Rueda acusa a Pontón y Besteiro de usar el caso Villares de forma «partidista», y estos le califican de presidente «indigno»

GALICIA

«Cre vostede que está capacitado para seguir como presidente da Xunta?», le cuestiona la líder del BNG. Besteiro le reprocha empezar a convertirse «nun problema para Galicia»
11 jun 2025 . Actualizado a las 15:25 h.Había expectación esta mañana en el Parlamento gallego ante la primera comparecencia del presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, tras la dimisión de Alfonso Villares como conselleiro do Mar. Lo hacía para someterse a preguntas sobre vivienda y lengua gallega de los líderes de la oposición en su habitual careo quincenal. Pero el guion cambió desde el primer minuto para convertirse en una sesión monográfica sobre la renuncia de Villares, el silencio de seis meses desde que se produjo la denuncia contra él por agresión sexual, y el apoyo brindado desde la Xunta que tanto BNG como PSdeG han reprochado desde que comenzó el caso. Una actitud «indigna» para un presidente del Gobierno gallego, coincidieron en acusar la nacionalista Ana Pontón y el socialista José Ramón Gómez Besteiro. La líder del Bloque llegó a cuestionar a Rueda si «se veía capacitado para seguir como presidente da Xunta».

Lo cierto es que, a pesar de la insistencia de ambos, Alfonso Rueda eludió ofrecer nuevas explicaciones al considerar que ya no había nada más que explicar. Recordó que, desde el miércoles, ofreció tres ruedas de prensa y se sometió a los canutazos de los medios siempre que hubo ocasión. «De que me silencio me está falando? Non me estará confundindo co seu xefe de filas?», se comparó ante Besteiro con el presidente Pedro Sánchez, quien no comparece ante los periodistas desde finales de abril.
El secretario xeral del PSdeG reprobó a Rueda un silencio «que doe e avergoña», tras días «fuxindo das explicacións». Le acusó de ocultar durante seis meses la denuncia, y le formuló varias preguntas para las que no tuvo respuesta: el por qué de los abrazos a Villares en la toma de posesión de su sucesora, la presunta filtración del nombre de la denunciante, el ocultamiento del caso. «Cada que pasa sen dar explicacións, demostra que non está a altura do cargo que ostenta. Vostede empeza a ser un problema para Galicia», advirtió Besteiro, interpretando que esa ausencia de aclaraciones deja de ser «un presidente digno».
La misma línea siguió la portavoz nacional del BNG, exponiendo que «calquera persoa decente» habría cesado «de inmediato» al exconselleiro tras tener constancia de la denuncia, algo que ocurrió en febrero y que Rueda «encubriu durante meses». «Permitiulle utilizar a sede da Xunta para proclamar a súa inocencia e permitiulle saír pola porta grande», señaló, alertando sobre el mensaje «demoledor» a las mujeres por ponerse de lado del presunto agresor y «desprotexer á vítima».

Lo situó como un ejemplo más de la «degradación política e moral» de su Gobierno y del propio Rueda como su presidente. «Pensa que despois desta indignidade, vostede pode seguir como presidente da Xunta?», le preguntó en dos ocasiones, respondiéndose a sí misma en la siguiente intervención: «Non é digno (...). Estou segura de que a maioría deste país non o votou para encubrir a un agresor sexual».
Rueda acusó a ambos de hacer un uso «partidista descarado» de la renuncia de Villares, en la que volvió a defender su decisión de dimitir como conselleiro una vez tuvo conocimiento de su condición de investigado por parte del Tribunal Superior de Xustiza. Condenó la estrategia de los nacionalistas por convertir su «goberno paralelo» en un tribunal en el que Pontón es presidenta. «A mellor maneira de protexer as vítimas e respectar a Xustiza», insistió el presidente gallego frente al «sectarismo» que coloca a todos en situación de desprotección, «empezando polas vítimas e as persoas que denuncian».
También cuestionó la reacción del Bloque ante el caso mientras guarda silencio sobre los escándalos que rodean al Gobierno central, citando a «Koldos», «Jessicas», «Aldamas» y «Cerdanes». «A mansedumbre en Madrid a delata moi ben», terció.
Las imputaciones de Besteiro
No tardó el presidente gallego en recordar a Besteiro los diez delitos por los que fue imputado, todos ellos archivados, y que le llevaron a renunciar como secretario xeral del PSdeG en marzo del 2016. «Ten vostede moita cara e moi mala memoria», empezó Rueda en su primera respuesta, citando el rosario de imputaciones que cayeron sobre él. «Botou cinco meses imputado por catro ou cinco delitos e seguiu tranquilamente. E despois caéronlle cinco ou sete máis», le recordó, recriminándole que entonces apelara a la presunción de inocencia.
Besteiro no esquivó la hemeroteca, y recordó que ya no ostentaba cargos públicos cuando fue imputado, ya que en julio del 2015 había dejado de ser presidente de la Diputación de Lugo. El líder socialista aprovechó para mencionar los anónimos (entregados por los populares lucenses) que, en marzo del 2013, dieron lugar a su imputación en la operación Pulpo. Y bromeó con hacer «probas caligráficas» a esos anónimos que tendrían como resultado la autoría de personas presentes en ese momento en la Cámara. «Ese non é o tema: non foi capaz de responder a ningunha das cuestións», terció.