
El Tratado de Washington solo contempla la salida voluntaria de sus miembros
11 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Un país miembro de la OTAN solo puede dejar de serlo si así lo decide de forma voluntaria y lo notifica a sus socios, de acuerdo con el Tratado de Washington sobre el que se fundó la Alianza Atlántica en 1949, cuyos estatutos no recogen la posibilidad de que los aliados puedan expulsar a uno de sus miembros como sugirió el jueves el presidente estadounidense, Donald Trump.
Este tratado que rige la Alianza del Atlántico Norte, en su artículo 13, señala que, a los veinte años de entrar en vigor, «cualquiera de las partes podrá dejar de serlo [miembro], un año después de haber notificado su renuncia ante el Gobierno de los Estados Unidos de América». Y añade que la Administración estadounidense «informará a los Gobiernos de las otras partes del depósito de cada notificación» de renuncia. El Tratado de Washington es custodiado por el Departamento de Estado de EE.UU.
Sin embargo, cabe recordar que la OTAN contempla la imposición de sanciones, como limitar la participación en reuniones o actividades militares, y el acceso a la información. A falta de métodos jurídicos para la expulsión, cabrían los políticos, que conllevarían graves consecuencias, desde el simple aislamiento diplomático hasta sanciones económicas para forzar la única retirada posible de la Alianza, la voluntaria.
En el improbable caso de que España decidiera dejar de ser miembro, no estaría protegida por la defensa colectiva, como estipula el artículo 5 del tratado; no podría participar en operaciones militares internacionales; tendría que aumentar el gasto militar; y perdería influencia comercial, especialmente con EE.UU.
Los casos de Francia y Grecia
Entre los países que estuvieron a punto de abandonar la OTAN destacan Francia y Grecia. La primera, bajo la presidencia de Charles de Gaulle, rebajó en 1966 su membresía de la Alianza y retiró a su país del mando militar liderado por Washington debido al deterioro de las relaciones diplomáticas entre ambos y para buscar un sistema de defensa independiente. La reincorporación plena de París no se produjo hasta el año 2009, siendo presidente Nicolas Sarkozy, respaldado por el parlamento galo.
También los griegos dejaron temporalmente la estructura militar en 1974, como respuesta a la invasión turca de Chipre y a que los aliados no habían protegido sus intereses y seguridad.