Panxón inicia el verano con vertidos de fecales en la playa de A Madorra

Luis Carlos Llera Llorente
Luis Carlos Llera NIGRÁN / LA VOZ

VIGO

Luis Carlos Llera

El regato maloliente procede de viviendas de Patos. El alcalde promete solucionarlo

03 jul 2025 . Actualizado a las 13:25 h.

La Madorra es la playa de los ahogados, famosa por la novela de Domingo Villar, pero este año presenta una imagen más negra de lo habitual por los vertidos. Coincidiendo con el arranque de la temporada turística, los vecinos han colocado un letrero avisando de que circulan aguas fecales y el Concello lo ha reconocido. La pintada está en unos los travesaños de la pasarela de madera que se hundió por los temporales de invierno hace dos años y fue reconstruida.

Al bajar por la escalera del centro de esta playa de Panxón se pueden ver y oler las aguas de un regato que sale de las entrañas del muro, un aliviadero que en teoría debe canalizar solo aguas fluviales, pero no es así. El pestilente riachuelo forma meandros con un fondo negro y, cuando hay marea baja, se pierde en mitad del arenal que esta temporada no tiene socorristas ni bandera de ningún tipo. Ni azul, ni amarilla, ni verde ni roja. Tampoco hay carteles oficiales que avisen a los bañistas de lo que se pueden encontrar.

«Esto está abandonado», comentan desde el chiringuito. El hostelero aprovecha la ausencia de clientes para tomar un tentempié antes de que lleguen más veraneantes. El dueño de una casa de las inmediaciones señala: «Llevo treinta años viniendo aquí y el problema de los vertidos no es nuevo. Antes, las cañerías de las casas iban directamente al mar», cuenta.

Vecinos de la parroquia han efectuado denuncias telefónicas al Concello y al Seprona de la Guardia Civil. El alcalde de Nigrán, Juan González, reconoce la existencia de los vertidos de fecales después de que los técnicos de Aqualia revisasen ayer la salida de aguas a la playa introduciendo un topo para averiguar el origen. «Se ha situado en un camino de Patos», admite el regidor, que ha mandado reparar la fuga tras haber conocido el problema por La Voz.

Hace solo un mes, los técnicos tuvieron que levantar las tuberías de otra zona de Monteferro donde las aguas pluviales se mezclaban con las de los sumideros. «Ya lo reparamos», señala González. El alcalde asegura que no es exclusivo de su municipio que ocurran estas cosas: «Entrando en Baiona también huele muy mal en la curva». En años anteriores también se perpetuó la contaminación en la foz del río Miñor.