Patrocinado porPatrocinado por

Un brindis con hidromiel en Lalín

Rocío García Martínez
rocío garcía LALÍN / LA VOZ

AGRICULTURA

cedida

La feria de apicultura reivindicó la bebida vikinga, subrayó las virtudes de la miel y puso en valor el polen, la cera y demás productos de la colmena

03 feb 2025 . Actualizado a las 10:07 h.

La capital dezana se convirtió este domingo en un auténtico enjambre de visitantes. La cuarta edición de la Feira Internacional da Apicultura Alvariza reunió a expertos y curiosos que compartieron charlas, talleres y degustaciones en torno a la colmena, sus virtudes y sus amenazas.

En la dulce jornada, la miel no podía faltar. Hubo una cata de productos amparados por la Indicación Xeográfica Protexida Mel de Galicia y dos irresistibles obradoiros con exquisitas degustaciones. De aperitivo, Bocados de roast beef de Ternera Gallega con praliné de ajo y Mel de Galicia. De postre, Mouse de Queixo do Cebreiro, con 1906, Mel de Galicia y frambuesas.

Sin embargo, la miel no fue la única protagonista. El polen, la cera y el hidromiel también reivindicaron su espacio.

El hidromiel es uno de los productos de la colmena menos conocidos por el momento. Para abrirle camino, la feria Alvariza acogió ayer una cata dirigida por Argimiro Porto, un apicultor y productor de hidromiel de Lugo que con su bebida de elaboración casera ha ganado dos veces el concurso internacional de hidromiel Copa Reina en la categoría de aficionados.

Para los que no conozcan el producto, el hidromiel es en esencia una bebida alcohólica elaborada a base de agua, levadura y miel. «A partir de ahí se pueden sacar las variedades que se quiera. Se puede sustituir el agua por zumo de manzana, por ejemplo», cuenta Porto. «Es una bebida que puede oscilar entre los 5 y los 14 o 15 grados de alcohol, con gas o sin gas, seca, semiseca o dulce. Tiene un montón de posibilidades», cuenta el productor.

Aunque existe alguna marca gallega, de momento en Galicia es poco frecuente encontrar la bebida en los bares. «Para eso hacemos las catas, para que el consumidor conozca el producto y para que los apicultores sepan que se puede hacer algo más con la miel», explica Argimiro Porto.

«Esta bebida siempre se relaciona con los nórdicos, con los vikingos. Como casi todas se descubrió de forma casual, al dejar fermentar la miel. Donde no había cerveza ni vino, en las fiestas tenían que alegrarse con algo. En Polonia llegó a ser bebida nacional. Con la llegada del vino y la cerveza, más baratos y más fáciles de producir, el hidromiel fue desbancado», explica.

En Galicia, el consumo de momento es casi anecdótico y el campo de crecimiento muy grande.

«De la colmena hay mucho que aprovechar. La miel, el hidromiel, la cera para hacer velas, para cosméticos o para conservar las tablas de surf; el propóleo como potente antibiótico, el polen como fuente de energía natural... Con sus aminoácidos y vitaminas es una bomba de energía», defiende el apicultor.

En la cita Alvariza no todo fue saborear. Alrededor de un centenar de personas se echaron al monte siguiendo la Ruta das Alvarizas de Catasós —organizada por Roteiros de Lalín—, en la que visitaron seis albarizas catalogadas y liberadas de maleza.