Antiguos miembros de la Armada reclaman un museo en la ETEA

l. carlos llera VIGO / LA VOZ

VIGO

Luis Carlos Llera

La asociación Marinetea se ha quedado también sin el edificio donde celebraba sus asambleas anuales

09 dic 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Mil quinientas firmas y numerosos colectivos avalan su trayectoria, pero en la Xunta no les han hecho caso por ahora y se han quedado sin auditorio donde celebrar su actos. La asociación de marineros de la antigua Escuela de Transmisiones y Electrónica de la Armada (ETEA), formada actualmente por 211 socios, exige que se haga un museo que preserve la memoria histórica de un lugar donde se formaron cientos de oficiales e hicieron el servicio militar miles de ciudadanos, algunos famosos, como el cantante de rock Loquillo.

El presidente de la asociación Marinetea, Carlos Pérez, lamenta también que, con la nueva ordenación de los espacios de los antiguos edificios castrenses, se vayan a quedar sin salón de actos que va a pasar a manos de la Universidad de Vigo. El salón está en el edificio Morse.

La escuela se cerró en el año 2202 y en ella se inventaron equipos de transmisiones y artilugios que forman parte de la tecnología de la Armada. El colectivo quiere preservar la memoria histórica de un recinto innovador en las telecomunicaciones. Ahora disponen de una sala de exposiciones pequeña y cedida por el Instituto de Investigacións Mariñas, perteneciente al CSIC. «Nos resulta insuficiente», señala el impulsor y presidente de la asociación, Carlos Pérez.

Marinetea ha colgado un cartel en las instalaciones con el que quiere recordar a todos los visitantes su lucha en un momento en que el recinto está a punto de transformarse en un campus científico. «En el mes de julio la Universidad de Vigo pidió que le cediesen el edificio de Enfermería y el edificio Morse, que nosotros rehabilitamos. Ahora estamos a punto de celebrar nuestra asamblea anual del día 14 y nos vemos abocados a reunirnos en la calle porque el salón de actos ya no es nuestro».

«Llevamos siete años pidiendo a la Xunta que ponga en marcha un museo. Hemos pedido entrevistas sobre el tema y no nos hacen caso», sentencia Pérez, que reclama que vuelvan a Vigo algunos de los objetos de valor que están actualmente en el museo naval de Ferrol.

La asociación nació con 242 miembros. Algunos ya han fallecido, pero la corporación se ha ampliado con mujeres que entonces no formaban parte de la Marina. También incluye a otros allegados de la Armada que quieren mantener las tradiciones vivas.

La historia que hay detrás de la escuela merece la pena ser recordada, según Marinetea. La ría de Vigo siempre ha sido un punto estratégico. La escuela tiene su origen en el año 1916, fecha en la que se crea la base naval de Ríos simultáneamente con las de Marín y Arosa. Estaban al mando del jefe de la Armada con residencia en Vigo y conformaban zonas de abastecimiento para operaciones militares de los buques. Había cinco dragaminas en la base. En el monte se perforaron túneles para proteger las espoletas y material explosivo. A finales de 1939 fue cuando se creó la ETEA. En 1958 comenzaron los cursos de especialización de oficiales y en 1969 se pone en marcha la especialidad de Comunicaciones Tácticas para oficiales de la Infantería de la Marina. En el año 1971 arrancó la formación para los cursos de Ingeniería de la Armada en las ramas de Electricidad y Electrónica, finalizando esta docencia en 1987. En ese mismo año, se puso en marcha el Centro de Medidas Electromagnéticas (Cemeden).

Pero en 1989 llegó el traslado de servicios a otras bases, como las de Ferrol y Cartagena. En agosto del 2002, cesó definitivamente el uso del recinto por parte de la Armada, trasladándose las actividades que quedaban a Ferrol. Ese mismo año se crea la asociación de antiguos miembros de la escuela.