



El IES Salvador de Madariaga, que ofrece la especialidad de bachillerato de Artes Escénicas, despidió a los alumnos mayores en un acto diferente marcado por la música
13 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Los actos de graduación guardan similitudes. Pero el del IES Salvador de Madariaga, el Masculino, es algo diferente a los demás. «Nuestro instituto es el único de la ciudad que cuenta con la especialidad de bachillerato de Artes Escénicas, por lo que las actuaciones musicales fueron como siempre un componente importante y diferenciador del evento», destaca Juan Pablo Fernández, del departamento de Artes Plásticas. Estamos en las semanas claves de esas graduaciones que, como dice César Casal, son como bodas. Ahí tienen a los más musicales en el paraninfo de la UDC donde tuvo lugar la despedida escolar de este numeroso grupo. En los Salesianos dijeron «hasta siempre» a 33 estudiantes de 2.º de bachillerato. «La mayoría de los graduados, de 17 y 18 años, han formado parte del centro salesiano durante 15 años, mientras que otros, aunque siguieron diferentes itinerarios formativos, quisieron sumarse a este momento tan importante. El evento reunió a familiares, amigos, docentes y representantes de la institución, destacando el valor de la convivencia y los lazos forjados durante su paso por el centro», destacan. El acto comenzó con una celebración en la iglesia del colegio, donde intervinieron el director de la Obra Salesiana, Xabier Blanco, y también el presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos y Alumnas de Don Bosco, Enrique Carretero, que los animó a seguir vinculados al centro educativo. Tras la imposición de bandas, la directora, Pilar Sanjurjo, clausuró el acto reconociendo el esfuerzo del alumnado, la dedicación del profesorado y la confianza de las familias.
Los 66 de Calasanz
En la capilla del Calasanz Padres Escolapios graduaron a 66 alumnos. Tras la celebración religiosa, los graduados, acompañados de sus familias y profesores, se trasladaron al hotel AC de Matogrande, donde unas 300 personas compartieron mesa, mantel e ilusiones. Como dijo san José de Calasanz, «si desde la más tierna infancia el alumno es instruido en la piedad y las letras, debemos esperar un feliz transcurso de toda su vida». Y también están graduados los del colegio Montegrande, que en las últimas horas celebró el acto de despedida de los bachilleres.