Primer día de bonificaciones en la AP-53: «Tienen que mejorar mucho más, es una carga económica insoportable»

David Cofán Mazás
David Cofán LALÍN / LA VOZ

GALICIA

Una mujer en el peaje de la AP-53, este jueves
Una mujer en el peaje de la AP-53, este jueves Adrián Freiría

Las primeras rebajas en el vial entre Santiago y Dozón no alientan un mayor tráfico frente a la N-525

10 abr 2025 . Actualizado a las 19:01 h.

El estreno de las bonificaciones aprobadas por el Consejo de Ministros para la autopista AP-53 entre Santiago y Lalín pilló por sorpresa a muchos de los usuarios que circulaban este jueves por este prohibitivo vial. A la alegría por descubrir que los trayectos de vuelta serán gratis siempre que se realicen en un plazo de 24 horas, con un coste que pasa de 14 a 7 euros, se unía cierta desconfianza por el impacto real de la medida. Aunque consideran fundamental el ahorro, que será del 75 % en quienes hagan hasta 20 viajes al mes, inciden en que el coste sigue siendo elevado.

«Se adapta a las circunstancias, pero tiene que mejorar mucho más. Es una carga insoportable en lo económico», razonaba el abogado Manolo Martín tras repostar en el área de servicio de Silleda. Este letrado de Muxía es un asiduo de la AP-53, desplazándose a Lalín por motivos de trabajo. En su caso, utilizar la autopista es fundamental. «Prefiero pagar», comenta resignado, cuando compara cómo tendría que ser la alternativa gratuita, por la N-525, con un intenso tráfico.

Adrián Freiría

La carretera nacional tampoco es una opción para Michelle, que se toma un respiro en Silleda para proseguir su viaje de A Coruña hasta Ourense. «Voy una vez al mes a visitar a mi familia y siempre lo hago por autopista porque es mucho más cómodo», explica. Calcula un gasto de 40 euros al mes solo en peajes, uniéndose en su caso los de la AP-9. Esta conductora tampoco era consciente de que ayer se empezaban a aplicar los descuentos. «¿En serio?», se preguntaba antes de reflexionar sobre el elevado precio de esta autopista de 56 kilómetros. «Es normal que lo hagan, porque no es nada barato», sopesa.

Si antes le valía la pena adentrarse en la AP-53, con las bonificaciones se disipa cualquier duda: «No me compensa ir por la nacional porque la carretera es horrible, hay muchas curvas, partes complicadas, baches...».

Adrián Freiría

No coincide con ella Manuel Conde, un transportista de Rianxo que se dirigía a Silleda por motivos de trabajo, y que prefiere la carretera, donde el tráfico es notable, también ayer, pese a los descuentos: «É mellor a pesar do aforro de tempo», considera. En su opinión, la autopista sigue teniendo un precio prohibitivo, recalcando que cuando viaja por su cuenta siempre trata de evitarla.

Pocos usuarios

En la tienda del área de servicio de Silleda atiende con una amplia sonrisa Mabel Pereiras, vecina de la parroquia de Piñeiro. «De momento no es una mañana fuerte», comenta extrañada. Los descuentos no han animado el tráfico por la autopista; incluso la incidencia es menor de lo habitual en un jueves. «Suelen ser días de mucho trabajo. La mayoría de los transportistas aprovechan para desayunar y a estas horas [las once de la mañana] no suele quedar nada de bollería. En cambio hoy...», comenta mientras extiende la mano para señalar un estante repleto de lambonadas.

En cualquier caso, Mabel sostiene que no les falta trabajo en la tienda. «Es un no parar, en verano necesitamos refuerzos. En mi último turno de cierre, el domingo, no paré. Hay mucho transportista que llega con la lengua fuera y aprovecha para hacer noche en el párking. Es uno de los pocos en Galicia habilitados para hacer noche», explica.

Durante el trayecto, lo cierto es que apenas se ven coches. Una estampa habitual en los últimos años que, tal vez, cambie con el acicate de las bonificaciones. Mientras, la N-525 sigue siendo un hervidero de vehículos.