El vial que une Vigo y A Ramallosa por la costa concentra esculturas de nueve artistas
09 nov 2025 . Actualizado a las 01:10 h.La carretera PO-325 es singular por varios motivos. Fue el primer vial que construyó la Xunta de Galicia a mediados de los años ochenta del pasado siglo aprovechando el trazado del antiguo tranvía eléctrico que enlazaba Vigo con Baiona. Además, está jalonada por nueve esculturas realizadas en granito de Rebordáns. Sus autores dispusieron de un mes aproximadamente para confeccionarlas, y las realizaron al aire libre, a los pies del parador del Baiona, todos al mismo tiempo.
La idea surgió de la Consellería de Ordenación do Territorio, desde donde se propuso el proyecto a treinta escultores gallegos con las únicas condiciones de trabajar al aire libre en Baiona y utilizar granito gallego. Se explicaba entonces que era una iniciativa pionera. A aquel llamamiento respondieron José Antúnez Pousa, de Tomiño; José Sobrado- Balboa, de Sarria; José Castiñeiras Iglesias, de A Coruña; Suso Fernández Fernández, de Ourense; Xuxo Vázquez Pardo, de Vigo; Reinaldo López Carracido, de Vigo; Magín Picallo, de Goián; Eirabella, de Vigo; y Manuel Ferreiro Badía, de A Coruña.
«Se nos dio todo lo que pedimos, ayer se reunieron con nosotros altos cargos de la Consellería de Ordenación do Territorio y nos dijeron que pidiéramos cuantas cosas necesitáramos», explicaba José Sobrado a La Voz de Galicia el 24 de abril de 1984, día en que comenzaron a trabajar los bloques de piedra. Cada uno de los escultores recibió cien mil pesetas.
El 12 de mayo de ese mismo año, Gerardo Fernández Albor, presidente de la Xunta, inauguraba el vial y recorría en autobús su trazado. Los artistas participantes en aquel proyecto fueron explicó al mandatario autonómico el sentido y significado de sus obras.
La primera escultura se sitúa cerca del número 156 de Ricardo Mella, dentro del municipio de Vigo. Reinaldo López Carrizo propuso una pieza titulada Torsión masculina. Esta fue la primera obra que realizó el artista vigués en Galicia. El escultor realiza un importante estudio de la anatomía masculina, tratándola con gran expresividad y movimiento. Reinaldo López Carrizo afronta esta obra tras regresar de Estados Unidos donde ya había trabajado con anterioridad.
Una buena guía para seguir el rastro escultórico de la carretera PO-325 es el libro Escultura pública en Vigo, de Mercedes Bangueses, editado por el Instituto de Estudios Vigueses, del que es miembro la autora. La base de la escultura ha sido vandalizada con pintura negra.
«Volumetrismo por ordenación espacial de módulos idénticos», es la descripción realizada por José Sobrado Balboa de su obra Homenaxe a Galicia. Lo recoge el mencionado libro de Mercedes Bangueses, quien explica que esta es la única obra de Sobrado en Vigo, al tiempo que recuerda que está mal atribuida su autoría al Dodecaedro, obra situada frente al cementerio de Pereiró.
Siguiendo el recorrido de la carretera hacia A Ramallosa se encuentran otras cuatro esculturas, que fueron ubicadas, más o menos, agrupadas todavía en el municipio de Vigo.
Manuel Ferreiro Badía firmó la pieza titulada Futurible indutor. Mercedes Bangueses recomienda ver esta escultura en diferentes momentos del día. «Es sugerente y parte de la idea del dinamismo que la caracteriza en cuanto a que se modifica la percepción según la incidencia de la luz solar», señala la autora del libro Escultura pública en Vigo. Este escultor había dicho cuando empezaron el trabajo escultórico conjunto en esta carretera que creí que aportaría alguna «puntada» a las obras de sus compañeros.
Suso Fernández aportó a este experimento la escultura titulada Totem. Como su nombre indica, es una obra inspirada en los ídolos de las culturas animistas. Por su parte, Xuxo Vázquez optó por denominar su aportación al conjunto como Punto solar. El escultor vigués, al igual que Manuel Ferreiro, juega con la incidencia del sol sobre su creación. Xuxo Vázquez tiene obra pública en numerosos países.
La cuarta escultura del este conjunto, situado cerca del número 289 de Ricardo Mella, es Sol primitivo, firmado por Eiravella. Afirma Mercedes Bangueses que este artista se inspiró en el arte románico. «El dominio del trabajo en la piedra que posee, permite que su Sol primitivo concentre toda la atención del espectador en las figuras que se superponen hasta superponen hasta superar los dos metros de altura», afirma la historiadora del arte.
La siguiente escultura ya se sitúa en territorio de Nigrán. Cerca de la bajada a Panxón se sitúa Ansia de libertade, de Magín Picallo, aunque algunos estudiosos del arte también la denominan O paxaro. El discípulo de Xoán Piñeiro plantea un ejercicio escultórico basado en la máxima de Miguel Ángel, quien señalaba que las figuras estaban dentro de los bloques de piedra y que el artista solo tenía que liberarlas.
Ya en la rotonda previa a la entrada en Nigrán se sitúa la obra de José Castiñeiras, denominada Lectura solar sobre macla. «Yo haré como acostumbro —dice Castiñeiras— me tumbaré sobre mi bloque de piedra y en contacto físico con él, sabré qué hacer», se podía leer en La Voz de Galicia al día siguiente de que iniciase su trabajo. Y lo hizo.
José Antúnez Pousa fue el encargado de cerrar, o abrir _según se elija el sentido del trayecto_ por el lado de A Ramallosa. Su propuesta se denomina Contravento y está dominada por una gran expresividad derivada del avance de una persona contra el viento.
Esta experiencia pionera dio pie años después a otra iniciativa similar impulsada por la Comunidade de Montes de Valadares en el Alba y el Cepudo.