La puñalada al enfermero del Chuac moviliza a más de 300 sanitarios en urgencias exigiendo seguridad

Alberto Mahía / Elisa Álvarez A CORUÑA, SANTIAGO / LA VOZ

A CORUÑA

Marcos Míguez

Los manifestantes pidieron la dimisión del gerente del hospital de A Coruña, que abandonó la concentración entre gritos. El sanitario agredido está fuera de peligro y evoluciona favorablemente. El conselleiro de Sanidade se abre a modificar los protocolos tras el apuñalamiento

04 feb 2025 . Actualizado a las 20:26 h.

El eterno clamor de los sanitarios por implantar un estricto protocolo de seguridad en los centros médicos se escuchó este martes más que nunca en el Chuac, pero también en otros centros sanitarios gallegos que replicaron la protesta. En el complejo sanitario coruñés, más de 300 gargantas con sus batas blancas exigieron más medios y recursos humanos para que no vuelva a pasar lo de este lunes en las urgencias de ese hospital, donde un paciente con un trastorno de la conducta acuchilló varias veces a un enfermero y agredió a un vigilante de seguridad.

El enfermo había llegado minutos antes en una ambulancia del 061. La Guardia Civil y la Policía Local acudieron a su casa para asistir a los sanitarios, pero su actuación no se extendió más allá de la atención en el domicilio. Nadie lo registró e ingresó en el box con un cuchillo oculto entre la ropa. Cuando un enfermero, Ismael Fuentes —de unos 30 años y natural de Zas—, se interesaba por él, el hombre sacó el arma y comenzó a apuñalarlo en la zona del abdomen. En la estancia estaba otra sanitaria. Su actuación «fue encomiable y valiente», según relataron ayer sus compañeros. Los gritos alertaron a los miembros de seguridad y a otro enfermero. Entre todos, pudieron reducirlo y evitar que continuase la agresión. Uno de los guardias, Marco, resultó golpeado en el rostro. Este, con la herida visible, participó esta mañana en la concentración a las puertas de urgencias junto a compañeros del sector.

También participó el gerente del Chuac, Luis Verde Remeseiro. Permaneció en el lugar entre gritos de los convocados, que pedían su dimisión. Finalmente, el responsable del hospital coruñés tuvo que desplazarse unos metros para atender a los medios de comunicación. Aseguró que pronto se reunirá el comité de seguridad para avanzar en los protocolos que impidan que hechos como el del lunes vuelvan a repetirse. Los convocantes denuncian falta de medios y espacios para atender a enfermos con trastornos. Por el bien de ellos, por el de los sanitarios y por el resto de pacientes.

Allí estaba también la presidenta de la comisión de centro del hospital, María Formoso, que afirmó que lo ocurrido «no es un caso aislado». También enfermera, destacó que «los profesionales no pueden trabajar en condiciones de seguridad y salud». Explicó que «al no haber camas, los pacientes que ingresan en salud mental pueden pasar seis días en urgencias sin ser atendidos por los profesionales adecuados». Formoso insistió en que se necesitan «más medios y más espacios». Se refiere a crear zonas donde este tipo de enfermos estén más controlados, evitar que se autolesionen o que provoquen incidentes como el del lunes.

El secretario de organización de la Federación de Trabajadores de Seguridad Privada de USO, Iván Blanco, indicó durante la concentración que hay una «falta de medios». Explicó que en su sector llevan años intentando que la gerencia lo solucione, como que se les facilite espray de defensa. «Nuestros compañeros no tienen medios para enfrentarse a este tipo de situaciones», lamentó. Reconoció que «es muy frecuente que haya agresiones y los protocolos no están actualizados». Blanco denunció que en este caso falló el protocolo porque «el paciente venía con la Guardia Civil y no fue cacheado, quedó en la sala de espera y cuando el enfermero fue a darle el tratamiento, llevaba un cuchillo».

Ante lo ocurrido esta semana, el conselleiro de Sanidade se abre a modificar los protocolos tras el apuñalamiento. Antonio Gómez Caamaño afirmó que el herido evoluciona bien y probablemente sea dado de alta en las próximas horas: «Falei con Ismael, está ben, pasou unha boa noite e probablemente lle dean a alta hoxe».

Tras lamentar el incidente y mostrar su «máximo rechazo» a este tipo de situaciones, Caamaño indicó que se analizará todo lo ocurrido para determinar si hay que cambiar algún protocolo, «probablemente para o caso de pacientes como este de saúde mental hai que modificar algo, pero primeiro hai que analizar o que ocorreu». Sobre el hecho de que el paciente entrase a urgencias con un arma blanca, Caamaño admitió que no es lógico, pero se mostró prudente antes de cualquier conclusión.

En el 2024, apuntó el responsable de la política sanitaria gallega, se presentaron 17 denuncias en los juzgados por agresiones a sanitarios. Según los datos difundidos el año pasado por la Policía Nacional, del 2023, en toda España se tramitaron 241 denuncias por agresiones contra el personal sanitario, un 30 % más que en el 2022.