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Sorpresa y desconcierto en el sector pesquero gallego por la dimisión del conselleiro de Mar

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

cedida

Sin entrar en una cuestión que está en manos de la Justicia, los representantes de las asociaciones del mar lamentan la marcha de una persona «cercana e dialogante no que respecta ao traballo»

05 jun 2025 . Actualizado a las 04:45 h.

«Vaia sorpresa! Mimadriña do Carmen!» El mar tiró de su propio idioma para expresar la sorpresa y el desconcierto que la dimisión del conselleiro de Mar para defenderse de una denuncia por agresión sexual ha dejado entre un sector pesquero que solo tiene buenas palabras para una persona «cercana e dialogante no que respecta ao traballo».

El que invocó a la patrona de los marineros en cuanto conoció la comparecencia de Villares fue José Antonio Pérez, que justo el día antes, el martes, había estado en calidad de presidente de la Federación Galega de Confrarías firmando un convenio de colaboración con él: «Non me dixo nada». Le extrañó también que esta mañana no participase en un acto al que estaba anunciada su presencia, pero lo que menos se esperaba era esta sacudida. Una noticia que ha dejado a todos en shock pero que en la que nadie quiere entrar. «Nada que decir, a dimisión é algo inesperado, un tema estrictamente persoal», apuntaba Sergio López desde la Organización de Productores Pesqueros del Puerto de Burela.

«É unha sorpresa enorme, inesperado, perdemos a un gran conselleiro, moi cercano», comenta Basilio Otero, patrón mayor de Burela y presidente de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores, quien sobre añade que sobre la denuncia «dictaminará a xustiza».

«Non salo do meu asombro, pero non estou para xulgar nin poñer en dúbida a ninguén; de calquera xeito é un pao en todos os sentidos», señaló José Manuel Rosas, presidente de las cofradías de Pontevedra. Rosas fue la persona que dio el golpe en la mesa que pedían los pósitos pontevedreses para resolver el «inmovilismo» de la Federación Galega de Confrarías y su pasividad ante la falta de respuesta por parte de la Consellería do Mar a los problemas y propuestas que le trasladaba el sector. Pero tras ese amago de cisma, las cosas empezaron a funcionar. «Estaban xa máis ou menos encarrilados asuntos como a regulación das demasías, o aviveiramento de especies, os cambios no decreto de artes e aparellos...» Unos avances que esperan que no se trunquen y continúen.

Campechano

Aunque todos destacan su proximidad y apego al sector, con presencia en multitud de actos, conferencias, congresos, fiestas gastronómicas, ferias y exposiciones, no son muchos los logros que desde el sector destacan de su gestión. Todos los avances se han quedado en proceso de gestión. Había anunciado una reforma profunda de la normativa pesquera, que abarcaría desde la modificación del descanso semanal de la flota, al balizamiento de las artes; una acción para que Galicia pudiese participar en los consejos de Pesca de la UE e, incluso, un Bono Peixe para tratar de reanimar el consumo de pescado, pero todo se ha quedado en proyecto.

Hay quien disculpa la ausencia de tantos en su casillero porque «colleu unha época moi mala», apuntan. Tuvo que lidiar con la crisis de los pélets, aquella marea de bolitas de plástico que inundaron las playas gallegas después de que un carguero perdiese varios contenedores frente Portugal. El momento le valió para dar el salto a los medios nacionales con la explicación de que «entran por donde entran e salen por donde salen» para explicar la inocuidad de los pélets y para que Rueda decidiese centralizar la gestión y la comunicación en la conselleira Ángeles Vázquez. Pero la frase caló, pues la repitió en el anuncio con el que el PPdeG felicitó la Navidad.

En esa «época moi mala» también entra la entrada en vigor de las 87 vedas de fondo. Y, sobre todo, la crisis del marisqueo, derivada de una situación «extraordinaria e sen precedentes», como no se cansan de repetir desde la Xunta, como fueron unas elevadas temperaturas en verano seguidas de copiosas lluvias durante demasiados días continuados que acabaron por ahogar al marisco. De eso se está ahora tratando de salir, pero ya no será cosa suya, sino de Marta Villaverde y su equipo.