Colocan refugios para murciélagos en los bosques más jóvenes de Lobeira
SOSTENIBILIDAD

Ayudan a controlar plagas como las de la procesionaria o la polilla del racimo
12 jul 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Aunque tienen mala prensa, Pancho de la Barrera tiene claro que «los murciélagos son una pasada». «Cada uno de ellos se puede comer hasta mil mosquitos en una noche; son unos de los grandes depredadores de insectos», explica vilagarciano, impulsor de la asociación Ideas de Bombero. Al frente de ese colectivo, De la Barrera se ha embarcado en un proyecto que pretende ayudar a fijar la población de murciélagos en 16 hectáreas del Monte Lobeira en las que la Universidade de Vigo, los comuneros de András y la empresa Conservas Antonio Pérez Lafuente están desarrollando un proyecto de custodia del territorio. Es decir: un proyecto para crear zonas de bosque autóctono, erradicando especies invasoras como el eucalipto o la acacia y sustituyéndolas por los árboles que corresponden a un lugar como Lobeira.
En la falda de este monte, a unos metros del mirador del Faro das Lúas, se han plantando hace ya años castaños, carballos, abedules... Forman todos ellos unos bosques jóvenes en los que los murciélagos, como si fuesen humanos, tienen un problema con la vivienda. «Esta especie suele vivir en los nidos vacíos de pájaros carpinteros, en grietas de los árboles, en los huecos que van quedando entre las cortezas y los troncos... Y eso no se encuentra en árboles jóvenes como los que hay en esta zona de Lobeira», explica de la Barrera.
Y los murciélagos hacen falta: ayudan a controlar insectos que, de otra forma, podrían convertirse en un problema. En el caso de Lobeira, sus servicios se requieren para ayudar a mantener bajo control la población de la procesionaria del pino y de la polilla del racimo, una especie muy vinculada a las zonas en las que, como ocurre en O Salnés, prolifera el cultivo de la vid.
Para conseguir atraer murciélagos a Lobeira, se ha decidido instalar una red de refugios para ellos. A través de la web migranodearena han realizado una recogida de fondos con la que sufragar esas casetas: cada participante dona 20 euros y a cambio el habitáculo de madera llevará su nombre. De momento, está previsto instalar una primera tanda de 21 cajas-refugio, que se repartirán por tres zonas separadas. El jueves de la próxima semana se colocarán las siete primeras, que han sido fabricadas en el taller de carpintería que la Asociación Xoán XIII tiene en Cangas. Las personas que se han encargado de hacer ese trabajo se trasladarán a las faldas de Lobeira para conocer el lugar en el que se instalarán las casas a las que les han dado forma y para disfrutar, además, de un agradable paseo bajo los árboles de los bosques más jóvenes de la montaña que cabalga entre Vilanova y Vilagarcía. En sucesivos días se irá tendiendo toda la red de refugios diseñada por Ideas de Bombero. «Nuestra intención es que esto no se quede aquí, y seguir ampliando poco a poco el número de cajas en el monte», explica Pancho de la Barrera, de cuyo entusiasmo se nutre tanto este proyecto, como todos los demás que se desarrollan desde 2019.