Díaz advierte a Sánchez que saldrán del Gobierno si se demuestra que hay financiación irregular del PSOE
ESPAÑA

«La responsabilidad de la legislatura queda en sus manos», afirma la vicepresidenta del Gobierno
02 jul 2025 . Actualizado a las 13:56 h.La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha marcado una línea roja para salir del Gobierno tras la encarcelación del secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán. Que se demuestre que ha habido financiación irregular de los socialistas. Mientras, Sumar continuará dando su apoyo a Sánchez, pero condicionado a que tome «medidas claras de regeneración democrática».
En declaraciones a Onda Cero, recogidas por Europa Press, Díaz ha insistido en que el presidente debe «actuar y liderar», lo que pasa por ejemplo por comparecer antes del 9 de julio, cuando acudirá al Congreso, y someterse al «escrutinio» de la prensa para dar más explicaciones y esclarecer hasta dónde llega el caso Cerdán.
También ha exigido al ala socialista del Ejecutivo que se comprometa con Sumar, en el marco de la comisión de seguimiento del pacto de coalición que se celebra hoy para desplegar actuaciones anticorrupción y de avance social de la legislatura.
«Gravedad del momento»
No obstante, la titular de Trabajo ha lanzado que aunque es en general optimista, de cara a esta cita se muestra escéptica dado que tiene dudas de que el PSOE comprenda la «gravedad del momento» y que si no se adoptan medidas, habrá un «problema».
En esta línea, ha añadido que quiere pensar que se tomarán medidas para restablecer la confianza quebrada con la ciudadanía que votó a este Gobierno que «merece la pena» y que quiere que continúe.. Y es que está convencida de que PP y Vox no van a arreglar los problemas del país.
Cuestionada sobre si es creíble que Sánchez desconociera las presuntas actividades irregulares de Cerdán o el exministro José Luis Ábalos, Díaz ha apuntado que a día de hoy el presidente no está involucrado en este caso y que compareció cuando estalló la presunta implicación de Cerdán en la trama Koldo para pedir perdón y dar explicaciones. De todas maneras, ha apuntado que no se trata de una cuestión de creencia, sino de «acciones y garantías».
Dicho esto, ha insistido en que Sánchez nunca le ha faltado a la verdad ni le ha mentido y que el presidente ya asumió responsabilidad in vigilando con los nombramientos de Cerdán y Ábalos, pera ha diferenciado que hasta ahora no hay implicación del PSOE como organización, al contraponer por ejemplo que la sentencia del caso Gürtel condenaba al PP como organización a titulo lucrativo de los delitos cometidos.
De todas formas, la vicepresidenta ha enfatizado que la preocupación de su espacio es que al final «todo permanezca igual» y que la problemática en materia de corrupción política está en el bipartidismo, en PP y PSOE. Es más, ha lamentado que no escucha propuestas en materia de regeneración mientras que Sumar está poniendo sobre la mesa iniciativas concretas sin tampoco «inventar la pólvora» dado que se basan en las recomendaciones del Grupo de Estados contra la Corrupción (GRECO).
Así, ha argumentado que una cosa es que haya excargos del PSOE investigados por prácticas corruptas, a los que ha definido como «golfos», y otra que haya una trama «completamente consciente y organizada» en una organización para «saquear las administraciones públicas». Un hecho que, según ha ahondado, es un «hecho diferencial» cuando se habla del debate de las responsabilidades políticas.
Reta a Feijoo a presentar una moción de censura
Por otro lado, ha manifestado que a Sumar no se le puede pedir responsabilidades en esta crisis, dado que es un espacio «limpio» y se ha dedicado a «cuidar la coalición» al liderar políticas públicas de la que «ahora todo el mundo presume». Finalmente, ha descartado que una solución a esta crisis sea la cuestión de confianza, dado que la vía es apostar por un reimpulso de la legislatura.
Sin embargo, ha vuelto a retar al líder del PP, Alberto Núñez Feijoo, que si aspira a gobernar el país debe presentar una moción de censura, si piensa de verdad que piensa que la situación es «inaceptable» y dar un «debate» como opción «presidenciable», pero augura que no se atreve porque «no tiene proyecto de país» y además incurre en «torpeza» al «insultar» a los presuntos socios a los que aspiraría a convencer.