«El fantasma de la ópera» prepara las maletas para conmover en Vigo y A Coruña

CULTURA

La cuidada versión del clásico musical de Andrew Lloyd Webber deja Madrid y prevé hacer dos paradas en Galicia
13 abr 2025 . Actualizado a las 01:30 h.El aclamado compositor británico Andrew Lloyd Webber puede estar tranquilo. La versión española de El fantasma de la ópera que el 20 de abril abandonará su residencia en el UMusic Hotel Teatro Albéniz para recorrer todo el país durante dos años, es fiel en todo lo mucho de bueno tiene este musical, uno de los clásicos del género que el año que viene cumple nada menos que 40 años en el West End londinense.
El espectáculo de Letsgo Entertainment en colaboración con Amigos Para Siempre, la empresa que Webber y Antonio Banderas crearon en el 2022 para producir teatro, musicales y entretenimiento en directo en español, ejerce un férreo control sobre cada detalle de un pieza perfecta para que lo siga siendo en sus réplicas.
Este Fantasma de la ópera salvaguarda la esencia de una historia que mezcla todo eso que convierte a un espectáculo universal, y que consiste en dosificar sin pasarse, emoción, intriga, humor, historia de amor, —oscura y turbia en este caso—, y a la que se le suman altas dosis de asombro y sobresalto.
La obra aún se puede ver en el UMusic, un curioso hotel, el primero de la compañía Universal Music, que suma a sus cinco estrellas las que los huéspedes se encuentran por cada rincón. No hay cuadros sin alma de mueblería comprados al por mayor, sino fotos de conciertos míticos como el de los Rolling Stones en el Calderón, de actuaciones de Camarón, o carteles enmarcados de conciertos con el sello de la discográfica. El complejo inmobiliario en pleno centro de Madrid alberga un teatro allá donde otros pondrían un párking. Allí viven, cuando se levanta el telón, los personajes que encarnan los protagonistas que viajarán en la gira, Manu Pilas como el Fantasma y Judith Tobella como Christine, que da vida en cuerpo y voz a un elenco de lujo con cantantes y actores como Omar Calicchio, Silvia Luchetti o Marta Pineda, en un gran equipo artístico, de casi 30 personas, empastado en una coreografía impecable, una iluminación de premio, una escenografía encajada en cuadros que giran y una fantástica orquesta tocando en directo en el foso.

Silvia Montesinos es la directora residente y responsable de la adaptación de la letra que ha logrado la aprobación de Webber en matices que ofrecen una relectura del personaje de Christine, la joven soprano que es la obsesión del fantasma. «La carga sentimental de escenas cumbre son de una belleza perversa y la oscuridad es algo más que la noche, es la posesión que ejerce sobre ella», contaba en la presentación de la gira esta especialista en teatro musical y profesora de arte dramático, que se peleó los matices evitando la traducción literal, ese lost in traslation que a veces, lo cambia todo y en este caso, apunta a temas tan de siempre y tan actuales como el maltrato o las relaciones tóxicas .
El fantasma de la ópera mete la emoción en la maleta y su primera parada será en Torrevieja, Alicante, el 6 de junio. En el Auditorio Mar de Vigo estará del 19 al 22 de junio y su cita en A Coruña será un año después, en el Palacio de la Ópera, del 25 al 28 de junio del 2026. En este periplo de dos años, el madrileño Manu Pilas y la barcelonesa Judith Tobella, pareja «en la vida real», asume el reto de llevar el exigente peso actoral y vocal que en Madrid llevan Gerónimo Rauch y Talía del Val, al que se suma el enorme desafío técnico de montar y desmontar una escenografía cargada en cinco camiones y un tráiler que tiene adaptarse a las características particulares y especificidades de cada teatro, que no son pocas, desde el tamaño de cada uno a la calidad del sonido, vital en este caso.
«En cada función llegamos hora y media antes, hacemos calentamiento vocal durante media hora y dedicamos la siguiente a la caracterización», explica.
Por su parte, Manu Pilas advierte, misterioso, que en El fantasma de la ópera «pasan cosas, pasan cosas todo el rato y eso es lo bueno, y es una obra donde a pesar de que el guion y la partitura es la misma, la interpretación es diferente y es la mujer la que elige, no Raoul de Chagny, mi personaje en una producción donde hay más teatro», explica, emocionado ante la aventura que les espera con la historia a la que puso música Andrew Lloyd Webber. El genio de 77 años ha escrito algunas de las partituras que más pelillos ha logrado erizar a espectadores de todo el mundo, con unas melodías que van directamente a ese lugar del cerebro donde se atesora lo conmovedor.