Vigo rinde homenaje a Luis Torras, el pintor que murió a los 111 años con el pincel en la mano
VIGO




«Fue incansable», señala su nieta en la exposición de la Casa das Artes que muestra buena parte de su trayectoria
28 ago 2025 . Actualizado a las 19:30 h.La Casa das Artes rinde homenaje al pintor vigués Luis Torras, fallecido el año pasado con 111 años, con la renovada propuesta de la Colección Torras, «Luis Torras, pincel persistente de Vigo» es el título de la exposición. Más de 80 obras conforman la galería. El museo presenta una parte e irán rotando según avance el tiempo con el fin de mostrar la trayectoria del artista al completo. «Era una persona muy perfeccionista y un vigués acérrimo», dijo su nieta que participó en el acto de inauguración de esta mañana en el museo de la calle Policarpo Sanz.
Luis Torras, que se convirtió probablemente el pintor más longevo del mundo, tenía un gran amor a su ciudad, a Vigo, y a lo largo de los años lo único que quería era alcanzar la perfección. Sabía que buscar la perfección era imposible, por eso trabajó todos los días hasta que murió con el pincel en la mano el 16 de enero de 2024. Sus nietos participaron en el acto de inauguración y recordaron su mente insaciable e incansable. «Le habría vuelto loco estar aquí, estaría examinando todo. Seguro que haría muchísimos comentarios, porque era muy perfeccionista. Fue un pintor incansable», dijo su nieta.
Torras sentía un gran amor por Vigo, que describió como su patria. A los 23 años se marchó a Madrid para estudiar Bellas Artes y casi 20 años después se asentó definitivamente en la ciudad olívica. «Estiven moitas veces fóra, en toda España, pero, á volta, sempre viña a Vigo. Tanto é así que si, que Vigo, pois si, é a miña patria», esta frase adornaba una de las paredes del museo bajo la que se exponía una pintura del puerto de Guixar realizada en 1965. La Puerta del Sol, el Berbés, la ría de Vigo… Son algunos de los cuadros que se exponen en las salas del segundo piso del museo.
Sin embargo, su gran musa fue su mujer, María Jesús Incera, que falleció un año antes. En la colección hay varios retratos que el pintor realizó de su esposa según el tiempo pasaba por ella. En algunos más jóven y en otros con signos de vejez. Además, en las distintas salas también se pueden ver numerosos paisajes y bodegones, junto a pinturas de otras ciudades como Ávila, Toledo, Burgos o Santiago de Compostela.
El pintor prefería la soledad del estudio, que se convirtió en su hábitat, más que la vida social. «Se comunicaba a través de sus cuadros con esa claridad y esa personalidad que siempre le caracterizó», reconoció su nieta. Con esta exposición, se homenajea su larga trayectoria y se le otorga el reconocimiento que se merece como pintor.
La armonía, el equilibrio, la forma y el color eran los valores inmutables del pintor. «As innovacións poden ser infinitas, pero conservando os principios fundamentais da arte», dijo Torras en el año 1949. A partir de la década de los sesenta, Torras empleó la técnica de mural para la pintura de caballete, recogiendo el trabajo de pintores medievales y renacentistas. El pintor preparaba él mismo el lienzo. Dedicaba horas de preparación de la tela para que esta recogiese correctamente los pigmentos. Su modo de pintar marcó un estilo muy propio y reconocible, con una pintura rugosa, casi de relieve, y una textura muy definida.
El alcalde de Vigo, Abel Caballero, intervino en el acto para recordar que «los museos son una forma de reencuentro permanente. Los artistas nos transmiten su excelencia y generosidad a través de sus obras». Fue en el año 1998 cuando el ayuntamiento, gracias al artista y a su esposa, creó la Colección Torras, con sede en la Casa das Artes. En esta sala se encuentra una parte importante de lo mejor de su obra, que desde ayer ha sido renovada. «Torras permitió que su arte sea de todo Vigo y toda Galicia», señaló. Caballero rememoró que el museo fue antes un gran banco, y que esta transformación «es una maravilla».