La Comisión, satisfecha por el respaldo judicial al modo en que acotó las 87 vedas
SOMOS MAR

Seguirá «revisando y actualizando» las zonas con los Estados y con la ciencia
13 jun 2025 . Actualizado a las 04:45 h.La Comisión Europea ha acogido con satisfacción la sentencia del Tribunal General de la UE (TGUE) que desestima la petición de varios pescadores gallegos y asturianos y el Reino de España interpusieron contra el acto de ejecución mediante el que se cerraron a la pesca de fondo 87 áreas del Atlántico nororiental, desde el golfo de Cádiz a Irlanda, para proteger los ecosistemas marinos vulnerables que existen o podrían existir en esas zonas que suman un total de 16.419 kilómetros cuadrados.
En esos polígonos, «la pesca de fondo ya no está permitida por debajo de los 400 metros de profundidad», hace llegar por correo electrónico, Maciej Beretecki, portavoz de la Comisión Europea. La precisión que realiza obedece a que, parte de esas áreas ahora cerradas a la actividad del arrastre, el enmalle, el palangre, las nasas y las almadrabas, tienen puntos en los que no se alcanza esa profundidad y en las que, por tanto, como aclaró días después de entrar en vigor la prohibición —en octubre del 2022—, se puede trabajar con esas artes de fondo.
En su respuesta, el Ejecutivo hace hincapié en que el Tribunal General «confirmó que las 87 zonas enumeradas en el acto de ejecución de la Comisión se establecieron de forma proporcionada y de conformidad con el reglamento de pesca de especies de aguas profundas» (2016/2336).
Añade que la Comisión seguirá «revisando y actualizando la lista de ecosistemas marinos vulnerables, tal como exige el citado reglamento, en estrecha colaboración con los Estados miembros interesados y basándose en los conocimientos científicos más recientes».
Fiel al espíritu al que tiene acostumbrado al sector pesquero, la Comisión subraya la importancia que tiene la protección del entorno marino y no ha querido dejar pasar inadvertida la coincidencia de que la sentencia se haya publicado ahora: «La importancia de unos ecosistemas marinos sanos también se reafirmó en la conferencia de la ONU sobre los Océanos celebrada a lo largo de esta semana en Niza».
Sostenibilidad desequilibrada
Eso es, precisamente, el temor que el miércoles confesaban tanto desde instancias profesionales como políticas: que persistieran las maneras de hacer del anterior comisario, Virginijus Sinkevicius, de anteponer, en materia pesquera, las cuestiones medioambientales a las sociales y económicas cuando la política común de pesca obliga a ponerlas en plano de igualdad y siempre con la ciencia en la mano.
El sector pide al comisario Kadis una revisión del reglamento
A micrófono casi cerrado, el ministro de Pesca, Luis Planas, comentaba a los periodistas en Niza que en cuestiones jurídicas los términos son muy técnicos «y muy puñeteros». Algo parecido decían desde la Organización de Productores Pesqueros de Burela (OPP 7) y la Alianza Europea de la Pesca de Fondo (EBFA), que hablaban de «soluciones erróneas debido a la interpretación literal» de la norma. Porque a pesar del rechazo, reconoce que el impacto del palangre es menor que el del arrastre y admite que se acotaron zonas a menos de 400 metros.
Es por eso que, al margen de estudiar si recurre la decisión del TGUE, la pesca apele al comisario para que revise el reglamento de especies de aguas profundas para equilibrar medio ambiente y pesca. Lo mismo sugirió Planas, que habló de cambiar la redacción del artículo que dio pie a la demanda.