La mortalidad por las partículas en fuegos forestales podría estar infraestimada

Miguel Cebrián REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

XOAN A. SOLER

Un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona advierte que las partículas de los incendios en los bosques suponen una mayor letalidad que otras fuentes posibles

28 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El humo de los incendios forestales contiene contaminantes peligrosos para la salud, entre ellos las partículas finas (PM2.5), las cuales se han relacionado con un aumento de la mortalidad. Un nuevo estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación «la Caixa», proporciona pruebas sólidas de que las PM2.5 de los incendios forestales suponen un mayor riesgo de mortalidad que las partículas no relacionadas con incendios. Los resultados, publicados en The Lancet Planetary Health, también indican que la mortalidad asociada al humo de incendios forestales podría estar subestimada en un 93%.

El estudio, que forma parte del proyecto CATALYSE, se basó en datos del proyecto EARLY-ADAPT, que incluye registros diarios de mortalidad en 654 regiones contiguas de 32 países europeos, que representan una población de 541 millones de personas. El equipo combinó estos datos con estimaciones diarias de PM2.5 relacionadas y no relacionadas con incendios forestales desde el 2004 hasta el 2022.

Los resultados mostraron que la exposición a niveles más altos de partículas finas relacionadas con incendios en los bosques aumentó el riesgo de muerte en los 7 días posteriores a la exposición. En concreto, por cada incremento de un microgramo por metro cúbico en la concentración de PM2.5, la mortalidad por todas las causas aumentó un 0,7%, la mortalidad respiratoria un 1% y la mortalidad cardiovascular un 0,9%.

 Mortalidad subestimada

El estudio estimó que la exposición a corto plazo a PM2.5 derivadas de incendios forestales fue responsable de un promedio de 535 muertes anuales por todas las causas, incluyendo 31 por enfermedades respiratorias y 184 por cardiovasculares. En cambio, solo se esperaría un promedio de 38 muertes anuales por el humo de los incendios si las PM2.5 tuvieran el mismo efecto en la mortalidad que las partículas finas procedentes de todas las fuentes.

Esta suposición, utilizada en estudios previos, resultaría en una infraestimación del 93% en la mortalidad. Esta diferencia pone de relieve la importancia de tener en cuenta la fuente específica de las partículas.

«El cambio climático inducido por el ser humano está contribuyendo al aumento de la frecuencia e intensidad de los incendios forestales, ya que crea condiciones favorables para su propagación», señala Anna Alari, investigadora de ISGlobal y primera autora del estudio. «Mejorar las estimaciones de la mortalidad atribuible a las PM2.5 ayudará a hacer un mejor seguimiento de la carga que supone esta amenaza vinculada al cambio climático para la salud pública», añade Alari en relación al estudio.

 Diferencias entre regiones

El análisis muestra una heterogeneidad regional en las conexiones entre la exposición a PM2.5 por los incendios y la mortalidad. Bulgaria, Rumanía, Hungría y Serbia fueron los más afectados. En Portugal y España se detectaron asociaciones negativas y poco precisas.

«Las explicaciones podrían estar relacionadas con las estrategias de adaptación a los incendios a nivel regional y nacional», dice Cathryn Tonne, investigadora en el ISGlobal.