico aumenta el riesgo de tener otro. Por eso, si la persona desea buscar un nuevo embarazo, es importante que consulte a su médico antes de intentarlo. Con todo, tras un embarazo ectópico, muchas mujeres pueden lograr una gestación normal sin problemas, incluso si se ha extirpado una de las trompas de Falopio. En caso de perder ambas trompas, la fecundación in vitro ofrece otra posibilidad.