La aplicación de un ERTE deja sin vigilantes los bancos marisqueros de Cabo de Cruz

Fue tramitado a finales de febrero y este jueves entrará en vigor un ERTE que deja sin vigilantes los bancos marisqueros de Cabo de Cruz. El expediente impulsado por la cofradía supone la suspensión de contratos de diez trabajadores debido a causas productivas, organizativas y económicas.

Los principales afectados son los guardapescas, a cuatro se les aplica un ERTE de suspensión total, pero a tres se les ha rescindido el contrato. La medida incluye a tres empleados más, por lo que solo permanecerán en activo personal de oficina para atención de labores administrativas y de atención al público y la bióloga, para realizar muestreos sobre la situación de los bancos marisqueros.

La decisión adoptada por la junta general del pósito ha despertado las críticas de la agrupación de mariscadores a pie, que no considera lógico que los bancos queden sin vigilancia. Con el fin de que los furtivos esquilmen las concesiones, este colectivo tiene en marcha turnos de control, que ahora tendrá que intensificar: «Cando nos atopemos cos furtivos, a quen chamamos?», se pregunta Merchi Mariño, la presidenta.

La representante de los mariscadores de tierra asegura que para ellos resulta imposible vigilar toda la superficie, sobre todo porque, según asegura, no cuentan con el apoyo de la cofradía: «Non nos permiten nin utilizar os coches, que nos axudarían nas gardas».

Ella reconoce que la situación económica de la cofradía es preocupante, pero cree que se podría haber abordado el problema de otra forma: «A xunta xeral tomou as medidas que quixo de xeito unilateral, prexudicando coma sempre ao sector de a pé». Añade que el pósito se olvida de una de sus funciones más importantes: «A confraría ten a obriga de vixiar as súas concesións».

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