Montenegro pide a Bruselas una auditoría de «un problema que no tuvo origen en Portugal»

ESPAÑA

El país vecino recupera la normalidad, con retrasos en el aeropuerto lisboeta que espera estar a pleno rendimiento «en dos o tres días»
29 abr 2025 . Actualizado a las 20:27 h.Tan acuciante era solucionar el apagón como averiguar las causas. Y Portugal tiene claro que no es su culpa, como reiteran los miembros del Gobierno en funciones. El último en hacerlo fue el primer ministro, el conservador Luís Montenegro, que a primera hora de la tarde del martes compareció, tras el segundo Consejo de Ministros de carácter urgente, para anunciar que ordenó «solicitar a la agencia de cooperación de los reguladores de energía de la UE realizar una auditoría independiente a los sistemas eléctricos de los países afectados». Así, Montenegro pone el foco en España: «Necesitamos respuestas tan rápidas como urgentes. No vamos a ahorrar esfuerzos para esclarecer este problema serio que no tuvo origen en Portugal», dijo a los medios, y recordó que «los servicios públicos esenciales están funcionando y el restablecimiento resultó más rápido incluso que en España, aunque España tenga conexión con Francia y Marruecos y, por tanto, mejores posibilidades de superar la situación». En el momento del apagón, Portugal importaba un 30 % de su energía desde el otro lado de la frontera.
En su declaración, Montenegro agradeció la «respuesta altamente positiva del país» ?que no registró desórdenes durante el período sin luz—, y elogió su capacidad para recuperarse. Porque a mediodía del martes, prácticamente todos los servicios se habían restablecido, al margen de puntuales desabastecimientos de agua. Los transportes funcionaron con regularidad durante la mañana, excepto retrasos para abrir el metro de Lisboa y el aeropuerto Humberto Delgado, que espera estar a pleno rendimiento en «dos o tres días». Los hospitales ya apuraban para ponerse al día tras las citas canceladas; los centros educativos abrieron sus puertas y las calles y negocios recuperaban el tiempo perdido la víspera: «Fue un susto; nos quedamos sin balanzas, con las neveras llenas de mercancía congelada y mariscos», comentaba una pescadera en el mercado de Bolhão.
«Los arcones aguantaron bien»
«Cuando dijeron que podían tardar cinco días en devolver la luz, nos preocupamos mucho, pensando que todo se descongelaría. Pero los arcones aguantaron bien el frío y todo está en buen estado». «Perdimos un día sin facturar, pero ahora solo hay que ponerlo todo bonito otra vez», añade su vecina.
En Correos, Daniela Teixeira relata momentos de pánico: «Algunas personas habían dejado sus maletas en las cajas de seguridad, que no se pueden abrir sin electricidad, e intentaban forzarlas para conseguir sus objetos y llegar a tiempo a su avión. Les pedimos calma y esta mañana ya les hemos enviado las maletas a casa, confiando en que nos paguen el envío».
También en el centro de la ciudad, el comandante de Bomberos Voluntarios de Oporto, Luís Neves, explicaba que «fue un día inédito, con muchas situaciones de personas atrapadas en ascensores, necesidad de abastecimiento de agua a hospitales y pedidos de combustibles para residencias de ancianos y centros de hemodiálisis, aunque esto es competencia de Protección Civil. En general, la ciudad de Oporto ha respondido bien», resume, a la vez que acepta que «algunas personas pueden haberse quedado sin asistencia por no poder contactar por teléfono». De hecho, los servidores del Instituto de Emergencias Médicas permanecieron apagados durante 20 minutos y una respuesta para pedir una ambulancia podía demorarse más de media hora. «Muchos avisos nos llegaron a través de vecinos que habían oído a alguien atrapado en el ascensor», dice Neves.
Falta de autonomía energética
Inmediatamente después del Consejo de Ministros, el Gobierno se reunió con el presidente del Parlamento y la oposición, que no dejó pasar la oportunidad de criticar a los conservadores por «la ausencia de liderazgo, de orientación y apoyo cuando el país más lo necesitaba», dijo el socialista Pedro Nuno Santos. Aunque la mayor parte de las críticas se vertieron sobre la evidente falta de autonomía energética portuguesa, que atribuyen a la privatización de Redes Energéticas Nacionales a capital extranjero. Mariana Mortágua (Bloco de Esquerda) tachó de «error fatal» la venta de la compañía, y el Partido Comunista defendió la «importancia de que los sectores estratégicos» sean públicos ?algo indiferente en este caso, al depender de la conexión a España--. Afearon, además, «el apagón del Gobierno» para dar una respuesta. Tras el encuentro, todos los partidos han pactado un debate urgente en el Parlamento, este miércoles.
Uno de los temas que deberán analizar es por qué Protección Civil no elevó el nivel de alerta hasta las ocho de la tarde del lunes, cuando ya se estaba recuperando la luz.