Una patrullera construida en la ría de Vigo «pesca» a unos traficantes con 1.700 kilos de hachís en Cádiz
VIGO
La «Río Iro», construida en los astilleros moañeses de Aister, está considerada por la Guardia Civil como la más rápida del mundo en propulsión «a water jets», y protagonizó una trepidante persecución en Chipiona. Los narcos incluso soltaron como señuelo dos lanchas de alta velocidad vacías para despistar a los agentes
25 oct 2025 . Actualizado a las 01:38 h.La lancha interceptadora Río Iro, de la Guardia Civil, que fue construida en los astilleros Aister, de Moaña, ha contribuido a abortar un alijo de 1.700 kilos de hachís que pretendía ser introducido por la costa de Chipiona, en Cádiz. Su alta velocidad permitió alcanzar a una narcolancha en la que huían los traficantes y a dos señuelos.
El Servicio Marítimo de la Guardia Civil (Semar) incorporó a finales de febrero del 2023 a su Comandancia de Algeciras, en Cádiz, a la nueva patrullera considerada como una lancha que, aseguran, es «la más rápida del mundo a día de hoy» en la categoría de «a water jets» (sistema propulsión náutica mediante un chorro de agua).
La embarcación, construida por el astillero Aister, de Moaña (especializado en barcos de aluminio como esta patrullera) fue bautizada como «Río Iro» y es la tercera de la serie Flumen. Se presentó en el puerto deportivo gaditano de Sotogrande, desde donde se desplazó en febrero del 2023 en un viaje de prueba desde su base. Alcanza 60 nudos, unos 110 kilómetros por hora. Cuenta con dos motores intraborda de 1.800 caballos de vapor. Mide 18 metros de eslora y 4,5 de manga.
Según indica un comunicado, fue gracias a las maniobras combinadas de la Guardia Civil tanto desde el agua como desde el aire, se interceptó a la embarcación de alta velocidad de los narcos, de 14 metros de eslora y 4 motores de 350cv, que transportaba 1.700 kilos de hachís y se detuvo a sus cuatro tripulantes.
La interceptación se realizó cuando los guardias civiles que operan en el Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE) detectaron una embarcación al oeste de la costa de Chipiona que navegaba de manera sospechosa con rumbo a la costa.
Ante la posibilidad de que se tratase de un desembarco de droga se alertó a dos patrulleras y un helicóptero de la Guardia Civil, que de manera conjunta comenzaron el seguimiento de la embarcación sospechosa. Una vez avistado desde el helicóptero se constató que transportaba fardos de arpillera y petacas de combustible.
Tras las primeras maniobras realizadas por las embarcaciones de la Guardia Civil para interceptar la embarcación, los agentes pudieron comprobar que la embarcación que transportaba la droga emprendió la huida apoyada por otras dos lanchas de alta velocidad que se unieron al seguimiento con el propósito de entorpecer la labor policial e impedir la interceptación.
Horas después de esta operación, cerca de la playa de Aguadulce, en Rota, agentes del SIVE observaron a varios sospechosos acumulando petacas de combustible. Alertaron a las patrullas de servicio, quienes abortaron el repostaje e incautaron 114 garrafas de combustible y otras 10 que se habían cargado en una embarcación neumática abandonada en la zona.
El operativo ha sido desarrollado por guardias civiles del SIVE, el Servicio Marítimo Provincial de Cádiz y la Unidad Aérea con base en Rota de la Guardia Civil.