El plan de Sánchez contra Israel se queda a medio gas tras el Consejo de Ministros
ESPAÑA

El PP define la maniobra como una cortina de humo y trata de conciliar sus dos almas sobre el asedio a Gaza
09 sep 2025 . Actualizado a las 22:04 h.Las nueve medidas contra Israel que Pedro Sánchez anunció el lunes a bombo y platillo se presentaron este martes un tanto desinfladas. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, fue el encargado de dar las no tan buenas noticias después del Consejo de Ministros, que debía ratificar el plan socialista para asfixiar al Gobierno de Benjamin Netanyahu y sentar un precedente internacional. La realidad fue que una de las propuestas estrella que había comentado el presidente, prohibir la entrada a España a todas las personas que colaboren directamente con el «genocidio» en Gaza, se vio sustancialmente jibarizada: solo afectará, de momento, a los ministros ultras Itamar Ben Gvir (Seguridad Nacional) y Bezalel Smotrich (Hacienda), además de al propio Netanyahu, a quien ya era aplicable la medida por sanciones internacionales previas.
Esquivando la palabra «genocidio» —la misma que Sánchez enarboló este martes—, Albares matizó que esa lista de personas no gratas puede ir evolucionando. Además, dijo, la actuación de España demuestra igualmente que es «el país del mundo que más está haciendo por Palestina, por los civiles gazatíes, por la paz y por los derechos humanos». Pero sigue negándose a romper definitivamente las relaciones diplomáticas con el Estado israelí, como reclaman Sumar y otros partidos de la izquierda. El titular de Exteriores explicó que la intención es no derribar todos los puentes y mantener vivo un mínimo canal de interlocución para lograr el objetivo último de las medidas: la solución de los dos Estados.
En ese sentido, ni siquiera estaba previsto llamar a consultas a la embajadora española en Tel Aviv, Ana Solomon. Más bien fue una decisión en caliente, una respuesta al veto a las ministras Díaz y Rego que Israel anunció el lunes.
Mucho por definir
Más allá del mensaje político —externo e interno— que ha lanzado Sánchez, las implicaciones de las medidas todavía estaban este martes difusas. Faltaba concretar la letra del decreto ley que dictaminará el embargo de armas, cuya complejidad el Gobierno ha reconocido en más de una ocasión: es muy difícil encontrar otro proveedor que pueda cubrir el hueco de Israel en el suministro de materiales para las Fuerzas Armadas españolas.
También faltaba concretar, en cuanto al cierre del espacio aéreo a aeronaves de Estado que transporten recursos para Israel, qué sucede con los vuelos comerciales. Y, en cuanto al bloqueo de puertos para los barcos que lleven combustible a Tel Aviv, faltaba aclarar si la medida solo afectaba a carburantes o a cualquier tipo de suministro.
Por otro lado, el Ejecutivo siguió sin mencionar el caso de EE.UU. Según un acuerdo con el Pentágono, los aviones estadounidenses que hacen escala en España no tienen obligación de declarar su carga. Los militares españoles tampoco pueden registrarlos.
El PP define la maniobra como una cortina de humo y trata de conciliar sus dos almas sobre el asedio a Gaza
Álvaro soto, a. r.
El PP calificó este martes la posición del Gobierno sobre Oriente Próximo como «un ejercicio de frivolidad», una cortina de humo ante la cita de Begoña Gómez y su exasesora esta semana en el juzgado, y ninguneó las medidas propuestas por Pedro Sánchez contra Israel. «Un Ejecutivo que no puede aprobar los Presupuestos se cree capaz de solucionar el conflicto de Gaza», afirmó la portavoz popular en el Congreso, Ester Muñoz, que, sin embargo, rechazó pronunciarse abiertamente sobre si el partido de Alberto Núñez Feijoo considera lo que está ocurriendo en Palestina como un «genocidio». «Lo que es un genocidio lo decide la Corte Penal Internacional, no Pedro Sánchez. De ahí la frivolidad», aseveró.
En los últimos días, en el PP se han escuchado voces con distinta gradación sobre los ataques de Israel contra la población gazatí. Mientras que la presidenta de Extremadura, María Guardiola, pidió «no permanecer indiferentes» ante «tanta barbarie y tanto horror», el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, dijo que «no hay genocidio» y acusó a la izquierda de «fomentar el antisemitismo». Las dos posturas «no son incompatibles», trató de zanjar Muñoz. «Cualquier persona piensa que lo que está ocurriendo es terrible», apuntó.
«Desde el PP llevamos tiempo pidiendo que termine el conflicto y que Hamás libere a los rehenes. Nuestra postura es la que promovieron los países árabes en la ONU hace unos meses: que Hamás deje el Gobierno en Gaza y que libere a los rehenes», incidió la portavoz popular en el Congreso, que reclamó a Sánchez que «vaya de la mano de los aliados internacionales y de la UE».
Diputados contra el genocidio
Alrededor de 150 diputados de diferentes grupos se concentraron este martes en las escaleras de los leones del palacio del Congreso para pedir «libertad para Gaza» y el fin del «genocidio». Convocados por Sumar, diputados de ese grupo, del PSOE, ERC, Bildu, PNV y BNG mostraron octavillas en español, inglés, catalán, euskera y gallego reclamando el fin de la masacre en la Franja.