
«El municipio está dimensionado para 11.000 o 12.000 vecinos, y de repente tenemos que atender a una ciudad de 60.000», explica el alcalde Jose Cacabelos
19 ago 2025 . Actualizado a las 18:12 h.El alcalde socialista de O Grove, Jose Cacabelos, ha querido aclarar en las últimas horas sus declaraciones sobre la población que alcanza el municipio durante la temporada estival. Según los datos que maneja el consistorio, en agosto el número de personas presentes en la localidad supera con creces los 50.000 habitantes y roza incluso los 60.000, frente a los apenas 10.800 censados. Una cifra «histórica», en palabras del regidor, que refleja tanto el atractivo turístico de la villa como la necesidad urgente de reforzar sus servicios e infraestructuras.
«Mi mensaje no pretendía ser negativo, sino abrir una reflexión colectiva. O Grove está dimensionado para 11.000 o 12.000 vecinos, y de repente tenemos que atender a una ciudad de 60.000», explicó Cacabelos. El alcalde puso sobre la mesa las principales carencias que afronta el municipio: aparcamientos saturados, circulación densa, déficit de contenedores y camiones de basura, necesidad de duplicar el personal de limpieza viaria y problemas de abastecimiento de agua en los depósitos de San Vicente y Paredes, que funcionan «al límite técnico y tecnológico».
También la capacidad de saneamiento se encuentra tensionada. La depuradora de Rons, diseñada para 40.000 habitantes, trabaja en condiciones extremas. Y en San Vicente, donde el sistema ya no da abasto, los operarios se ven obligados a mantener la maquinaria en marcha las 24 horas. «Estamos viviendo una situación que nos obliga a actuar. Necesitamos infraestructuras dimensionadas a la realidad que tenemos, no a la que teníamos hace 15 años», insistió el regidor.
Las autocaravanas
El fenómeno de las autocaravanas es otro de los puntos críticos. Según Cacabelos, la presión que generan se ha «quintuplicado» desde la pandemia y el municipio carece de normativa suficiente para gestionarlas. «Cada autocaravana son dos o cuatro personas que necesitan agua potable, que generan residuos y que vierten aguas fecales. Tenemos que regularlo con una ordenanza más ambiciosa que la vigente, porque el fenómeno se nos está yendo de las manos», advirtió.
A esta situación se suma la falta de efectivos policiales. El alcalde recordó que en enero el Concello solicitó cuatro nuevos agentes a la Academia Galega, pero que el proceso de incorporación es tan lento que no se completará hasta 2027. «Hoy contamos con ocho policías. Con doce podríamos garantizar turnos de 24 horas, pero mientras tanto es imposible atender toda la demanda», lamentó.
Pese a todo, Cacabelos subrayó que el auge turístico de O Grove es una oportunidad de crecimiento económico y de empleo, siempre que se aborde desde la sostenibilidad. «Lo que planteo no es un reproche, sino un llamamiento a la reflexión política, social y turística. Tenemos que adaptar O Grove a lo que es hoy: un destino capaz de atraer a 60.000 personas en verano. Y eso exige inversiones en agua, saneamiento, limpieza, movilidad y seguridad. De lo contrario, corremos el riesgo de que la capacidad de carga del municipio quede superada», concluyó.