La medida verá la luz tras salvar las diferencias que mantenía los departamentos de Yolanda Díaz y Carlos Cuerpo
03 feb 2025 . Actualizado a las 19:03 h.El anteproyecto de ley para la rebaja de la jornada laboral hasta las 37,5 horas semanales sin pérdida de salario, llega este martes al Consejo de Ministros para su aprobación. Lo hace prácticamente un año después de la primera reunión del diálogo social sobre la materia y tras haber salvado las diferencias que mantenían los departamentos de Yolanda Díaz y Carlos Cuerpo sobre su aplicación.
El texto, fruto del acuerdo que firmaron en diciembre Trabajo y los sindicatos y sin la patronal fue una de las medidas estrella de la vicepresidenta segunda y también líder de Sumar para la legislatura y formaba parte del acuerdo de gobierno entre el PSOE y su socio minoritario.
Una vez que la rebaja laboral sea aprobada por el Ejecutivo, la norma aún tiene que recibir los preceptivos informes del Consejo de Estado y del CES antes de regresar al Consejo de Ministros como proyecto de ley. Después llegará al Congreso de los Diputados, donde los grupos parlamentarios podrán introducir enmiendas antes de su aprobación definitiva. Previsiblemente, antes de verano, según los tiempos que maneja Economía.
Cuerpo se mostró «optimista» sobre la tramitación parlamentaria, donde considera que «hay espacio» para llegar a un acuerdo que mantenga la «ambición del texto», y al mismo tiempo, se incluyan medidas para ayudar a las empresas y especialmente a las pymes en ese camino hacia las 37,5 horas semanales, tal y como su departamento ha venido defendiendo estos últimos meses.
El ministro insistió en que el Gobierno es «plenamente consciente» de que, pese a que el promedio de las horas está ahora en torno a las 38,2, la situación es «muy heterogénea», dependiendo de muchos factores, como el tamaño de cada empresa o el sector donde opera. «Hemos hablado muchas veces de la posibilidad de acompañar con medidas, no solo de mejoras digitales, mejoras de productividad. Ya estamos trabajando desde el Gobierno en la reducción de barreras administrativas que ayuden a nuestras pymes a dedicar menos horas improductivas a ese tipo de tareas y, por lo tanto, liberen espacio para tareas productivas o incluso para avanzar en la reducción de la jornada laboral.